CUANDO LA BONDAD CALLA, LA MALDAD GRITA
— ¡Voy a preguntar una maldita vez más! ¡¿Dónde mierda está esa perra?! — el grito enervado que destilaba litros de rabia rasgo el espeso y sinuoso silencio.
Las personas dentro de la pequeña habitación temblaron, pero nadie dijo nada, los ojos desorbitados del Alfa brillaron con un rojo intenso y un gruñido gutural salió desde su garganta.
Con un rápido movimiento el Alfa tomó a un pequeño chico por los cabellos, el férreo agarre parecía ser insoportable, pero así el dolor fuera mortal, el joven jamás se quejaría, jamás gritaría, jamás haría nada... porque no podía.
Zhang YiXing no fue así siempre, parecía ser un chico normal, un futuro Omega de lo más hermoso, pero el día de su cumpleaños número diecinueve, su vida se transformó para siempre. Su cambio nunca sucedió... y lo demás es historia.
Ahora acaba de regresar de un viaje con su Alfa; era realmente extraño el día en que el hombre salía de los límites, además, era el único que podía cruzar hacia el exterior. Cuando se emprendía en los largos viajes siempre se llevaba a alguien consigo.
Esa vez había sido turno de YiXing, dentro de su mente todo parecía normal, KyungSoo lo abrazó tan fuerte que aunque no haya podido corresponderle su corazón se calentó de amor por ese pequeño. MinHo lo pegó contra su pecho y al oído le susurró; ten cuidado.
Después, solo recuerda que una pesada correa de acero fue cernida sobre su cuello y una venda oscura le tapo la visión; cuando su torpe cuerpo fue alado bruscamente supo el momento exacto en el que llegaron a los límites. Cuando estaba cerca extrañamente lo sabía, era como si una energía tan pesada fuera capaz de sacudirlo, pero nunca descubrió porqué.
Tres días de un cansado viaje terminaron más tarde de lo que creyó y cuando la venda fue retirada sus pequeños ojitos brillaron en confusión. Frente a él, un enorme castillo de piedras se alzaba altanero, parecía ser una tétrica construcción, algo de ese lugar le apremiaba por irse; pero no podía hacer que su cuerpo corriera.
— Muévete idiota. — bramó su Alfa. Torpemente pudo coordinar sus pasos para evitar que la cadena le hiciera daño.
Cuando entraron por la enorme puerta principal, un hombre joven de rasgos duros, vestido con una pesada capa negra y con los ojos más oscuros que hubiera visto, los recibió sin gracia.
— Llegas tarde. — Su Alfa no se inmutó por el gélido comentario, pero las voces dentro de su cabeza por primera vez en años estuvieron de acuerdo en que tenía que huir.
— Si es tan tarde, entonces solo dame lo que quiero y me iré de aquí. —
— No me tientes Lee; tu suerte está pendiendo de un hilo muy delgado. — YiXing podía ver la molestia en sus ojos.
— Tú padre me debe lealtad — aseveró bruscamente
— Mi padre está muerto, y si sigo dándote protección es por el honor familiar. — más rápido que un rayo aquel chico de pintas misteriosas se acercó hasta su Alfa, lo tomó del cuello y amenazadoramente le susurró. — pero el honor es tan fácil de romper ¿no lo crees? — El sonido de la dificultosa respiración inundó los oídos del pequeño chico. Y cuando creyó que estaba a punto de asfixiar al lobo mayor, lo soltó. — Sígueme, que no tengo todo el día. —
Segundos después de recuperar el aire, el mayor sujetó la correa de YiXing y está se tensó, era una clara indicación de que tenía que moverse. Entraron a una habitación, parecía tan normal, estaba casi vacía, acepción de estanterías repletas de libros y un chico demasiado alto, sus facciones afiladas podían hacerlo parecer un tipo peligroso pero sus ojos decían otra cosa y YiXing se sintió ligeramente mejor.
— ¿Vas a dejar a ese niño aquí? — preguntó el hombre que los recibió viéndolo a él.
Las facciones de su cara no mostraron nada, pero el miedo lo estaba carcomiendo lentamente.
— Ni siquiera puede hablar, es un estúpido que no entiende ni lo más básico. — y como si fuera suficiente el tipo prosiguió.
— Bien, entonces antes de que te de este nuevo conjuro debes saber un par de cosas; primero, la barrera estará totalmente ligada a tu fuerza vital, si eres lo suficientemente poderoso matara a cualquiera que intente pasarla; y segundo, en el preciso momento en el que te transformes en tu bestia el hechizo desaparecerá. —
Una ira hirviente nació desde lo más profundo de la garganta del Alfa. — Ese no era el jodido trato. — bramó furioso, pero ninguno de los otros dos hombres se inmutó.
— Tómalo o déjalo, no me interesa tus asuntos. —
El lobo no dijo nada, asintió con resistencia y YiXing vio cómo este era tomado por ambos lados de su cabeza y sus ojos se coloreaban de un rojo escarlata tan espeso como la sangre y los negros ojos del otro hombre desprendieron un brillo tenebroso y oscuro. El lobo se sacudió y después todo pareció volver a la normalidad.
— Está hecho, más te vale salir lo más rápido que puedas. Tu presencia me está molestando. — pronunció con lo que parecía ser asco.
Los dos tipos se fueron primero y cuando el lobo mayor tomó su correa para salir, YiXing pudo ver cómo tomaba una bonita cadena de plata, parecía ser un reloj pequeño con incrustaciones brillantes. Estaba seguro que eso no le pertenecía pero obviamente no pudo decir nada.
Creyó que esa sería la última vez que vería a esos dos extraños sujetos, pero en algún punto del tiempo, el chico que parecía ser el más joven, había merodeado por los límites de la aldea. Parecía que el único que pudo verlo fue él y aunque el semblante de aquel mágico ser, podría rozar con la serio y tenebroso, sabía que no era peligroso. Solo se quedaba allí, mirando a su alrededor, observando y analizando sin hacer nada más.
Cuando regresaron a la aldea se topó con la sorpresa de que KyungSoo había podido escapar; el pelinegro sintió una mezcla de emociones tan difíciles de descifrar; era tal vez tristeza de saber que ya no vería a su mejor amigo, alegría de saber que una nueva vida le espera, sorpresa de solo pensar que pudo huir a pesar de saber que existía alguna clase de barrera que impedía a cualquiera salir y una pequeña parte de su corazón, sentían la envidia porque él también quería la libertad... ¿Pero para qué? No podría hacer nada con ella después de todo.
Aun así, su alegría superó cualquier otra cosa, KyungSoo era el chico más dulce que tuvo la dicha de conocer, lo cuidaba, siempre estaba ahí para él, no lo trataba como si fuera un estúpido y siempre se sacrificaba por los demás, se ofrecía a recibir sus castigos y el Alfa tan satisfecho de tener a un chico que si gritara cuando era azotado, aceptaba dichoso.
Las primeras semanas después de la desaparición de KyungSoo, el Alfa se volvió loco, bramaba, escupía y golpeaba a todo el mundo. MinHo fue torturado para hablar, pero nunca lo mató. El hombre sabía que necesitaba a MinHo y no podía deshacerse de él.
Pero después de un tiempo paró, se imaginó que KyungSoo jamás sobreviviría afuera y lo más seguro era que hubiera muerto. YiXing rogaba al cielo que eso no fuera verdad.
Y gracias a la Diosa Luna, fue una mentira. KyungSoo estaba vivo y había regresado por ellos.
Fue un momento de su vida demasiado confuso, de un momento a otro era arrastrado a fuera de la casa comunal con un cuchillo peligrosamente cerca de su garganta, cualquier movimiento en falso y estaría muerto.
Las cosas se descontrolaron cuando KyungSoo atravesó los límites como si nada se lo impidiera.
Los ladridos, las garras y los dientes fueron los actores principales, MinHo estaba atado en su forma de lobo y en algún punto de la escena cayó rendido por la debilidad que le provocaba estar luchando en vano. Cuando creyó que no viviría para ver el final, una sacudida violenta de la tierra hizo que pudiera sacarse del agarre del Alfa y cuando la oscuridad lo estaba alcanzando tras golpearse la cabeza, el asqueroso sonido que producían los huesos al romperse y la sangre gorgotear llenó el frío silencio.
Todo podría haber terminado. Ese fue su último pensamiento.
🍀🍀🍀
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4. Sin instinto [술레이]
Werewolf"Si no decides ahora, jamás podrás salir de tu propia prisión." "!Pero no sé que quieren que decida! ¡Por favor, necesito que me ayuden!" "Elige tu instinto, YiXing." Perdido en su propia mente, Zang YiXing deberá luchar contra sus demonios para po...