Una Oportunidad

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El había accedido e incluso fue él el que se lo comento y lo alentó a hacerlo, entonces porque se sentía de esa manera?! Sí, sabía que había tenido que hacerlo por el bien de su amigo, pero aún así eso no cambiaba el hecho de que ver a su pareja coquetear con otro le doliera, porque de verdad le estaba doliendo. No porque fuera una persona insegura, eso jamás, simplemente era el que sabía de el prolongado ex enamoramiento que tuvo Minos por Afrodita. Sí, su novio había tenido un enamoramiento grande y por bastante tiempo por el peli celeste, que ignorante de estos sentimientos siempre le había animado a declarase, lo cual logro hacer después de un largo tiempo, cuando Minos al fin entendió que Afrodita solo tenía ojos apara Angelo y nadie más. Sonaba horrible pero sí, había sido la segundo opción.

Entonces porque aceptó, si sabía que eso le iba a despertar dolores antiguos? pues por el simple hecho de no querer someterse a las burlas de sus amigos, porque sabía que no lo dejarían en paz por mucho, mucho tiempo. Ahora tenía que soportar sus celos e inseguridades, tenía que admitirlo, por imbécil.

Debiste decirlo, sabes - Aiacos desvió la mirada rápidamente tratando de evitar, en vano, que se notará a quien estaba observando -

No se de qué hablas - gruño en su estado natural de enfado -

Se lo de Minos por Dite - no había querido decirlo de esa manera pero al saber que el menor no colaboraría decidió ser directo -

Eso es pasado - no supo si lo dijo para el mismo tratándose de convencerse de ello o para Shura -

Exacto es pasado, debes dejarlo atrás - aconsejo para luego beber de su café. Amaba las tardes frías, le hacían recordar a un poco a su amada patria -

...- Aiacos simplemente decidió mantenerse en silencio y disfrutar del dulce de su postre. Debía centrarse en el objetivo de la misión, y no dejarse llevar por sus sentimientos negativos -

***M***

Tengo cosas que hacer - era la tercera vez en esa hora que escuchaba a Shaka decir lo mismo, y no es que le molestará o algo parecido, simplemente que comenzaba a cansarse, algo así como cuando llevas escuchando la misma canción, que amas, sin embargo llega un punto en el que la has escuchado tanto que te fastidia -

Lo sé - Mu se encogió se hombros y continuó con su trabajo de vigilancia, aunque era de su conocimiento que eso no era nada legal, pero si Milo siendo un abogado decía que estaba bien, me creía -

Sigo creyendo que es mejor dejar las cosas por la paz - Saga insistió en hacerlos entrar en cordura - y si tienes cosas mejores cosas que hacer puedes irte - señaló la salida de su auto cansado de escuchar al rubio -

Ni de chiste - le miro con molestia, jamás en su sano juicio dejaría a su Mu con Saga -

Entonces deja de quejarte o te saco - frunció el ceño, estaba aburrido, tenía hambre y para el colmo, el imbécil de si hermano le había puesto en el mismo equipo que Mu, de quien no tenía queja alguna, y de Shaka el maldito rubio estúpido, imbécil que lo tenía hasta el trasero con su actitud -

Como si pudieras - reto el de ojos azules harto de ver a Saga tan cerca de Mu. Es que acaso el estúpido gemelo no se daba cuenta de aquien amaba el peli lila?! -

Ya salió - ignorando la pelea campal que se estuvo por armar Mu señaló la salida del italiano del gran edificio - Milo es tu turno - presionó el auricular en su oído para confirmar la entrada del peli azul griego a escena -

***M***

Death, amigo mío - el italiano de sorprendió de ver al griego - hace tanto, no? - sonrió ampliamente -

AsistenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora