Capítulo 7.

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"Muy buen tiro Billie!" chocó los cinco con la pequeña, cuando ella logró derribar un palo de los bolos "Estoy orgullosa, eres mucho mejor que yo en esto" le sonrió

"Fue mi mejor tiro, señorita!" le sonrió dulce "me encantaría contarle a mi mami" pensó en voz alta

"B-bueno, puedes contarle a tu papi..."

"No es lo mismo... mi papi está ocupado jugando a los bolos con mis tíos y se ve feliz... me gusta que papi esté feliz, odio verlo triste... sobretodo cuando llora por esa tal Amy..." la eriza intentaba pensar una excusa para cambiar de tema rápido "...señorita?" llamó luego de un tiempo

"¿Sí?"

"¿Usted conoció a mi mami, no es cierto?" preguntó con una pequeña luz de esperanza

"...sí" afirmó con un leve tono de duda al final, rogando para que la conversación no vaya por donde obviamente iba a ir

"¿Cómo era?" preguntó rápidamente "Mi papi solo me dice que era bonita como yo, ¿Eso significa que es como una yo pero alta y grande?" comenzó

"b-bueno--"

le interrumpió "No le digas a mi papi, a él no le gusta hablar mucho de ella, pero yo hice dibujos pensando como sería mi mami!" le susurró, con una suave sonrisa "yo-yo... me gustaría saber como es ella... y poder decirles a todos! Gimena y sus amigos me molestan porque no tengo mami... y no es así! Yo sé que tengo! Y que ella me ama! Algún día la voy a conocer y... la voy a abrazar muy fuerte..." mencionó mientras se daba un suave abrazo a sí misma, cerrando sus ojos, quizás imaginando

Intentó ocultarlo lo mejor posible. Pero una lágrima imprevista cayó por su mejilla, para su suerte, la pequeña no la vió.
Tenía tantas ganas de abrazarla, de decirle quién era, de poder recuperar todos esos años perdidos... pero sabía que si lo hacía, traería solo más y más problemas. Y eso le estaba pesando el alma.
Respiró hondo, intentando calmar su llanto y ser fuerte.

"Entonces... ¿puedes decirme como era?" la miró con una sonrisa, algo débil

Estaba contra la espada y la pared. No podía decirle. Pero tampoco podía echarle la culpa al erizo por ello, no quería arruinar la relación que tenía con su hija. Y... si se quedaba callada, era claro que iba a salir perjudicada ella. Debía pensar con cuidado sus palabras.

"Escucha, pequeña..." se agachó a su altura "...me temo que yo no puedo decirte a menos--"

Frenó al ver como la niña fruncía de a poco su ceño. Empezó a sentir como un sudor frío caía por su cuerpo. La niña apretó los puños, bajando su mirada, para luego levantarla y mirarla, enojada, mientras lágrimas caían por sus mejillas.

"...creí que eras d-diferente." comenzó, ya soltando un pequeño sollozo "creí que... podrías darme respuestas... pero... solo eres igual que los demás." se limpió una lágrima con su muñeca "¿m-mi mami es mala? ¿P-Por eso no quieren d-decirme quién es? ...¿mi mami me odia, verdad, señorita? ¿Por eso es que nadie quiere decirme nada? ¿M-Mis compañeros... tienen razón? ¿E-Ella... no me quiere?" su voz se empezaba a quebrajar más y más, sollozando, y temiendo lo peor "¿...me...abandonó...?" murmuró por lo bajo, para quedarse sin aire mientras se quedaba mirando a un lugar fijo, la eriza intentó acercarse a consolarla pero la apartó, mirándola seria "...mi mami... me abandonó.... v-verdad!?" lágrimas y lágrimas resbalaban por sus mejillas

"No! Escucha, si me dejaras explicar..." intentó comenzar, nerviosa, no estaba preparada para esto

"No!! Eres igual que todos!!!" le gritó, en un sollozo desesperado "e-eres... ERES MALA!!" le recriminó, eso le pesaba más, porque la eriza era genuinamente su madre... y sí la había abandonado "PAPI!!" chilló, intentando que el erizo viniera

Él estaba apunto de lanzar. Pero el grito de su hija lo desconcertó y su tiro fue directo a la canaleta. Preocupado, miró a su hija, que estaba explotando en lágrimas. Fue corriendo hacía ahí y la alzó, abrazandola.

"¿¡Qué sucedió!?" preguntó mientras secaba con una servilleta las lágrimas de su hija

tomó aire para comenzar, pero fue callada "E-Ella es mala!!" escuchó, le dolía que su propia hija le dijera eso

Automáticamente recibió una mirada de odio y rencor del erizo. ¿Ahora qué le había dicho a su niña? Quizás no había sido buena idea dejarle una segunda oportunidad. Esa eriza nunca cambiaría.
Pero mantuvo su semblante sereno como prioridad.

"Escucha, mi amor, tranquila..." calmó a su hija "será mejor que volvamos a nuestra casa." le habló con un tono seco a la rosada, la cuál simplemente quería estallar en emociones, todo pasó tan rápido y no le dejaban explicar siquiera, terminó asintiendo levemente.

[...]

La tensión se sentía en el ambiente. Ya era de noche y todo el final del día lo habían transcurrido en un silencio pesado.
Sabía perfectamente, que, cuando la pequeña se durmiera, la echaría de la casa, como mínimo.
Se preguntaba si, por lo menos, le dejaría dar explicaciones. Pero un nudo en la garganta se hacía presente, sabría que el erizo no le creería. Estaba acabada, miró como él subía por las escaleras a su hija en brazos, la cual ya yacía dormida en estos, hasta perderse en el piso de arriba.
Suspiró con pesadez.
Ella no esperaba esto. Esperaba que todo saliera... diferente. Esperaba... esperaba, por fin, haber tomado una decisión coherente en su miserable vida.

Pero estaba equivocada.

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NO ME MATEN POR LA TARDANZA-
Me llenaron de cosas del colegio, en serio disculpen!
Les juro que solté lágrimas al escribir esto, igual que spagoniia (mi segunda escritora, siganla ahem)

En fin, los leo en el siguiente!,, [💘]

Recuperando lo que perdí ❱SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora