¿Me escuchas, princesa?

Capítulo 3

Estamos mirando tik tok en su móvil juntos, y no podemos evitar criticar a todas esas parejas tan felices, que asco el estar solteros.

- Adán

- Lai – me mira fijamente, como esperando a que le diga algo importante.

- Te tienes que ir, mi madre pronto me llamara para cenar y dudo que le haga gracia verte aquí – se empieza a reír, me da un beso en la mejilla y no pasan ni dos segundos y ya esta en el suelo de mi jardín.

Me mira, yo le miro y le mando un beso, el hace como que lo coge y se toca el corazón, y acto seguido se va a su casa, que bueno, esta a dos calles así que no andará mucho.

La verdad es que lo necesitaba de verdad, me encuentro mucho mejor, así que decido coger mi móvil que lo tengo en un cajón durante dos días. No hay mejor forma de desconectar que esa.

Tarda unos minutos en encenderse y cargarse todos los mensajes, y veo que no hay muchas novedades nuevas, solo unos veinte mensajes y llamadas de Adán, y otros 100 de mis amigas.

Me meto en Instagram y me pongo al día con los estados de las personas, después me levanto de la cama y me voy a al salón, me parece raro que mi madre no me haya gritado para ir a cenar.

- ¿Mamá? ¿Rebe?

- Laila estamos aquí, haciendo cookies – la voz chillona de mi hermana hace que me dirija a la cocina.

Están las dos con manchas en la cara de harina, no puedo evitar sonreír, están muy graciosas. Mi madre y hermana perciben mi presencia, dirigen su mirada hacia mi

- Ve poniendo la mesa, que nosotras estamos casi.

- ¿Y eso que estáis haciendo cookies? – les digo mientras cojo los cubiertos y los voy poniendo la en la mesa de la cocina, pequeña pero perfecta para las tres.

- Es que mañana vienen unos amigos de tu hermana, y pues estamos haciendo algo para merendar

- Uyuyuy amigos – le doy un codazo a mi hermana

- Laila! No le pegues codazos a tu hermana – uy pobre su princesita ha sido tocada, odio cuando mi madre se pone así.

- Y para tu información va a venir mi novio y mis amigas, así que no se qué me estas insinuando- verdad, se me olvidó, ella con 13 años tenia novio, y yo con 16 estaba soltera.

Termino de poner la mesa, mientras me rió, que pena que mañana haya quedado con mis amigas, sino le habría hecho la estancia imposible a ese "novio". Cosas de hermanas.