Tú, mi deseo

Un extraño comienzo

Estaba consciente de aquel lugar al cual me dirigía, y no me arrepiento en lo más mínimo de los reinos que hice caer y las muertes tomadas por causa de mis acciones. Cerré mis ojos teniendo como último panorama en vida, la mirada de sorpresa de aquel joven que me ha envenenado. No pasará mucho tiempo para que venga a rogarme una vez más. Sentía como unas manos tomaban, cada parte de mi cuerpo, arrastrándome a las profundidades de la tierra.

La vista que obtengo del infierno no es tan diferente a como lo imaginé. Ya que, aún no ha llegado el "mesías", razón por la cual el infierno está dividido en dos, por un gran monte, el cual nadie puede cruzar. En el lado izquierdo se pueden ver cientos de demonios y torres extrañas, luces llamativas en las cimas de estos, también hay explociones y catapultas por todas partes. Por otra parte, en el lado derecho se puede ver un mini paraíso donde todo los que murieron creyendo que el mesías vendría, se encuentran en descanso.

Esas mismas manos que me arrastraron hasta aquí, me sueltan con delicadeza. Me levanto en una especie de cristal que no me deja caer hasta el suelo de ese infierno. Sigo mirando debajo de mis pies, donde se encuentra aquel lugar donde hay tranquilidad, camino un poco para poder observar mejor. "¿Qué tanto miras cariño?". Enfoco mi vista a donde proviene la voz femenina, y me topo con una mujer alta, de curvas pronunciadas, una cabellera abundante y rubia junto con aspectos faciales bien definidos. "Disculpe mi atrevimiento, pero ¿quién es usted?". Pregunto lo más educada que puedo. "Oh, mis modales, un gusto cariño, me puedes llamar Lilit". Ese nombre me suena, ¡Ah! La que mencionan en la historia de la creación, bueno, la versión distorsionada. "El gusto es todo mío, señorita Lilit". Hago una reverencia levantando Parte de las telas que cubren mi cuerpo, estas tienen un aspecto diferente, pero mantienen el carácter egipcio de mis tierras, no siendo llamativo como el de las otras reinas, más sin embargo, con aires de formalidad. "Mi nombre es Tn, espero que mi presencia en un futuro sea de su agrado". Termino con una de mis clásicas sonrisas.
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Sé que estoy en el infierno, y que nada me detiene a revelar mi verdadera maldad, pero ya es parte de mí, el ocultar mis intereses y buscar las formas de conseguir mis deseos egoístas. Por no decir que el sufrimiento de otros me es placentero y este lugar no me retiene a cumplir esos deseos.

Pero más que un juego, ya se está volviendo monótono y agotador.

Hacer la misma rutina todos los días es tedioso. Lo único que verdaderamente me distrae es la hermosa pareja que hacen Samael y Lilit, les he ganado bastante confianza para no ponerles un denominante antes de su nombre.

En esta semana pienso hacer que se acerquen de manera amorosa. Seré su cupido, aún que todavía no se haya creado.
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Y ¿cómo es que puedo saber lo que pasará en un futuro?

Pues empecemos por el principio, cada alma que cae a este lugar se convierte en su pecado o la forma en como murió. Digamos que yo soy un caso especial, ya que por un lapso de tiempo fuí pura y en mi corazón fué marcado el sello del espíritu Santo, pero cuando el joven Izmael lo corrompió, todo ese poder "santo" que se me había entregado, se convirtió en el poder de las tinieblas. Y pues digamos que Dios fué bastante generoso conmigo. Y digamos que al poseer tanto poder, me da ciertas libertades, por ejemplo, sé sobre algunos hechos y cosas en específico que ocurrirán en un futuro, pero en ocasiones termino con migraña, a demás, por más que intente, no logro saber nada de lo que me pueda ocurrir en un futuro, así que los privilegios por tener este poder tampoco son la papaya.

Otra cosa curiosa que he descubierto en los días por aquí en el infierno es que a todo aquel a que me enfrento, ya sea lord o no lord, logro matarlos con facilidad.

Por tal razón, ni yo sé cuál es el límite de mi poder, pero al final pasa factura. Al menos no afecta en mi salud, pero si influencia bastante en mi rendimiento, por lo que algunas veces termino durmiendo semanas. Y eso se está volviendo realmente irritante, ya que nadie me puede despertar, no pueden, no lo logran.

En cierto punto, puedo ver que el infierno no supo cómo crear una forma para mí cuerpo, y lo más que se alteró en mí, fueron mis ojos, mis pupilas tomaron un color totalmente negro. Y a demás de que me veo un poco más joven.

Y para aclarar dudas, no se me puede ser arrebatado de ninguna manera este poder, y; aunque lo intentaran; tendrían que arrancarme el corazón, y con todo y eso, mi corazón dejó de existir, ahora sólo está presente cuando yo lo invoco, o en el plano espiritual.
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Hoy es el día de la primera exterminación, y al fin ya vino el mesías, justo ahora está entre nosotros aquí en el infierno, "predicando la palabra de Dios", debo admitir que es un joven bien formado y con educación. Quizás juegue un rato con él.

La joven Tn se acerca al chico que se supone 'estaba en cubierto'.

"Buenas tardes señor, disculpe pero ¿acaso usted tiene pan, del que pueda comer y saciar mi hambre?". Dijo con una voz inocente, a demás de haber cambiado su aspecto haciéndolo más como una niña de ropas gastadas. "No sólo traigo el pan que proviene del trigo pequeña, si no también el pan espiritual que hay en la palabra de Dios". Dice con cariño y paciencia, esperando a que ella entienda. "¿Y qué es esa palabra de Dios?". El joven mira con sorpresa a la niña. "¿Acaso nunca haz escuchado la palabra que proviene de los cielos, ni siquiera en tu vida?". Ella sabía que era momento de desempeñar sus habilidades que tanto práctico junto a sus socios, los reyes del infierno. "No señor ¿puede usted decirme de qué se trata?". Culmina su frase con una dulce sonrisa, atrapando el corazón del chico y ganando su confianza. "Claro, la palabra de Dios es como libro abierto, para que todo el que pase pueda verlo". se sienta en la acera, esperando a que la pequeña se siente a su lado. Ella lo hace ansiosa, fingiendo toda felicidad, o eso parece. Quizás esté feliz, pero no por la razón que el muchacho cree.

-Oh, joven ingenuo...-.

"Vamos a empezar orandole a Dios". Junta sus manos con las de la niña, y no pasa por alto el hecho de las pequeñas manos de su acompañante sean tan suaves como el algodón.

-...Cada vez que me das más importancia...-.

"Gracias Dios por este momento, porque un alma nesecita y desea tu amor". Cierra sus ojos, sin darle importancia a lo que pasa a su alrededor. Las sombras del lugar se mueven constantemente, arremolinándose todas en una sola a un lado de la pequeña y  forman una enorme criatura, que inclina su cabeza a un lado, escuchando la oración del joven apasionado.

-...Y me das más valor en tu corazón...-.

Esta criatura va acercándose poco a poco al chico, que aún no se da cuenta de lo que pasa.

-...Tus ojos ya no verán la realidad, sino la realidad que quieres creer...-.

A centímetros de que la criatura toque al muchacho, la niña le dirige una mirada amenazadora, que hace que la criatura se devuelva a su lugar y se desmorone en todas las sombras que antes se habían juntado.

-...Y atas las cadenas que te mantendrán sujeto por la eternidad.-.

"... amén". El joven abre sus ojos topándose con la mirada curiosa de la pequeña. "¿Sabes qué significa amén?". Ella niega con su cabeza. "Amén significa que así sea". La joven, desenvolviendose con eficacia en su papel como niña, mira con admiración al joven.

-Oh, que ingenuo eres, hasta tú haz caído, y te haces llamar el mesías.-.

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Primera reforma del primer capítulo, lesto. Hice algunos cambios y agregué uno que otro detalle, por supuesto que corregí los errores ortográficos y pus, no tengo mucho que decir más que, we, ahora que leo de nuevo esto, voy a repetir lo mismo que he pensado vas aquel termino de releer alguno de los capítulos que he hecho.

QUE CRINGE

Ok, ya lo dije, en sí, toda la historia me da alto cringe y algo de asco, ¿pero qué más puedo hacer?

Era mi yo de trece años que pensó que sería buena idea publicar un fanfic de Alastor x Reader, bueno, en fin.

Sigan soñando mis querubines...