Amor entre Rejas

Nueva vida, nuevo infierno...

Apenas el helicóptero aterrizó, Matt volvió y desató mis muñecas. Estas ardían y aún podía sentir las cuerdas alrededor de ellas.

- Es hora de bajar delicia

- Ya me di cuenta.

- Entonses por qué no te paras de tu asiento?

- Crees que es fácil para mi asumir que toda mi vida cambiará para mal?

- Lo asumiras con el tiempo...

- Callate ,tu eres el que trafica, no el traficado...no sabes por lo que estoy pasando.

- Creeme cuando digo que se lo que es ser traficado.

- A que te refieres con eso???

- No era que no querías saber de mi vida problemática?? Pues no te contare mas sobre ella...tan solo levanta tu lindo trasero de la silla.

- Mi que?!?!?

- Jaja bajemos...

Bajamos del helicoptero y una camioneta vieja nos estaba esperando a pocos metros del campo donde habíamos aterrizado.

Matt me tomó del brazo fuertemente mientras el "muro" nos seguía varios metros atrás...

- Matt...duelee

- Shhh... Hago todo esto por tu bien delicia- me dijo el rubio en un susurro.- Disculpa por lo que haré, pero me lo agradecerás luego.

El guapo me llevó hasta la parte trasera del auto-camioneta abrió el candado que lo cerraba con una llave que llevaba en su bolsillo izquierdo.

- Entra de una vez perra- me dijo Matt. Luego me arrojó adentro de la camioneta.

Matt cerró la puerta con candado y se fue. Podía escuchar su voz, la del muro y la de otro hombre a través de la fina pared de chapa que me separaba de los conductores.

Me acurruqué en una esquina de la camioneta, habían algunas cajas pero ninguna ventana...tan solo una pequeña reja en la puerta de atrás del tamaño de un control remoto.

Rodee mis rodillas, cerré los ojos y escondí mi cabeza, todo debía ser un sueño.

Volví a abrir mis ojos cansados de tanto llorar.

- Todo es culpa de Tómas...- susurré- Juro que apenas me libre de esto, lo mataré.

Una lágrima gorda y caliente recorrió mi mejilla, pero no demoré en secarla...

Mis padres me dejaron en un holfanato a los cuatro años, estube sola toda mi vida, mi novio me maltrató, me secuestraron para llevarme a Brasil....soportaré lo que venga, soy lo suficientemente fuerte para resistirlo...

De repente, la camioneta frenó de golpe he hizo que me resbalara y quedará totalmente tirada en el suelo de esta.

Apenas me acomodé  la puerta se abrió, y pude ver al "muro" agarrando del brazo a una chica algo menor que yo.

- Entra ramera!- la agarró de los cabellos y la tiró dentro con migo.

Era pelirroja y sus ojos verdes no paraban de escurrir lágrimas.

El muro cerró la puerta y la pelirroja comenzó a llorar, al parecer no se había percatado de mi precencia.

- Hola- dije suave y tranquilamente.

La pelirroja me miró asustada.

- Quien eres tu??

- Me llamo Marina, pero tranquila, estoy en la misma situación que tú.