Color de rosas (litten part two)

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Ahí arriba dice litten, pero no lo es :v es prácticamente de la longitud de un capítulo normal, pero vine inspirada, a demás que pensé que hacerlo en dos partes sería más tedioso

Advertencia:

Este capítulo tiene contenido explícito, se recomienda discreción.

(Si eres menor de edad no lo leas plox, but yo que lo escribí soy menor de edad :v)
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"Duele..." murmura una una voz femenina a dolorida.

"Tranquila, el adiestramiento dará mayor efecto con este procedimiento" responde una voz grave.

En la habitación podía precenciarse como parte del cuerpo de una chica se encontraba expuesto. Mientras que en la obscuridad las sombras en forma de siluetas de animales extraños y pequeños demonios eran expectantes ante aquella aguja que había tomado un muchacho.

"En esta técnica el dolor será tu compañera, y revelará si eres digna de ser ama y señora... de él" dice refiriéndose a la sombra más grande, de pupilas dilatadas con un destello dorado.

El chico acerca un hilo de un blanco platinado al orificio de la aguja para luego hacer un nudo en la extensión de lana, con el fin de que no pudiera separarme de la aguja.
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"Esto lo haces por venganza..?" pregunta aquella voz grave, mirando los árboles danzar al compás del viento, mirando de reojo la joven, que mira su reflejo gracias al espejo, su pecho descubierto y un extraño símbolo tallado en hilo, que se notaba un tanto ensangrentado. Ella suelta un suspiro, devolviendo las telas a su lugar, se dirige con sus ojos cerrados a una de las esquinas de la cama.

"Si lo hiciera por venganza, hace mucho ya estarían muertos" suelta con calma. "...y ambición?" "Por favor joven Ismael!" exclama subiendo poco su tono de voz, el nombrado esboza una pequeña sonrisa divertida, dando media vuelta en su lugar acercándose a la chica. "Entonces, si fuera por venganza, ya estaría muerto?" dice con una voz más ronca, acercándose cada vez más a la contraria, que permanece tranquila.

Este se encamina, quedando a centímetros del rostro de la joven. Quién de a poco va cayendo sobre las sábanas, guiada por las manos del chico, que acerca su rostro en el hueco que hay entre el hombro y la cabeza de la chica, ella por su parte soltaba suspiros suaves ante el contacto contra la piel ajena.

Entre los suspiros de la chica, el joven detiene sus manos en las caderas de la femenina, y deja correr sus labios por el cuello, dejando un rastro de leves pellizcos y mordidas suaves en la piel de la chica. La boca del contrario llega hasta donde yacía aquel símbolo, que estaba tornado en un leve rojo, debido al objeto extraño tejido el la piel de la chica, una vez ahí, lamidas y besos hicieron acto de presencia. Gemidos de dolor eran ahogados en la boca de la chica, que dejaba salir lágrimas de sus ojos. Debido a los chupetones que le proporcionaba el joven, la sangre empezó a salir, y el chico no desaprovechó el momento, probando cada gota de aquel líquido que salía del cuerpo de la joven, sus manos se deslizaron abrazando la cintura de la contraria, a pegándolo más a él, mientras que su boca no abandonaba aquella herida, la chica trataba de respirar relajada, pero se le hizo tarea imposible al sentir una mordida por parte del chico en aquella zona. Aquella sensación de dolor hizo que la chica arquera su espalda y con una de sus manos en el cabello del joven, ejerce presión al agarre, ahogando un gemido a dolorido en sus labios. Luego de que la mandíbula del joven suelta la piel de la muchacha, deposita suaves besos y lamidas por el lugar, dejando casi limpia la zona, su rostro se traslada quedando frente a frente con la chica, está con una respiración más agitada y lágrimas corriendo de sus ojos, hasta quedar en los límites de su rostro que demuestra la calentura que lleva. "En serio es esto tan necesario..?" pregunta la joven en voz baja, en un intento de calmar su respiración. El chico mira con una sonrisa, relamiéndose sus labios, limpiando rastro de cualquier hora de aquel líquido rojo, al igual que sus ojos, de un rojo llamativo, con un brillo notable, resultado de la lujuria que emanaba de sí, pero ese no era Ismael, era alguien más morando el cuerpo de aquel chico, si quiera era humano. Luego de ese momento de silencio, el chico se acerca, acabando con la corta distancia que los separaba, uniéndolos en un beso, un beso tan lujurioso como aquella criatura. Entre el jugueteo de sus lenguas que producían un sonido lascivo. En un movimiento rápido, la chica dejó de estar contra la cama, cambiando de lugar con el muchacho, dejando de estar entre las piernas de este, quedando sentada frente a frente con el chico y sus piernas formando una "w" y los besos continuaron, con más velocidad y movimiento en estos, se separaban algunos segundos dónde tomaban aire para continuar. Donde el chico veía extasiado por la mirada de la contraria y con una sonrisa continuaba intercambiando tacto con los suaves labios de la joven, mientras sus manos delineaban la figura de la chica, deteniendo su movimiento para examinar la suavidad de la zona con leves pellizcos o apretones, se detiene al toparse con dos grandes mejillas, las masajeaba y apretaba, haciendo que la joven moviera levemente sus caderas, topándose con un bulto del que emana calor, acojedor y provocador para la chica. Sus movimientos se hicieron cada vez más pronunciados y el chico se limitaba a dejar mordidas y chupetones cerca del cuello de la chica, sintiendo como la presión de dos suaves y blandas mejillas se pegaban y alejaban del pecho del contrario, esto dependiendo del movimiento de la joven. Los gemidos que antes eran de dolor se tornaron en un placer prohibido y peligroso.

Las manos del muchacho se detienen en las piernas de la contraria, ejerciendo presión en estas, haciendo que el movimiento que mantenía se detuviera, la joven se estremecía al sentir el calor de aquel bulto en esa zona y con una respiración agitada y entre cortada se quedó quieta apoyando su cabeza en el hombro del muchacho, que parecía igual de agitado que la chica. Con voz ronca le habla a la joven. "Haz cumplido tu parte del trato, ahora yo cumpliré me parte" termina jalando un poco las piernas de la chica, haciendo que sus intimidades se rocen de manera brusca, robándole un suspiro a la chica y un leve gruñido por parte del joven. Este va aligerando su agarre, y toma a la joven de la cintura levantándola de encima suyo, esta, soltando uno que otro quejido de dolor, mirando de reojo como el chico salía de la cama y acomodaba sus ropas. "Me convenciste, pero no me esfumaré de tu existencia..." dice dando media vuelta regalándole una mirada autoritaria. "... créeme, haré que el destino nos una de nuevo" toma una pausa para luego continuar y empezar a dar pasos en dirección de la joven. "y cuando eso ocurra, no me podrás alejar" dijo tomando del mentón de la chica, haciendo que esta la mirara. "ni aún que me ofrezcas lo más puro de tu ser, eso tenlo por seguro" termina acercando sus labios, dándole un último beso, fugaz como aquel momento en el que sus ojos se conectaron con los de ella, un par de ojos rojos, tan llamativos y relucientes como una llama, y los de la chica, de un negro de que apenas se logra distinguir de la pupila, revelando la profundidad de estos, dónde apenas se asomaba un brillo, que se salta gracias a la obscuridad de estos.

Mantienen un debate entre ellos, haber quien sucumbía primero, lo que parecía que nunca ocurriría, ya que ambos estaban decididos a no dejarse dominar.

El joven suelta una sonrisa en compañía de una leve risa. "Ambos sabemos que eso no va ha pasar tan fácilmente, pero que pasa si un tercero interrumpe con esto?" suelta con media sonrisa, caminado a la salida de la habitación. "Nos vemos, Darling" dice esto último ya fuera de el campo de visión de la joven.

"Habrá que sacarlo del juego" responde en voz baja la femenina.
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Buenas cómo se la pasaron ?

Disfrutaron el capítulo 7w7?

Espero que sí ;3

Tú, mi deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora