Capítulo 17

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Al caminar en ese corto lapso de tiempo sentí un poco de nervios, cabe mencionar que uno jamás sabe que puede pasar, Neil dejó de caminar por alguna extraña razón y yo sin darme cuenta iba caminando cual niño siguiendo una paleta. Cada vez estaba más cerca de Johnny

-¡No, Eva!- gritó

-¿Qué?- perdidamente respondí, mientras tanto trataba de reaccionar

-Ya no es necesario, pues encontré la última pieza cerca de este cuadro de Johnny con una mujer muy linda ahora, vamos, ¡No perdamos tiempo la vida de un paciente es un reloj de arena!- me decía Neil mientras poco a poco reaccionaba.
Si hay algo que odio de Neil es cuando en momentos con tensión tiene esa habilidad asertiva de siempre tener razón, incluso donde se le busque para darle por el lado contrario no hay manera. Caminé a donde Neil.

-Sabes, vi un paraguas abajo a lo mejor es útil- decía Neil pensativamente.
Mientras ambos caminábamos por el tétrico pasillo con cuadros sombreados nos acercamos a las escaleras para bajar, cuando bajamos observé atrás del piano un »Paraguas« que obviamente la primera vez que entramos no noté por mi extraño estado mental. Perdida, me sentía perdida, confundida y nerviosa. "¿Qué demonios me está pasando?, ¿Será que estoy presintiendo algo?" Mi cabeza se encontraba rodeada de preguntas sin respuestas que yo misma pudiera resolverme.

-¡Eva!, ¿Te quedarás parada pensando en mi? O por otro lado ¿Vendrás a verme y tenerme a tu lado?- extendió la mano Neil ruborizándose.
Nos acercamos al paraguas, pero al tocarlo pude sentir la barrera que lo cubría como un campo de fuerza. Como en todos los casos yo prefiero armar y colocar las piezas, pero el lanza las piezas para desactivar la barrera. Neil lanzó por los aires las piezas faltando una última pieza se ajustó los lentes y gritó.

-¡HADOOUUKEEN!- su grito fue tan estridente que pude sentir mi tímpano sangrando.

-¡¿Qué mierda haces?!- enojada le di un suave golpe en su espalda.

-¿Qué?- respondió apenado sacando la lengua dejando entre ver una mirada pícara y realmente con malas intenciones.

-Ugh, ¡Ya basta!. A partir de ahora yo romperé las barreras y armaré todo- traté de responder sin ponerme nerviosa por su mirada.

Al romper la barrera, entramos en el recuerdo y salimos al instante.
Al analizar el lugar intuí que retrocedimos dos años "¿Por qué retrocedemos muy poco?" La vez pasada pasó lo mismo, retrocedimos dos años.
Estamos ubicados en el faro de noche bajo un fuerte diluvio, Neil pasó su mano por detrás subiéndole a mi hombro haciéndome mirar hacia al frente. bajo el fuerte diluvio, estaba Johnny cerca del faro. Johnny lucía igual que el recuerdo pasado pero con pequeños cambios en su apariencia, una de sus manos trataba de mantener fuertemente el paraguas del que salimos.
-Eva, ven avancemos un poco, que la oscuridad del lugar y las gotas que caen del diluvio no me deja distinguir bien el recuerdo- decía Neil esbozando una sonrisa.
Nos acercamos poco a poco y estaba Johnny con el peluche de ornitorrinco en sus pies.

-Honestamente, no creo que este animal tenga derecho a existir- reía Neil haciéndole una mueca de disgusto al peluche ya mencionado.

-El mundo no es lo bastante grande para ustedes dos ¿eh?- pregunté riendo y dejando caer mi cabeza en su duro pero acolchonado hombro

-No, pero me molesta mucho ese animal- respondió entre risas Neil.
Después de estar un rato parados viendo a Johnny, este sacó un pañuelo de su bolsillo del pantalón de vestir para frotar y limpiar unas lágrimas de su rostro.
-¿Acaso se limpió la cara porque lloro, o porque se ha mojado de la lluvia?- preguntó Neil
Yo ignoré a Neil y me acerqué a Johnny cerca del faro y un poco adelante de Johnny se encontraba una tumba: "En memoria de River E. Wyles".

-Oye Neil, cuando me llamaste para que empezaramos con esto, pero la lápida era más vieja y casi no se notaba el nombre y han puesto un cartel con el nombre- Neil agachó la mirada.
-¿Así? Pues por algo pasan las cosas, y pronto sabremos qué pasó aquí- el tono de voz de Neil era quebrado y desanimado.
Brillaba una pieza en la lápida, la tomé y me acerque a lado de John.

-Eva, yo entraré al faro primero-
-Neil, espera, toma una pieza- se la coloqué en su mano, mientras abría la puerta del faro.

-Está... todo listo, River...- Johnny empezó a llorar levemente -Está todo listo, River... al igual que tú, podré cuidarla todos los días... ya no estará sola y ¡Nunca! Entenderé el porqué, pero cumpliré tu deseo...- Johnny empieza a llorar con mucha impotencia mientras se frota la cara con el pañuelo, en ese momento dejó caer el paraguas.

-Estoy seguro de que Anya te lo agradece, también... ¡Pero entiende, cuando yo no esté! ¡¿Quién nos cuidará a nosotros?!- Johnny seguía llorando con mucho dolor y culpa.
Esa escena quedará marcada en mi vida para siempre, ver a John que se dejó caer abrazando la cruz mientras lloraba.
Al no poderlo evitar me agaché para ver a Johnny mientras le daba el paraguas de regreso.
-Johnny te juro por mi alma de mortal que haré todo por ayudarte a cumplir el deseo, no importa cuan difícil sea lo intentaré- sentí un nudo en mi garganta.

Johnny sorprendidamente y con determinación tomó el paraguas y se levantó hacía mi preguntando

-Y... ¿Quién es usted?-
-Me llamo Eva... y yo solo, paseaba por aquí... disculpe la molestia- me sorprendí y me asusto que Johnny pudiera verme pues tengo entendido que Neil apagó la visibilidad e interactividad.
Era imposible que me escuchará, pues el tiempo que llevábamos en este recuerdo Johnny jamás se percató de nosotros ni cuando estuvimos a su lado.
-Oh, hehe- soltó una risilla nerviosa, limpiándose -No importa es bueno que visiten la hermosa vista- al parecer Johnny ignoró cuando me comprometo a cumplirle el deseo, luche por sonreírle pero no pude.
Poco a poco se calmaba el diluvio y se iba haciendo una suave brisa en la noche.
-Perdón que sea entrometida pero, ¿Era ella su esposa?-
-Esto... sí, sí lo fue su nombre era River- respondió Johnny elevando la mirada a la luna y las estrellas.
-Increíble, significa "Rio" ¿Verdad?es un nombre muy especial- pregunté tratando de animar un poco el recuerdo.
-Ella era mi luna y mis estrellas- respondió ignorando lo que dije anteriormente.
Johnny me abrazo llorando.
-¡No tenía que ocurrir!-
-¿Qué cosa?- atenué al abrazo.
-Ella... realmente ella no necesitaba hacerlo- decía Johnny con culpa e impotencia.
Mientras Johnny me abrazaba, apareció en mi mente una clase de "Flashback" mostrando una niña con vestido azul mientras sujetaba un libro y un peluche. Dicha niña apareció en mi mente sonriendo con los ojos cerrados, esa sonrisa quedará marcada a la eternidad. Pues provenía de un rostro pelirrojo muy risueño. "¿Quién será?, ¿Era esto por lo cual me sentía un poco perdida?".

A la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora