𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 ~ 𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨 ✔️

NUEVE

Entré a mi casa y tire la mochila arriba del sillón. Mire la mesa y había una nota encima de ella.

Dalia:

Fuimos con Maxi a comer a lo de zulma, si querés veni y si no querés en un rato llega Alejo y te lleva comida.

Te ama mucho .. Mamá.

Bueno por lo menos podía llorar en paz sin que nadie me moleste. Si se preguntan por Mateo, bueno en lo que había quedado en las horas de clases lo ignore, a veces me decía “si hice algo mal, perdón ” me dieron ganas de darle mil besos, pero no,  tenía que ser rígida.

Me fui a encerrar a mi pieza, por lo menos hasta que llegará mi hermano. Cuando entre me asuste al ver a Mateo acostado en mi cama usando el celular.

– hola bebé – se me acercó para abrazarme por la cintura pero lo empuje – seguís enojada?

– si Mateo, si –  me acosté en mi cama y lo empuje – andate por favor – decía mientras lo empujaba

– pero espera, te traje esto ¿me perdonas? – me dio un osito de peluche y un chocolate, el siempre fue así, de darme regalos.

No le contesté agarre el oso y el chocolate y los tire por la ventana (estaba abierta por que Mateo había entrado por ahí). – andate. – dije sin mirarlo.

– me podés decir porque mierda hiciste eso? – elevó la voz

– ESTOY ENOJADA MATEO ¿NO TE DAS CUENTA QUE ESTOY ENOJADA? – grité

– ¿PERO POR QUE? ¿QUE TE HICE? – gritó el también, nunca me había gritado así, tengo que admitir que me dio un poco de miedo.

– ME CAGASTE, TE CHAPASTE UN MONTÓN DE MINAS ESTANDO CONMIGO – grité con lágrimas en mis ojos

– QUE DECÍS ENFERMA?! – me volvió a gritar ,me parece que a este le encanta hacerse el boludo, ya se hizo profesional.

– AH NO TE ACORDAS? AY SOY LUDMI, LA QUE TE CHAPASTE EN LA JODA, Y DESPUÉS TE CHAPASTE A UNA RUBIA – dije haciendo burla a la piba.

Mateo siempre salía, casi todos los fin de semana y yo también, pero eran “salidas tranqui”.

– perdoname dal ...– susurró agachando la cabeza

– andate por favor – le señalé la puerta y el fue hasta aquella ,antes de abrirla me miró. – espera... – lo agarre del brazo

– me perdonaste? – sonrió y se refrego los ojos que los tenía aguados.

– no, ¿ solamente te las chapaste a esas minas? – el me miró y un par de lágrimas volvieron a rodar por sus mejillas. – Mateo, vos te las cog... – me interrumpió.

– solamente a la rubia, y- yo estaba en pedo, no sabía lo que hacía, vos y yo ese día habíamos discutido. – dijo, negué repetidas veces y lo empuje para que saliera de mi pieza.

Como podía haber echo eso? Yo di todo de mí, porque lo amo y el ni siquiera se dio cuenta de eso.

De tanto llorar me dormí. De un momento a otro me levanto de golpe. Mi hermano me estaba llamando para comer.

– en que momento viniste? – dije entrando al comedor.

– hola hermanito ¿ como estás?, bien ¿y vos? – se saludo a si mismo y se contestó. – vine hace un rato. – dijo dejando de lado su mala forma de hacerse el gracioso. – ¿vos estuviste llorando?.

– no, no estuve llorando ¿que vamos a comer? – ignore su comentario.

– empanadas, las compre cuando venía para acá, hoy no me tocaba trabajar. – puso las empanadas en un plato. – y vos si estuviste llorando no mientas.

– para que me preguntas entonces? – agarre una empanada y me fui al sillón.

–  porque si, ¿es por alguien o algo en especial? – se sentó a mi lado.

– no te voy a decir, te vas a enojar si te digo. – agarre un vaso y me serví gaseosa.

–  es Mateo ¿no? – asentí – que te hizo?

– discutimos, me cuerneo – se me escaparon unas lágrimas – se chapo con dos pibas en el boliche y después se garcho a una de esas.

– a no yo lo mato! – se levanto con rabia y yo lo seguí para agarrarlo del brazo.

– PARA ALEJO, PARA LA CONCHA DE TU VIEJA – le grité mientras lo empujaba para adentro de casa ya que estábamos en la vereda.

– QUE PARA NI PARA, LO VOY A CAGAR A PALOS A ESE GIL – tenía mis manos en su pecho empujándolo para adentro, miro para el lado de la casa de Mateo y estaban el junto con Pedro mirando la situación, que vergüenza me estaba haciendo pasar Alejo lpm. – SOLTAME DALIA, SOLTAME DALE, ¿QUE MIRAS GIL? TE VOY A CAGAR A PALOS– esto último se lo dijo a Mateo. – NO LE VOY A HACER NADA DALIA, SOLTAME. – después de esto lo empuje hacia adentro y por fin se calmó. Me tire en el sillón estaba temblando, ¿quien me manda a mi a contarle a Alejo?.

– Aparte fue mi culpa que el me cague.... – dije después de que el se sentara a mi lado y tomará gaseosa como si nada hubiera pasado.

– como que fue tu culpa? – me miró con el ceño fruncido.

– capaz que como el y yo todavía no...no... – lo miré tratando de que entendiera. Y lo entendio, bue tan tarado no es.

– no tuvieron relaciones... – asentí – yo creí que si, como siempre se encerraban en tu pieza...

– me da vergüenza hablar de esto con vos....

–estas roja – comenzó a reír – vos sos virgen?

– si...

– creí que habías perdido la virginidad con tu ex

– na, apenas estuvimos cinco meses juntos y yo nunca quise hacer nada con el y con Mateo cada vez que estábamos apunto de eso yo me hacía la boluda y me escapaba de la situación, porque me da vergüenza que el sepa tanto de eso y yo no. Me sentía una tonta. Aparte me da vergüenza mi cuerpo.

– ay dal!! – me abrazo – no sabía que te pasaba todo eso. Ese gil se merecía que le pegara ¿por que no me dejaste?

– porque no quiero bardo

– mira, ahora hablas igual que el...

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Uuhh amo cuando se arma kilombo zandrah.

Como va la cosa? LA DAL TA IMPLEMENTANDO palabras TURRAS A SU VOCABULARIO. Ya era hora pendeja.

Nos vimo

Besitos en la cola.