4. Sin instinto [술레이]

DOS

EL CONDENADO HIJO DE LA LUNA

— Él estará bien, solo necesita descansar y recuperar energía. El chico está en peor estado de lo que encontramos a KyungSoo. — JunMyeon escuchó atentamente las palabras del doctor Kim.

Algo en su pecho no lo dejaba estar tranquilo. Desde aquella noche hace tres lunas la situación más indescriptible por la que hubiera atravesado suscitó enfrente de sus ojos, un hombre miserable había muerto entre los colmillos de JongIn y por su fuera poco, encontraron a decenas de Omegas cambia forma viviendo en la peor de las miserias. Malditamente se sentía tan mal, una emoción amarga en su garganta le obstruía su correcta respiración ¿qué clase de enfermo tenía a tantos hombres y mujeres viviendo así?

Todos tenían marcas sobre la piel, sangre seca brotando de las cicatrices y el miedo más ensordecedor brillando en cada par de ojos que lo observaban. Pero había alguien que a JunMyeon le pareció cual luz en medio de la oscuridad. No sabe bien como explicar que fue lo que sintió en el preciso momento en que sus ojos se toparon con la frágil figura entre las garras de aquel asqueroso Alfa.

Un chico sin expresión alguna, inerte ante la posibilidad de ser rebanado por la garganta, estaba tan delgado que daba la impresión de poder romperlo, su cabello oscuro caía por su frente y su mirada parecía pérdida y aun así parecía un ser de otro mundo, tan bello en su fragilidad y tan deslumbrante en la oscuridad. A JunMyeon le nació un sentimiento tal ajeno a él, extrañó y sin comparación alguna... Un sentimiento de protección enfermiza al ver a aquel joven en peligro, fue simplemente una ira incontable.

Cuando fue su momento de traspasar los límites de aquella aldea su furia rugió en contra del despiadado animal. El miedo que experimento al ver al chico cayendo cual peso muerto cuando las rocas comenzaron a moverse y la tierra temblar, era algo que en la vida quisiera volver a experimentar.

Pero ahora, después de largos días de luchar para llevar a todos los Omegas hasta la aldea y tener al chico inconsciente, que ahora sabía se llamaba YiXing, sobre el lomo de su lobo fue de alguna manera una esperanza de que todo saldrá bien... De cierta forma, tal vez lo haría.

No pidió explicaciones, no exigió que le contarán que le había pasado al muchacho para actuar de esa manera, porque en ese momento ni siquiera pensó en eso, lo único que quería era verlo despierto, verlo sano y escuchar que todo estaba bien.

Pero ya habían pasado días desde que no despertaba y se estaba preocupado a niveles estratosféricos. Ni KyungSoo, ni su hermano MinHo le querían contar que sucedía y él realmente no sé atrevía a ir con aquellos Omegas y preguntar. No tenía el derecho y creía que tal vez no fuera grata su presencia, como cuando KyungSoo había llegado a la manada y no podía siquiera estar cerca de algún lobo Alfa sin temblar de pánico.

Desgraciadamente, podía comprender su miedo. El también estaría aterrado si hubiera pasado por todas las desgracias que ellos tuvieron que pasar. Era una tragedia, que le hubiera encanto detener hace muchísimos años.

Pero joder, el hubiera no existe y en esos precisos momentos lo único que necesitaba era saber con urgencia irracional, un poco más de aquel chico que ni siquiera tenía algún aroma natural emanado de su cuerpo.

— ¿Cuándo cree que despierte? — preguntó KyungSoo con cautela. JunMyeon podía ver la angustia en su semblante y una pequeña parte de su ser, envidio que al menos KyungSoo tuviera a alguien junto a él que le daba el soporte para manejar la situación.

Jamás ha sentido envida por lo que los demás poseen, pero era natural que en algunos momentos de su vida añoraba sentir el amor que sus amigos tenían con sus parejas. Solo... Un poco.