Capítulo 4

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Terminé de desayunar y le pregunte a Neil si iba a desayunar algo. A lo cual muy confiado me respondió desde su cuarto con un -No- pero de seguro se detendrá en el Oxxo y se comprará algo. Salí de la cocina para ir a la mesa pequeña de la sala por mi libro de Harry Potter para leer en el carro, en lo que llegamos. Realmente cuando se trataba de hechicería o romance era toda una "Friki"

-Eva. ¿Tienes la ubicación- preguntó desde la cocina

-Sí, la tengo registrada en mí celular-

-¿Celular? Pero si eso es de los años 80's- Rió fuertemente que seguramente despertó al edificio entero

-Cállate Neil, ¿Sigues riendo? Por cierto ¿Qué haces en la cocina? Le dije mientras caminaba en mi cuarto recogiendo y planchando mi bata en la pequeña tabla de planchar portátil que escondo bajo el mueble

-Me preparo un café, ¡Eva! ¿Nos bañamos juntos?-

-Neil, ¿Qué edad tengo?- respondí irónicamente, por suerte el no podía ver lo ruborizada que estaba mi cara

-Tenemos la misma edad 28- respondió saliendo de la cocina
-Exacto no tengo 5 u/o 4 años para que me ayuden a bañarme-

Mientras colocaba el uniforme de la compañía en el perchero del baño.
Me puse a pensar ¿Qué edad tendrá? ¿Por qué nos llamó? ¿Qué sueño quiere? ¿El o ella es casad@? ¿Qué tiene que ver "La luna"? -"Aah"- suspiré son tantas cosas que estaban pasando por mi mente que se me olvidó ponerme el shampoo especial para tener mí cabello siempre suave y sedoso. Al terminar de bañarme me lavé los dientes, me miré al espejo y dije:

-¡Ya sé! Esa persona quiere ir a la luna- *Ay Eva, eres tan lista a veces que bien podrías estar en la NASA* ... ¿Pero qué quiere de la luna?, ¿A qué se deberá que específicamente sea la luna?

-¡Eva! ¿Ya terminaste?- Me habló fuera del baño, pero solo escuche »"Ya terminaste

-Sí, me estoy vistiendo ¿Quieres lavarte los dientes o algo?-
-Sí, además de que deje unas Pastillas ahí- habló apretando los dientes y nervioso
-¿Qué pastillas?- Revisé entre los cajones y me encontré las famosas pastillas -¡Neil Son calmantes!- estás pastillas son muy fuertes.

-Lo sé, una larga Historia...- se escuchó como apoyó su cabeza en la puerta del baño
-No serás ¿Adicto? Le contesté preocupada casi acabando de vestirme

-No de verdad que no, si fuera así. Te contaría sabes que te cuento todo- su tono de voz era tranquilo y calmado.
Neil tendrá millones de defectos como todos los humanos, pero lo conozco demasiado bien, y se que mentir no es su fuerte, es malo mintiendo el viene de una familia muy honesta y humilde, recuerdo que una vez su madre me llamó "Zarrapastrosa" cuando le pregunté cómo se me veía un conjunto de ropa, y cuando entregaba los trabajos siempre se dejaba en ridículo por su gran sinceridad y honestidad

-Bueno- le entregué las pastillas en su mano, mientras me frotaba una mano por el cabello

Neil entró al baño mientras yo me estaba arreglando y poniendo del perfume que me regaló Neil, perdí la noción del tiempo, al mirar al reloj me di cuenta de que tan solo faltaba 10 minutos para las 6:00 A.M. se me fue todo el tiempo arreglándome, no me gusta pintarme demasiado pues voy a trabajar no a una fiesta.
-¡Neil apurate!- Falta poco tiempo. le grité mientras intentaba peinarme con prisa y al aventón

-Eso te grité, mientras te bañabas pero al parecer estabas "En tu mundo" como YO ya estoy listo. Me voy subiendo al automóvil- acto seguido tomé mi libro y mi celular que deje en la mesa y salí mientras yo estaba cerrando la puerta del departamento. Al salir me llene de una inmensa alegría, extrañaba mi amarga rutina y además pensé que así dejaré de hacerme preguntas curiosas acerca de nuestro paciente, ya estoy a nada de conseguir la información que quiero. Paciente nuevo, aquí voy. -Trataré de dar lo mejor de mí para que seas feliz- mencioné cuando salí del pasillo para  apenas bajar las escaleras.

A la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora