Capítulo 4

978 106 53
                                    




Ignora el estruendoso sonido de la charola puesta frente a él y se limita a seguir perdido en sus pensamientos, desde esa mañana no tenía ánimos de absolutamente nada y agradecía que su hermano no lo fuese a fastidiar ese día tan insistentemente como toda la semana, quizá porque ayer le vio llegar con la mirada perdida y un aire de melancolía recorriendo todo su cuerpo fue que se condolió un poco.

- Amigo si de algo sirve siempre creí que ese tipo era un completo idiota - palmea su espalda en un gesto amigable, Deidara - además siempre olía a neumático descompuesto -

Itachi apenas y forma una ligera sonrisa de lo más forzada, entendía los esfuerzos de sus amigos por reanimarlo pero no podía simplemente ignorar el hecho de que se entrego por tanto tiempo a una persona que solo lo quería para calentar su cama.

- Ve el lado bueno de esto, ya no tienes que repartir tu tiempo en tantas cosas - apoya Kisame, tomando de su refresco -

- ¡Exacto! ahora ya puedes pasar más tiempo con nosotros - exclama emocionado el rubio, levantándose de su asiento - Esto no debería ser un momento triste, venga ya Ita, hagamos una fiesta en mi casa está noche -

- Muchas gracias chicos, de verdad apreció mucho que estén conmigo ahora pero no creo que eso sea una buena idea - habla por fin luego de un rato de estar sumergido en sus pensamientos-

-Tonterías ¿cuánto lleva que no vas a una fiesta? -

- Bueno en realidad.... -

- ¡Por favor! estoy seguro de que va más de 1 año y medio, no puedes sumergirte en una espiral de depresión y menos por un tremendo hijo de puta -

- Deidara creo que Itachi tiene razón, lo que menos necesita ahora es ir a una de tus reuniones que ya todos sabemos terminara con marihuana por aquí y por allá, más bien necesita un tiempo a solas ¿no es así? - voltea a su al pelilargo que solo sonríe, Kisame le comprendía mejor que nadie -

-¡Juro que no habrá drogas! - se puso la mano al pecho en pose de militar -

- ¡Qué cabeza dura eres! - revolotea los ojos y mira al pelilargo que parecía mejorar su estado de animo -

- Está bien, pero será en cuanto termine mi turno en la cafetería -

- ¡Se arma la fiesta! - grita feliz tomando todas sus cosas, tenía varías cosas que arreglar en casa para la reunión de está noche -

Itachi intenta formar una sonrisa, la verdad que no tenía ánimos de salir a ningún lado pero puede que sus amigos tengan razón, distraerse le vendrá bien y si algo no podía negar era que llevaba un buen rato sin ir a fiestas.

- Deidara - llama antes de que esté se esfume por los pasillos del colegio - una reunión pequeña - advierte señalándole desde su asiento -

- ¡Oye! si a mi me apodan el señor discreción - bromea yéndose a su siguiente clase -

Sería un largo día.





Temari sonreía encantada escuchando la hermosa voz de Shisui a través de los audífonos, estaban terminando de grabar su tercer álbum y justo esa canción sería el promocional en todas las pancartas y plataformas digitales, había sido un tema escrito y compuesto por Shisui, como la mayoría del álbum, era un tema que hacía alusión al maltrato psicológico durante la niñez. Temari estaba sumamente orgullosa de él porque sabía toda el alma que había puesto Shisui en ese álbum, prácticamente desnudaba sus sentimientos ante el público, era un tema íntimo que no solo lo lastimaba emocional y psicológicamente sino que tuvieron que parar en más de 2 ocasiones la grabación cuando la rubia notaba como la voz del menor se quebraba de momentos, pero luego le miraba y esté se mantenía firme, como si contuviera todo ese dolor.


Melodías a tu nombre (ShiIta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora