POV-poche
Escuché el sonido de la campana de la escuela, me estiré y bostecé.
Ese día estúpido por fin había terminado, arreglé la mochila y me levanté.
- Poche, ¿vamos a por el bus juntas?
- Obviamente, su majestad
Calle se rió entre dientes y juntas dejamos la estructura a la que durante cinco años llamaríamos "escuela", y luego nos dirigimos a la parada.
- Entonces, ¿estás memorizando el camino?
- Creo que sí... creo...
Calle se rió de nuevo. A decir verdad, la ruta era más simple de lo que pensaba, pero por como era, me habría perdido después de dos pasos.
Llegamos a la parada del autobús y lo esperamos en silencio.
Después de 10 minutos, vi el autobús, le hice señas para que se detuviera y observé la escena en el interior.
Llenísimo, como siempre, obviamente.
Suspiré y entré en el autobús, seguida por Calle.
- Adoro viajar de pie.
- Sí, sí, yo también, absolutamente.
Pero la resignación de estar de pie no nos impidió charlar. En esos cuarenta y cinco minutos de viaje, tuve la oportunidad de conocer a Daniela Calle.
Hablamos de nuestras familias, descubrí que Calle se había mudado recientemente a mi ciudad, eso explicaba por qué nunca la había visto antes. No lo dijo con claridad, pero me dejó claro que no tenía amigos, y por la forma en que me miraba, no se arrepentiría si yo lo solucionaba de inmediato.
Durante ese viaje nos reímos y bromeamos, pero desafortunadamente llegó la hora de decir adiós.
Ella me saludó cálidamente, con un "Hasta mañana", como una especie de promesa, como si, no sé, como si quisiera verme. La saludé a su vez, y bajé del autobús, yendo hacia casa.
POV-Calle
Poche salió y yo hice lo mismo dos paradas más tarde. Realmente me había gustado hablar con ella, era como si la conociera de toda la vida...
Después de cinco minutos llegué a casa, saludé a mi madre y comencé a comer.
Cuando termine de comer subí a mi cuarto a descansar. Me metí debajo de las mantas y me froté los ojos.
"Bueno, buenas noches Calle" y me deslicé en un sueño tranquilo.
