Es probable que no comprendáis mis actos o lo que los motiva, seamos sinceros soy una empresaria de éxito, me siento bien con mi cuerpo, hago mucho ejercicio y visito un psicólogo periódicamente, mi salud mental y física están bien cuidadas; podéis estar tranquilos.
La realidad es que me siento bien cuando me hacen daño, de alguna forma me hace sentir libre, al ser castigada expiro mi culpa, mi remordimiento, si tus actos te provocan arrepentimiento pero eres castigado por ellos entonces la balanza se equilibra, puedes dejar de auto-torturarte, puedes dejar de buscar tu castigo, y llega la paz.
Por otro lado tuve digamos... que una infancia difícil y asocié mal el dolor, no me tengáis pena, tengo muy claro que fuera de este lugar debo imponerme y hacerme respetar pero aquí dentro el dolor es placer, así que no pasa nada si le pido a este vikingo de sonrisa pícara que me pegue más fuerte.
Por otro lado ¿de verdad creéis que no lo he intentado de forma "normal"? ya sabéis a lo que me refiero; intentar buscar el amor, tener relaciones bonitas y delicadas en las que se intenta no herir al otro; ni dentro ni fuera de la cama. Pues bien; sí que lo he intentado, y le quería os lo prometo, le quería muchísimo pero, yo necesitaba que me hablase y me tocase de otra manera en la cama y él necesitaba que yo fuese menos sumisa y más activa, seré breve; el ahora está a punto de casarse con una chica dulce y encantadora, no es que yo no lo sea, pero ella es todo lo que él siempre deseó que fuera yo, lo cual es evidente cada vez que la miro, cada vez que recuerdo que está embarazada; me pongo enferma; me siento culpable por no haber sido lo que el necesitaba y por detestar la idea de que haya encontrado todo lo que yo no tenía en otra persona lo cual es egoísta y volvemos a la culpa.
¿Veis? Necesito un castigo. Pero el castigo me provoca placer, por lo que nunca dejo de sentirme culpable. Que alguien me haga llorar por favor.
¿Hay otra cosa que me mueve el alma sabéis? pero eso jamás expirará mi culpa así que estoy aquí colgada del techo rozando el suelo con las puntas de los pies y a punto de dislocarme un brazo al retorcerme con cada latigazo; espero que las marcas duren al menos una semana o tendré que volver antes de lo previsto; el dolor también es adictivo, cuanto más lo siento más lo necesito.
-¡Aaaaah!
-Tienes mucho aguante para tener un aspecto tan delicado; y gritas pero sientes tanto placer que hay gotas de tus jugos en el suelo y bajando por tus piernas, me estás volviendo loco.
Dicho esto me coge las piernas y las sube lamiendo la cara interios de mis muslos, saborenado mi exitación hasta llegar a mi centro el cual también lame para después morderlo haciendo que me sobresalte, me agarro a las cuerdas que atan mis muñecas y cierro las piernas en torno a su cuello mientras el continúa bebiendo de mi y clavando su dedos en la carne tierna de mis muslos.
-¿Cuando...cuando... va a dejarme probarle amo ?
En ese momento se detiene y mis ojos conectan con los suyos, me mata, no puedo pensar en nada.
-Pensaba hacerlo cuando dejaras de pedírmelo, pero... reconozco que tengo ganas de ver de que son capaces esa boca y esas manitas tuyas.Pídemelo bien, demuéstrame que mi perrita tiene buenos modales.
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Delicado y cruel
RomanceNatalia es una mujer fuerte y decidida, alegre y dulce con sus seres queridos, pero sus relaciones no la complacen, no encuentra el placer sin el dolor físico, hay algo en ella que no está bien, no se siente correcto, no encaja con las normas socia...