"Sección seis de Villa Keller, su período de aislamiento se hace efectivo a las diecinueve horas. Por favor, permanezcan dentro de sus hogares y respeten las indicaciones de las autoridades. Sección seis de Villa Keller... "
—¿Qué te pasó en la cara, y dónde está lo que ibas a comprar para comer?
No respondí.
—No me digas que nos pusieron otra multa, ¿qué es eso que traes en la mano?
La carpeta, obviamente. Tenía el escudo del ejército y parecía el acta que nos entregaban cuando nos hacían una multa, con un plan de pago y todo prolijamente detallado. Con respecto a la cara, obtuve un merecido golpe directo del puño del papá de Mateo. Por entrar en su casa sin permiso, pobremente aislado y por haber contribuido al secuestro de su hijo.
Ya no tenía a Laura, ya no tenía a Mateo, y no entendía qué carajo estaba pasando. El papá de Mateo me gritó e intentó forzarme a entrar a su casa, no sé que podría haberme hecho si me quedaba ahí. Sabía que estaba a punto de comenzar el toque de queda y solamente salí corriendo.
—Renzo, ¡te estoy hablando! ¿Te pusieron una multa?
Mi hermana me miraba con ojos grandes. Sabía que había pasado algo grave, la última vez que la había visto con esos ojos fue cuando mi mamá tuvo que ir a retirarla del centro de detención, o cuando sonó por primera vez el alarma de la alerta de riesgo inminente. Solo tenía siete años, y su vida ya había sido una catástrofe tras otra.
—Si. Fue por culpa de Mateo, pero ya acordamos que él se va a hacer cargo. No pasa nada.
—¿Cómo que no pasa nada? ¡Vamos a tener otra marca en nuestro historial! ¡Somos buenos ciudadanos, no nos merecemos tener otra advertencia por culpa de tu irresponsabilidad!
—No pasa nada. No es nada grave. —respondía monótonamente, con la vista fija en el suelo. No podía dejar que los sentimientos de intranquilidad de mi madre me invadieran, eso despertaría los míos y terminaría llorando a gritos el hecho de que la gente cercana a mí seguía desapareciendo
—¿Cuánto?
—¿Cuánto qué?
—¿¡De cuanto es la multa, Renzo!?
La voz del altoparlante comenzó a sonar de nuevo, como todos los días, durante quince minutos, pero esta vez era diferente
"Sección seis de Villa Keller, su periodo... Atención, se ha detectado un error en el conteo de habitantes. Por favor, permanezcan en sus hogares mientras se verifica la información. Atención, se ha detectado un error..."
La División de Bienestar Social había detectado que faltaba una persona en la sección seis. La ciudad fue dividida en secciones para que les sea más facil vigilarla y tenerla bajo control, y lo mismo hacían en todas las ciudades. "Bienestar Social", no garantizaba el bienestar de nadie, su único trabajo era hacer cumplir al pie de la letra las reglas en cuanto a la cuarentena, y repartir multas al mínimo detalle de error que encontraran. Mateo había desaparecido, él era la causa del error en el conteo de habitantes. Si la alarma seguía, significaba que había sido alguien más. Si la alarma se detenía y todo volvía a la normalidad rápidamente, no había duda de que ellos mismos habían efectuado el secuestro.
—Doce... Doce mil pesos, con el descuento.
—El papá de Mateo no gana doce mil, ni siquiera gana cuatro mil al mes, ¿como pretende pagar eso? Obviamente vamos a tener que pagarlo nosotros, nadie se ofrece a pagar doce mil pesos porque sí, y encima yo te avisé que era tarde para que salieras, ¿a vos te parece que...?
ESTÁS LEYENDO
Epidémica
Science FictionActualizando nuevamente! 1 - 2 caps semanales. La novia y el mejor amigo de Renzo fueron secuestrados por una organización gubernamental. Una niebla densa cubre todo el mundo, y un virus mortal se llevó casi a la mitad de la humanidad. Renzo no es u...