Es simple mi historia: Fui adoptada por una familia de una madre y cuatro hermanos. Me enamore de uno de ellos perdidamente y ese fue el error mas grande que había cometido.
No pude olvidarle, no solo fue sexo, ahí hubo amor, ambos nos enamoramos, a...
Cerré el casillero con fuerza mientras miraba con fijeza las notas en mis manos, ¿Como es que saque un seis en historia? Pero si Christian me había ayudado mucho con ese ensayo.
—Cualquiera que te viese diría que estás a instantes de destruir al pobre casillero— habló alguien detrás de mi. Un chico, esbelto, castaño y con una peculiar sonrisa burlona en el rostro.
—Al casillero no, pero si a la profesora de historia— rodé los ojos. Aquel chico rió.
—La profesora es así, pero sólo al principio— se encogió de hombros— seguro que solo es para ponerte aprueba.
—¿Eso crees? Pero si ella es una arpia— dije de mala gana.
Ambos comenzamos a caminar hacia la mesas al aire libre que estaban frente a la escuela, varios de los estudiantes se reunían ahí en la hora de almuerzo o en cambio de hora.
—Por cierto, Soy Alaric.
Que bonito sonreía, hay que admitir que el chico no era para nada malo de ver, en realidad si que era guapo.
—Samantha, puedes llamarme Sam.
—Bien Sam— sonrió— ¿Necesitas un tutor que te ayude en historia?
Le miré.
—No, pero gracias, mi hermano puedes ayudarme— me limite a decir.
—¿Y quien es tu hermano?
—Christian— dije— Foster— sonreí.
Su expresión cambió.
—¿El Foster mayor?— preguntó, pero pareció más una afirmación— Joder.
—¿Que? No es que le temas ni nada— bromeé.
Aunque aveces mi hermano tenia aspecto de bravucón y busca pleitos.
—No— negó— solo que una vez me encontró besándome con Wen y casi me corta las bolas.
—Vale si, ya, que eso suena exactamente a algo que él aria.
—Claro— rió.
• • •
—¿Alaric?— preguntó confuso— ¿Has hablado con el idiota de Alaric?— espetó cruzándose de brazos.
—Si, me parece buen chico— dije con simpleza, quitándome las gafas de sol para mirarle.
—Pues no lo es, Sammy— dijo— aléjate de ese idiota mientras puedas y no tengas ningún contacto con ese chico.
—¿Vas a decirme por qué?— rodé los ojos— ya te dije que se ve buena persona, estás siendo un poco exagerado, Chris.
—Ya te he dicho que te mantengas alejada de él, no por capricho, no me obligues a tener que contárselo a mamá.
Volví a rodar los ojos, poniéndome de pie con la revista en manos y entrado al interior de la casa, no entendía por qué no quería que fuese su amiga, tal vez Alaric mintió con lo que dijo y tal vez, solo tal vez, fuese algo más grave.
¿Pero qué?
—¡Hey! Mira por dónde vas.
Levante la vista y solo me encontré a una chica rubia mirándome de mala manera, ¿Y ésta quién es o qué?
—¿Se puede saber quién rayos eres y por que me hablas de esa manera en mi casa?— pregunté, cruzándome de brazos.
La rubia era despampanante.
—Lo lamento, pero casi me llevas por delante y no te has fijado.
¿Y solo has gritado o chillado como si hubieses visto un maldito ratón?
—¿Vas a decirme que rayos estás haciendo aquí? O mejor ¿Quien eres?
—Ando con Brandon— dijo. Lo supuse— soy su novia. Mucho gusto, soy Addie y si me disculpas, iré a la cocina.
Educada y todo.
Suspiré y pase de ella, por que al parecer lo que él y yo habíamos hablado no llegó ni llegaría a nada.
Yo era una idiota al pensar que él pensaría o algo, pero como ya ven, no ha sido así.
Legué al living y le vi allí, recostado viendo la televisión, sonrió mi presencia y se volteó.
—Sam— llamó, poniéndose de pie.
—Aléjate de mi, bastardo mentiroso— espeté, señalándolo con un dedo.
—¿Pero que dices? Si solo quiero hablar contigo.
—Vale, ¿acerca de que? ¿De que traes a tu nueva novia a la cada para restregarme en la cara que no quieres nada conmigo? Pues ya me he dado cuenta y debiste decírmelo tú y no enterarme por mi cuenta, y ¿sabes que más? ¡Estoy harta! ¡Harta de ti! ¡De todo, hostias!
Subí las escaleras y me fui al baño, a enseñarme en el baño. Por un largo tiempo.
<3
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