T《h》E O - [Freebat/Breddy]

Juntos

Todo lo que había ocurrido el día anterior no había permitido a Freddy dormir tranquilamente, su vida había cambiado bastante en apenas una semana, tenía un nuevo hermano—aunque prefería no llamarlo así—, era técnicamente un superhéroe y ahora era miembro del equipo de superhéroes que comenzó a admirar desde habían derrotado a Steppenwolf.
Aunque había una cosa que no había cambiado, lamentablemente
—¿A dónde vas Freeman?, ¿Tu nuevos súper amigos te esperan?— Brett y Burke Breyer, el dolor de trasero con el que Freddy debía lidiar desde que había entrado a esa escuela.

Freddy pensó que haber tenido un almuerzo con Shazam—mejor conocido como "Ciclón Rojo" por sus compañeros, quienes aún no conocían su nombre Real—y Supeman lo haría ver como alguien cool e interesante, pero puede que haya empeorado las cosas.
Muchos creían que ambos héroes solo habían acompañado a Freddy por lástima, no por ser alguien especial o cercano a ellos, además de que creían que solamente sus hermanos se sentaran con él era ridículo. Pero a Freddy no le importaba, ese era probablemente el momento más feliz en su vida, el haber compartido un almuerzo con su familia y su héroe favorito... y su nuevo héroe favorito.

Los Breyer seguían a Freddy durante el cambio de clase, no sabía sus razones, aunque normalmente no tenían una, era su diversión. Ellos solamente se aprovechaban de Freddy porque lo veían como alguien indefenso, débil, incapaz de defenderse por sí mismo
—Responde Freeman— Brett lo tomó con fuerza de su abrigo

Normalmente Freddy respondería con algún insulto inteligente, pero ahora no se sentía con la energía para hacerlo
—Así que no quieres hablar— Burke le dio un fuerte puñetazo a Freddy en el estómago, dejándolo sin aire, provocando que en el suelo, para que después ambos comenzaran a patearlo.
Quería pedir ayuda, pero tanto el dolor de los golpes como el sentimiento de querer poder valerse por sí mismo se lo impedían; además de que no había nadie alrededor.

La campana que anunciaba el inicio de clase sonó, los Breyer corrieron del lugar para entrar a su clase, dejando a un muy lastimado Freddy en el suelo.
Muchas personas pasaban por el lugar, pero nadie lo ayudaba, lo más que hacían eran verlo con lástima o incluso asco.
Freddy logró reconocer un par de zapatos familiares que se pararon frente a él, era Billy
—Maldita sea— Billy se quejó en voz baja.
Estaba enojado, no era difícil asumir que los Breyer fueron los responsables, pero también se enojó con él mismo por no haber podido evitar que eso pasara.
Freddy sintió como perdía poco a poco la consciencia, hasta quedar completamente dormido.

Una brisa helada recorrió su cuerpo, provocando que despertara de su sueño.
Ya no estaba en la escuela, estaba recostado sobre una especie de superficie metálica, cubierto con un abrigo, en un lugar que le parecía familiar pero que no reconocía del todo
—Por fin despiertas— Billy se acercó y tomó asiento junto a él

—¿Dónde estamos?— Freddy se levantó con malestar, su cuerpo aún le dolía tras la golpiza que había recibido —Espera, ¿no deberíamos estar en clase?