Catástrofe con final feliz

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Christian PDV

Como dijo Ana, al día siguiente se fue porque tenía cosas que hacer con Kate y me dijo que no nos volveríamos a ver hasta dentro de una semana, por lo menos. Dijo que necesitaba preparar todo lo de la universidad; papeles, material, libros...y que lo haría con sus amigos.

Antes de irse me dijo que esta semana me serviría para pensar y aclarar las cosas, que aprovechara el tiempo. 

Durante dicha semana, lo único que hice fue trabajar. Me levantaba todos los días a las siete y media para estar en la empresa a las ocho y media. Estaba en mi oficina desde las ocho y media hasta las dos; hora en la cual, salía a comer. Después regresaba y estaba una o dos horas más revisando más documentos o escuchando propuestas o asistiendo a alguna reunión. A veces era difícil concentrarse porque no podía dejar de pensar en Ana y me preguntaba qué estaría haciendo en ese momento. Pensé en escribirla, pero como lo hice el día anterior y no me contestó, supuse que solo los leía y no me contestaba porque esperaba que esta semana me sirviera para pensar.

La semana se cumplió y Ana no apareció. Intenté contactar con ella, pero no me respondía. Estaba un poco angustiado porque pensé que le había pasado algo, hasta que recibí una llamada suya.

Llamada telefónica

- Christian

- Anastasia, al fin. ¿Por qué no contestabas a mis llamadas?

- Lo siento. He estado muy ocupada

- ¿Tanto?

- Sí. Hubo un problema en el apartamento. Al vecino de arriba se le rompió una cañería y cuando llegamos estaba todo inundado. Estuvimos achicando agua por horas, pero el agua no paraba de caer

- ¿Por qué no llamasteis al vecino?

- Lo intentamos, pero en ese momento no estaba, por lo que, no podíamos cerrar la llave de paso. Cuando apareció, el piso estaba totalmente inundado

- ¿Qué va a pasar ahora?

- No podremos volver a ese piso hasta dentro de unos meses por lo menos. El agua levantó toda la tarima del suelo, por lo que la tienen que sacar entera y esperar a que se seque el suelo para poder poner una nueva. Las paredes se mojaron un montón, por lo que también tienen que esperar a que se seque para poder volver a pintar todo el piso. Además, algunos muebles están inservibles. El agua ha hecho que la madera se hinche, así que, va haber que tirarlos. Tendrías que ver cómo está el techo. Creo que es lo que peor está

- Entonces...

- Vuelvo a casa

Fin llamada telefónica

Al día siguiente después de la llamada Ana volvió a casa.

El ascensor pita, por lo que Ana está aquí.

- He vuelto

Me acerco a ella, agarro su nuca y acerco sus labios a los míos.

- Guau. Veo que alguien me ha echado de menos. Primero, deja que acomode todo esto en mi habitación y después ya "hablamos"

- ¿Esto es todo?

- Qué va. Taylor y el conserje se encargarán de subir el resto. Yo mientras tanto colocaré lo que ya he subido

- ¿Quieres que te ayude?

- No hace falta. No tardaré mucho

Le ayudo a subir lo que ella subió con ella en el ascensor y bajo al salón para dejarla que coloque todo donde estaba antes.

Me siento en el sofá y espero a que baje. 

- Ya estoy aquí. Veo que ya van subiendo las cosas. Entonces continuaré colocando

- Déjame ayudarte

- Si insistes

Le voy subiendo las cajas poco a poco para que ella las vaya abriendo y colocando lo que haya dentro.

- Esta es la última

- Genial

Después de colocar todo bajamos a comer.

- Gail nos ha dejado la comida en el frigorífico

- ¿No está?

- Se fue a visitar a su tía ayer. Volverá pasado mañana

Después de comer decidimos ver una peli en el salón. Elegimos una al azar.

Después de una hora de peli me doy cuenta que no me estoy enterando de nada. No paro de mirar a Anastasia morderse el labio constantemente.

- Deja de hacer eso

- ¿El qué?

- Eso. Morderte el labio constantemente

- ¿Te molesta?

- Mucho

- ¿Por qué?

- Porque me dan ganas de morderlo a mí también

- ¿Y por qué no lo haces?

La miro morderse el labio y ya no puedo aguantarlo ni un minuto más. Me lanzo a sus labios y los muerdo. La tumbo en el sofá y me posiciono encima de ella. Separo sus piernas con las mías y las meto entre las de ella. Masajeo uno de sus pechos por encima de la camiseta con una de mis manos. Ella gime. Beso su cuello con mis labios repartiendo besos hasta casi aproximarme a donde están sus pechos.

Aproxima sus manos al borde de mi camiseta y me la saca.

Agarro su cuerpo y lo levanto pegándolo al mío. Ella enrolla sus piernas alrededor de mi cuerpo y yo pongo mis manos debajo de su culo apretándolo. Ella vuelve a gemir.

- ¿A dónde vamos?

- A mi habitación

Mi tutor legalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora