Tú, mi deseo

Conociéndote

Este cap va dedicado a dos personitas que me han ayudado directa e indirectamente con esta historia nwn
@yolagusanito yy @tiburoncinOwO
Gracia por su ayuda owur

-Nota homo(ahre :v)- lo que aparezca en negrita está en nuestro idioma (idioma pendejo \:D/ ok no :v) ya que cómo ha de suponer, están en Nueva Orleans por favoh 7n7r ellos hablan openinglish :v
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La obscuridad reina en este lugar, eso es lo único que me responde el panorama, hasta que una farola capta mi atención, hay un niño debajo de la luz que despide, sus ropas de marca, con algunos rasguños y manchas, no logro ver su rostro ya que está en dirección al suelo, pero sí una cabellera castaña. Una figura alta, masculina, con orejas y cuernos de ciervo y una inmensa sonrisa, emerge de las sombras, manteniéndose como una. Este le ofrece la mano al pequeño. El ambiente se torna tenso mientras pasan los segundos y el niño no parece querer acceder. Doy unos pasos al frente, lo suficientemente como para que aquel ser pueda percatarse de mi presencia y este opta por voltear a verme. Una pequeña sonrisa le dan carácter a mi presente confianza. Continúo mi caminata, hasta quedar al lado de la figura demoníaca. El niño me mira con unos ojos tirando al carmín, buscando respuesta por parte de aquella sombra. Quiero hablar con el niño y no puedo hacerlo te miento este cogitatio desmembrándome con la mirada, y esa sonrisa que podría hacer competencia con la de Lucifer. Me pongo de cuclillas en frente del niño, teniendo una pequeña diferencia de altura. Alzo un poco mi mirada para poder ver al niño. "Por qué llorabas?" pregunto suave, el responde con una mueca de sorpresa. Puedo sentir el aire pesado y el aura asesina de ese ser a mi lado, se nota que es impulsivo y celoso. Que relación más tóxica tiene este niño con esa sombra, habrá que enseñarles. Ruedo los ojos, no voy a poder continuar teniendo esa sombra en ese estado. Suelto un chasquido con mi mano derecha y la forma de aquella sombra pasa al animal que estaba representando, y como un pequeño ciervo, se va entre salto y salto hacía la obscuridad. Ambos volteamos la mirada a hacía el opuesto, el niño me mira con rastro de temor y suelto una corta risa ante ello. "Sabes, me gustaría hablar contigo, pero antes" tomo una pausa para levantarme, me inclino tomando las extensiones de mi falda. "Un gusto jovencito, me puedes decir  Celeste" lo último lo digo en uno de mis idiomas favoritos, pero más complicados, el español, debo decir que fué el que más me costó manejar gracias a la cantidad de palabras que tienen distintos significados en diferentes partes del mundo. El niño me mira con confusión río para mis adentros. "Ese era el nombre de mi madre" termino con una sonrisa de ojos cerrados y le ofrezco una mano, al principio no parecía convencido, pero termina cediendo. "Oye, quién eres? Risum no me contó sobre alguien como.." no termina la oración cuando ya empezamos una caminata. "Como tú" culmina dirigiendo su mirada a mí, le respondo con una sonrisa. "Yo soy... una amiga" le devuelvo la mirada y el la desvía a otra parte. Ejerce presión en mi mano, está nervioso. Dirijo mi mirada en dirección a la de él. Logro ver los ojos y sonrisa, de unos tonos rojos llamativos para todo ojo que pase por ahí. Esta será una larga noche.
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Abro mis ojos, como si estuviese despertando de un largo sueño, la única diferencia que existía es que ese no era mi sueño, si no del joven que tengo en frente. El mismo chico con poder sobre las sombras, que disparó a uno de los míos por simple capricho, o desquite. No lo tengo muy en claro, es la poca información que uno de mis cogitatios logró sacar de su mente protegida por ese ser espiritual. Este yacía atado a una silla, durmiendo tan profundamente como la bella durmiente, aún que todavía no se haya creado.

A decir verdad me agrada su pijama con cabesitas de Bambi, aguanto unas risas para no despertarlo. Es que se ve como un niño pequeño, como el del sueño. Y con un antifaz que tapa sus ojos. Su cabeza inclina apoyándose en uno de sus hombros, su boca levemente abierta soltando un pequeño hilo de saliva.

Retrocedo abruptamente al percatarme de la cercanía, otra vez me está pasando lo mismo que en el tiroteo. Este joven ha llamado mi curiosidad más rápido que lo que canta un gallo, de alguna forma eso me turba.

Salgo de la sala donde habíamos dejado al chico amarrado. Puerta tras puerta me termino topando con un somnoliento joven Rumy, no se lo que pasa con la juventud de ahora, pero todos son tan tiernos. Con esas caritas de ángel y la inocencia más grande el amor que tiene Charlie por su gente. Y no estoy haciendo la excepción con el joven Husk, a pesar de esa actitud amargada medio borracho medio sobrio que trae, es como un pequeño, al igual que el joven Rumy o el chico del cogitatio, ahora que lo pienso, hablé con él y nunca le pregunté su nombre, pero que olvidadisa me estoy poniendo... Espera, lo único que esto puede significar, pero cómo es posible? Si ahora no estoy en un cuerpo demoníaco, pero aún así he usado mi poder, ay joder. Si me quedo dormida por días, semanas, o hasta años, no podré desarrollar mi plan cómo es debido, a demás ya tengo las piezas justas para comenzar mi juego, no es momento para giros imprevistos. "Buenos días" dice el joven Rumy con voz adormilada, interrumpido por un bostezo que tapa con una de sus manos, sacándome de crisis "señorita Tn" culmina rascándose la cabeza mientras que se encamina al baño que hay en el pasillo. "Buenos días" respondo suave justo cuando el joven estaba cerrando la puerta del baño. Suspiro soltando todo pensamiento y rastro de oxígeno de mis pulmones. Tomo aire junto con una sonrisa y me encamino decidida a la cocina.

Me detengo, notando la presencia de un segundo en el lugar, aquel cogitatio de enorme sonrisa estaba sacando un cuchillo de la alacena, probablemente para liberar a su amo. "Oh no, ni en los tratos más retorcidos que hayas hecho" digo negando con la cabeza y chasqueando mis dedos, pequeñas criaturas salían de las sombras, atrapando lo que se suponía eran sus pies, subiendo lentamente, obligándolo a arrodillarse. Otro grupo de esos pequeños seres se reunieron a un lado mío y tomaron la forma de mi cogitatio, el otro ser hacía todo lo que estaba en su poder para lograr liberarse del agarre de mis pequeños, pero toda fuerza, energía, o magia que hace es como alimento para esas criaturas que lo retienen, me acerco lentamente a él, y le inclino hasta quedar un poco más alta a su altura, aquel ser que nota nuestra escasa distancia y forcejea aún más, dando como resultado el cansancio, sip, damas y caballeros, lo seres espirituales también sufren agotamiento, claro, si se les quita la energía.

Sin explicación alguna, este se detiene y cede, quedando cara a cara conmigo. Noto una extraña mirada perdida por parte de él. Y un gruñido de mi cogitatio, a él tampoco le faltan los celos. Aprovecho el momento de tranquilidad y tomo el cuchillo que aún seguía en lo que se supone que es su mano. Y por simple curiosidad y diversión, en parte venganza, beso de manera fugas su nariz.

Ya que estoy probando cosas nuevas, no veo el porque desaprovechar el momento. jeje

El juego está por dar comienzo, pero qué pasa si un tercero interrumpe con esto?

Sigan soñando mis querubines...