lolipop

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-Por favor amo, permitame darle placer- mientras lo digo, no puedo evitar el impulso de cruzar las piernas, aún solo he podido iamgianr en mi mente lo grande que será su polla, y la intriga me esta destrozando. Es más he estado tan perdida en mi placer no me he dado cuenta de que apenas se ha desvestido, tan solo se ha quitado la corbata y la chaqueta del traje, sin embargo la camisa es incapaz de esconder su cuerpo trabajado, la anchura de su espalda y las venas que se marcan en sus antebrazos ddescubiertos lo delatan.

-Dime preciosa ¿Como me llamo?-Devuelvo mi mirada a su sonrisa de labios gruesos y dientes perfectos y me quedo hipnotizada mientras sus manos recorerren mis piernas desde mis tobillos hasta mis caderas-Cual es mi nombre - esta vez su tono de voz demandante me pone la piel de gallina y noto que ha dejado de acaricierme.

-Ares, mi amo os llamais Ares- cpn mi respuesta las caricias regresan pasando por mi estómago y ascendiendo hasta mi pecho vuelvo a fijar la mirada en su boca y veo como se relame antes de descender su boca sobre mi pezón erizado y excitado para morderlo y succionarlo, gimo y me retuerzo.

-Os lo ruego, Ares mi amo- un gemido escapa de mis labios interrumpiendo mis súplicas cuando una la mano que no esta usando para acercar mi pecho a su voca acaba en mi clítoris masajeándolo en círculos, intento recobrar el aliento pero introduce un dedo en mi sexo y me estremezco de placer, finalmete libera mi pezón de su boca y con las dos manos libres comienza a masajear mi clítoris al tiempo que suma otro dedo  en el interior de mi vagina. Cierro los ojos presa del placer pero en ese momento me azota, lo que me hace abrir los ojos.

-Nunca cierres los ojos conmigo, no mientras te estoy danod placer, no mientras te hago mia ¿Te queda claro ? 

-Sí amo Ares, no volveré a cerrar los ojos

-Buena chica, ahora voy a soltarte y queiro que me demuestres con tu boca cuanto deseas mi polla en tu coñito.- Me desata miestras me sostinen pegada a su cuerpo para que no caiga contra el suelo y el calor de su cuerpo junto con su olor me resultan terriblememte tentadores. cuando me deposita sobre el suelo me arrodillo ante el deseperada.

Empeiezo a desabrochar sus pantalones y  botón a botón voy descubriendo la piel clara cubierta de bello rojizo. Cuando termino de descubrir su erección me tomo un momento; no lleva calzoncillos, me maravillo ante su tamaño; el glande rosado y su grosor que me estremeciera en anticipación, es enorme y hace que me vuelva loca. 

Ares sostiene mi larga melena con una mano mientras amasa alternativamente mis pechos acariciando suavemente mis sensibles pezones antes de pellizcarlos; cada pellizco es un disparo de placer en mis nervios; hace contacto visual conmigo e introduzceo su increíble polla en mi boca, deseo torturarlo tentarlo con el placer que el me niega.

Acaricio la punta de su polla con mi lengua mojándola bien antes de besarla y engullirla entera, tal y como deseo que entre en mi coño; hasta el fondo sin piedad, acaricio sus pelotas con una mano mientras con la otra me agarro a su culo para no caerme cuando el instinto le llevaba a envestir en mi boca, mis labios hinchados le acarician proporcionándole tanto placer que termina apoyándose levemente en la pared tras él incapaz de aguantar de pie; sus piernas se tensaban cuando tirándome del pelo sacó su enorme polla de mi boca.

-Quiero ver mi polla entre tus hermosas tetas, que tus pezones acaricien las venas hinchadas mientras se frota contra ellas.

-Sí amo

Contesto encantada, su voz rasposa me encandila y sus palabras me queman necesito a este hombre tan cerca de mi como sea posible. Hago lo que me pide y coloco su polla entre mis pechos, empiezo a hacerle una cubana mientras le miro a los ojos y veo como se oscurecen sus pupilas, sus pupilas dilatadas por el deseo y su cabello desordenado le dan un aspecto slavaje mientras me  contempla en completo éxtasis.

se relame los labios y tras suspirar me dice algo que ya sé.

-Necesito correrme, y quiero follarte; mi perra se ha portado muy bien, y se merecee una recompensa- se agacha y su barba incipiente roza mi mejilla cuando me susurra - voy a reventarte ese coñito tan dulce que tienes- cuando se incorpora veo que ha empezado a desabrocharse la camisa revelando un cuerpo digno de una escueltura griega, con unos abdominales perfectamenete marcados hasta la uve de su bajo vientre de donde sale su polla dura y erecta,  un pecho fuerte y brazos con los que estoy segura de que me podría follar sosteniendome en el aire; este hombre podría ser mi nueva religión.


Delicado y cruelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora