diez

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después de la historia que me
ha contado jim,
bajo el cerezo llorón,
no lo pude creer...

mi padre no volvería más
mi padre se había ido para siempre
y nada podía cambiar.

pero si hay algo que podía reconfortar
era unas palabras que él me recomendó hacer en estos casos.

― querido, él no se ha ido del todo... ¿sabes qué hago cuando extraño a freddie? ...escucho su canción.
visita su canto y sus voces te abrazarán como las hojas al revolotear.
¡escúchalo! y verás que freddie no nos ha dejado solos.

― gracias papá.

le dediqué una sonrisa
y le abracé con fuerzas.

si de personas amables
y de confianza mutua
se tratase, ese sería jim hutton.

conocía de jardines y flores
y de la más bella flor
que no era un narciso
era mi padre;
porque lo conocía bien
y él era aquella flor más vista, viva y brillante
que podía existir entre un triste jardín gris y solitario.

mi padre no era débil
era fuerte y por eso la compasión
a veces te hace vulnerable y compasivo de tí mismo, en cambio tu fuerza interior prevalecerá siempre en tí sin depender de otro y te hará invencible.
...como él lo fue.

1991Donde viven las historias. Descúbrelo ahora