- Laila, ¿podrías fregar más rápido, porfa? Estarán por llegar. – mi madre parece demasiado nerviosa, para que solo vengan unos compañeros de trabajo la verdad.
- Mamá este suelo esta quedando casi transparente, asi que no te preocupes, estará mejor que el día que nos lo trajeron – le digo, mientras le guiño el ojo y ella me responde con un movimiento de negación riéndose.
Mi madre se ve preciosa hoy, tiene el pelo rizado rubio con un rizo precioso y sus ojos color miel se ven muy brillantes hoy. Se ha vestido con un vestido escotado precioso rojo que se ciñe a su cuerpo con un par de kilos de más pero que le hace preciosa, tiene un collar con un anillo de diamante colgado... mi padre se lo regaló y se lo ha puesto un par de veces, lo coge con mucha fuerza como si su vida dependiera de ello.
- Mami, estas preciosa – me da una sonrisa, que le llega de aquí a la luna.
- Gracias cariño, pero apresurateeeee que vienen enseguida – siempre tan mandona ejem ejem
Rebeca baja las escaleras como si fuera un maratón, hay un momento que me la imagino resbalando con lo que acabo de fregar, la mataría 20 veces. Lo fregado es sagrado.
- Termine la planta de arribaaa – dice cantando, y mi madre la abraza con un brazo mientras le da un beso en su flequillo rubio.
Yo termino de fregar, y me uno a ese abrazo, Las amo, aunque seamos tan diferentes. Nos interrumpe, el timbre, yo me dirijo a mi habitación para cambiarme e irme a casa de Mar para prepararnos para una fiesta. Mi madre va dando saltitos a la puerta y la abre con una sonrisa que hacía tiempo que no veía.
- Mar ¿qué tal me sienta este vestido? – llevo un vestido corto que se ajusta a mi cuerpo, y me hace un culito muy mono.
- Yo te daba, hoy ligas nena. – Mar si que está preciosa, se ha puesto una falda vaquera con un top blanco que hace que le resalte el pecho- Julie vendrá más tarde, a saber, que está haciendo la pillina.
- Uy uy, ¿entonces nos la encontraremos en la fiesta?
- Sip
- Perfecto, pues vamos apurándonos amiga.
Cogemos las cosas, y veo que me ha llegado un mensaje de Adán.
¿Te veo en la fiesta? Tengo que contarte algo que he descubierto
- ¿Quien es?
- Es Adán, me pregunta si voy a la fiesta.
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¿Me escuchas, princesa?
Teen FictionUna adolescente de dieciséis años, empieza su verano con muchísimas emociones y algo raro... escucha un grito en su cabeza de alguien sufriendo que le deja sin aliento. Y aunque no se lo podrá quitar de la cabeza, no le impedirá pasar un verano inol...