Me levanto de mi cama de un salto, ¡maldito teléfono que no me ha sonado!, mucha marca Apple, pero hay veces que me desespera.
Me voy al espejo que tengo encima de mi cómoda blanca, y me echo rímel en mis pestañas, un poco de gloss... ¡perfecta! Rápidamente me pongo unos shorts y un top que me cubren los hombros y deja a descubierto mi barriguita, la cual me trabajo todos los días para lucirla, odio a esas chicas que dicen que no trabajan nada el abdomen y lo tienen perfecto.
A los pocos minutos llego a un banco blanco, con vistas a toda la ciudad de Madrid, y a los pocos segundos noto la respiración de mis dos mejores amigas en mi oreja.
- Hola desaparecida – me susurra Mar en mi oído.
Se sientan a los lados míos en el banco, dejándome en el centro y yo no puedo evitar cogerlas con mis brazos y abrazarlas fuertemente, echaba de menos a estas petardas. Miro a Julie, se ha hecho una coleta alta con su pelo rubio, me gusta, destacas tus ojos verdes tan grandes, después miro a Mar. esta preciosa, se ha hecho dos trenzas de boxeadora con su pelo también rubio, pero no tanto como el de Julie. Sus ojos color café me miran sorprendida.
- Os echaba de menos chicas, no estéis tan sorprendidas.
- Y nosotras también a ti Lai, ¿Qué te ha pasado? Has estado desaparecida dos días y medio, sin decir nada... - me dice Mar preocupada con acento inglés.
- Perdóname guiri mía, es que quería estar unos días ausente y no pensar en nada – la llamaba guiri desde la primera vez que nos conocimos, lo que pasa por nacer en Inglaterra.
- ¿Pero estas bien? – Julie parece realmente preocupada pero no podía decirles la verdad, no sabían mi historia.
- Siii, no os preocupéis, enserio. Mirar estoy perfecta – doy una vuelta dejando detrás mío el precioso paisaje de Madrid.
Me ponen al día de todo lo que ha pasado durante estos dos días y medio, que aunque han sido pocos días pues al parecer Mar a conocido a un chico que es camarero en una cafetería y ahora va todas las mañanas a desayunar allí, y Julie se ha liado con un chico el cual esta perdidamente enamorada pero siente que ella es solo un lio mas de ese chico y no nos quiere decir la identidad de este, ya nos lo dirá y le arrancaré los pelos de los huev*s como este usando a mi amiga.
Estamos las tres acostadas sobre nuestro banco, y estamos mirando las estrellas las cuales hoy lucen preciosas sobre ese cielo tan negro.
- Sabéis, cada vez que miro al cielo me acuerdo de mi papá de cuando nos quedábamos dormidos juntos en mi cama mientras me contaba todo lo que había hecho hoy, aunque yo sabía que solo había estado de bares. Su aliento siempre olía a alcohol – me miran con cara de pena, así que decido sacarles una sonrisa – y también al ver esas estrellas me acuerdo del verano de puta madre que vamos a pasar.
Empiezan a reírse, y a hablar de lo que tienen planeado, y yo no puedo evitar volver a mirar el cielo estrellado. Papá te quiero y te echo en falta, no sabes cuanto.
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¿Me escuchas, princesa?
Teen FictionUna adolescente de dieciséis años, empieza su verano con muchísimas emociones y algo raro... escucha un grito en su cabeza de alguien sufriendo que le deja sin aliento. Y aunque no se lo podrá quitar de la cabeza, no le impedirá pasar un verano inol...