Neil caminó por la casa hasta encontrar otra.
-¡Encontré una pieza!-
entonces ya solo restan dos, pensé en ir al acantilado. tenía esperanza de que Johnny me diera una pieza o que ocurriera un recuerdo que los completará.
-Neil, me iré al acantilado a buscar-
caminé y cerca del lago haye las dos piezas restantes por suerte.
-River...- murmuraba Johnny viendo el faro.
Me quedé quieta por varios minutos esperando algún movimiento o cambio, pero al parecer el recuerdo solo llegaba hasta ese punto.
-Neil, ya las tengo- me acerqué a Neil por la espalda.
-Eva, vamos ya a meternos en las aceitunas-
Coloqué las piezas y entramos rápido, en tan solo cuestión de segundos ya estábamos fuera del recuerdo.
El recuerdo ocurre en un bar, las aceitunas se encontraban en la mesa en la cual estaban sentados: Johnny, Isabelle, Nicolás y River.
-Neil, ya estamos a principios de su tercera edad- analicé a Johnny y se veía mucho más joven pero adulto.
-Sí, pero guardemos silencio- respondió sentándose en la mesa que quedaba atrás donde ellos estaban charlando.
Me senté a lado de Neil y pude escuchar como Nicolás hablaba de una manera muy animada.-Así que realmente lo vas a hacer, ¿Eh?-
-¡Sí! la construcción comenzará en unos meses, ha ido un poco ajustado; tuvimos que repartir los gastos, pero con un préstamo y esperanza, lo lograremos- respondió Johnny con regocijo.
-Es increíble, construir la casa de tus sueños en un lugar realmente hermoso- comentó Isabelle
-Su boda fue en el faro cerca de allí, hace años, ¿Verdad?- preguntó Nicolás.
-Eso no es lo que lo hace especial, tenemos una larga historia con ese lugar- respondió Johnny animado.
pude escuchar un beso por parte de ellos.-¡Bueno, es genial tener buenas noticias en una reunión al fin!- gritó Nicolás, al grado que la gente que se encontraba por fuera del Bar debieron haber escuchado su alegría.
-Salud y felicidades, ¡a los dos!- gritó Nicolás.
-Así es, ¡Salud!- respondió Johnny alzando su copa.
después de escuchar el sonido de las copas chocar entre sí, Isabelle se levantó de su asiento.-Vuelvo enseguida, voy a tomar un poco de aire fresco-
-Espera, yo también- añadió River.
Ambas salieron del Bar. después de varios minutos de risas entre Nicolás y Johnny. el ambiente se podía sentir tenso y frío.
-Bueno, amigo, ha pasado bastante tiempo- comentó Nicolás.
-¿Verdad?. quién iba a pensar lo difícil que es viajar por unas pocas ciudades hoy en día- respondió Johnny.
-Esa River, siempre tan callada, ¿Eh?- preguntó Nicolás.
-Eh, de hecho... habla más en casa, y con Isa-
-Bueno, supongo que aún no tiene confianza conmigo. Ja ja, así que soy el malo aquí, ¿Eh?- reía Nicolás.
-Supongo, ja ja- respondió Johnny riendo a la par de Nicolás.
-Oye, ¿Le contaste a River aquello de lo que hablamos, hace tiempo?- preguntó Nicolás convirtiendo al ambiente aún más tenso.
-Sí...- respondió Johnny desanimado
-¿Cómo se lo tomó?- preguntó Nicolás.
-En general, se lo tomó bien... pero algo me preocupa, desde el incidente, ha estado haciendo esos extraños conejos de papel- respondió Johnny muy nervioso.
-¿Cómo?, o sea. ¿Conejos de origami?-
-Eso. montones de ellos- respondió Johnny.
-Ah, yo solía hacer animales de papel para mi hija todo el tiempo... ¿Qué tiene eso de malo? quizá es una forma de aliviar el estrés- Nicolás respondió de una forma muy motivada.
-No creo que sea lo mismo, no ha hecho otras cosas que los mismos conejos, día y noche... la casa en la que estamos por ahora, está literalmente llena de ellos-
-Ya entiendo, ¿Acaso no dijo Isabelle que eso era normal con la dolencia de River?- preguntó Nicolás.
-Sí, pero... pero algo no va bien esta vez... cuando le pregunto al respecto, nunca responde. en cambio, pone esa mirada distante... es como si esperara algo de mí... y lo extraño es que siento que hay algo, como un algo que le debo- Johnny comenzó a titubear con preocupación
-Increíble, ¿Y si ella está tratando de manifestar algo mediante esos conejos?- preguntaba Nicolás mientras se escuchaba como colocaba la copa en la mesa.
-No lo sé, realmente, no lo sé- respondió Johnny
-¿Le preguntaste a Isabelle?- añadió Nicolás con un poco de malestar.
-Sí. me dijo que le habló de eso, pero que no consiguió nada...- Johnny en este punto se encontraba desanimado, podía sentir claramente en su forma de hablar esa tensión y preocupación.
-Bueno, seguramente no soy quien para opinar, pero te diré esto: te conozco desde la escuela, y eres de pensar demasiado las cosas. probablemente te lo estás imaginando, no hay razón para alterarse- respondió Nicolás con dureza.
-Hm... por lo general cuando dice eso, siempre hay algo que anda mal... pero... te daré el beneficio de la duda, tal vez, tengas razón- respondió Johnny.
-Ja ja ¿Tal vez? yo siempre tengo razón, John- río Nicolás.
El recuerdo se congeló un momento y Neil comentó sorprendido.
-Espera, ¿Entonces ni siquiera él sabía que pasaba con esos conejos?-
-Es cierto...- respondí analizando el asunto, pero Neil me desconcentró con su grito estridente.
-Olvida los estúpidos conejos, tenemos problemas mayores. es un recuerdo cerrado, y no hay ningún memento por ningún lado-
-No te preocupes, seguro podemos sonsacarle uno- respondí sonriendo.
-Así, ¿Cómo?- respondió Neil.
-Eso te lo dejo a ti- me acerqué a susurrarle al oído lo que tenía que hacer.
-Bueno, confiaré en ti- respondió Neil parándose y caminando a donde estaba el Barman.
ESTÁS LEYENDO
A la luna
RomanceEn esta historia encarnamos a la Dra. Eva Rosalene y el Dr. Neil Watts. Esta vez, los contrata un anciano llamado "Johnny" que nos cuenta que su último deseo es «ir a la luna». Sin embargo, por más simple que sea el deseo hay un problema... Johnny...