In the office

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Frank llevaba lo que iba de la mañana estresado y con mal humor, los malditos empleados de su oficina parecían saber cuando ya no aguantaba mas mierda, por que estos parecían que con gusto le lanzaban más. A pesar de estar en una posición bastante alta en la empresa, recibía mucho trabajo que hacer, había momentos en que realmente sentía que explotaría en cualquier instante, y lo hacia, malamente con sus inferiores.

Se encontraba dando una junta ejecutiva, en donde se hallaban a los mas hijos de puta de esta empresa y a los que mas odiaba, por eso le alegraba un poco darles ordenes pesadas de vez en cuando. Mientras hablaba, el nuevo integrantes de la junta se estaba quedando dormido, era el mas joven de todos, era mas que obvio que había obtenido el puesto por enchufe, pero eso no lo hacia superior a el.

Algunos miembros de la mesa se estaban dando cuenta del joven semi dormido y empezaban a cuchichear, no tuvo otra opción que tomar cartas en el asunto.

— Y solo por punto final— caminó a pasos lentos hasta el mas joven, quien tenia los ojos entrecerrados, dio un manotazo a la mesa creando un ruido estruendoso— Asegúrense de dormir sus benditas ocho horas de sueños, ¿Señor Way?— el joven se despertó de golpe y miro a su superior, asintió frenéticamente con miedo reflejado en su mirada.

La junta dio fin, Frank pudo ver como cada uno de sus inferiores salía de la sala de juntas, dandole mas atención al joven Way.

— Señor way— le dice sentado desde la cabeza de la meza, el joven voltea para darle toda su atención— Resumen de ventas, para las tres de la tarde, ni mas ni menos.— le dice en tono demandante.

— Pero, señor, eso no me da tiempo de almorzar, ¿me da una hora mas para entregárselo hoy mismo?— solicita el joven al superior.

— Entonces sera mejor que no almuerce, para acatar la orden que le estoy dando— hablo con una sonrisa cínica.

El joven sin ninguna expresión, lo miró a los ojos tranquilamente y asintió para retirarse al fin de la sala.

La hora del almuerzo había llegado y Gerard comenzaba a desesperarse, la gente estaba saliendo a almorzar, mientras el estaba sentado en su cubículo, observándolos irse. Ya quedaban muy pocos empleados por los pasillos, uno de ellos se le acerco con una tierna sonrisa y amable mirada.

— Hola Gerard— le saluda con un tono dulce y amistoso

—Hola Ray— saluda con sus ojitos cansados y pequeña sonrisa

Ray toro, era el mas humano de esta asquerosa oficina, es amable con todo el mundo y siempre te trata con paciencia y amigablemente.

—¿Que dices si vamos a almorzar algo muy rico?— le sonríe y anima— ¿Que dices Gee?

Eso era lo mejor de Ray, te ponía un apodo y no se lo negabas.

Gerard estaba por responder hasta que un grito desde dichosa oficina pronunciaba su nombre.

— Señor Way, ¿Como le va con ese informe?— la voz de su jefe le obligo a poner una expresión de decepción a Ray.

— Lo siento Toro, sera mas tarde, me saltare el almuerzo por algo urgente.— le dio una sonrisa reconfortante recibiendo una calmada de parte de Ray.

— No te preocupes Gerard, sera para la próxima, procura comer algo al menos de la maquina expendedora— Ray se despidió con su mano entrando al elevador para asi dejar completamente sola la oficina.

Se sintió bastante mal por tener que rechazar a Ray, le cae tan bien, esta seguro que nadie de la oficina podría odiar a ese buen sujeto. Miró hacia la oficina de Frank Iero, lo pensó mucho, pero al final opto por levantarse y dirigirse a ella. Al estar al frente de la puerta, (la cual esta semi abierta) dio unos suaves toques en ella para avisar su presencia.

Frerard→ one shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora