１９９１

diecisiete.

" sí se ríen de mí, demostraré reír más alto como mis fuerzas "

fue aquella oración que guardé
en mis memorias.
mi papá jim me había regalado
uno de los cuadernos donde mi padre
escribía alguna que otro pedazo
de canción que se le ocurriera y
solía pedírselo a sus guardaespaldas.

en su mayoría las hojas estaban en blanco
y decidí escribir
todo aquello lo que me cause inspiración,
ya sea una frase, una palabra,
una nota, una canción, un sitio,
un sentimiento.

tal vez lo utilice para aquél futuro
como el heredero de la leyenda.
llevar su legado como una bandera
y crear lo que no alcanzó.
amaba la voz de mi padre,
amaba escucharlo por las frías noches
antes de dormir; pero
me duele un poco que su adormecedor canto
fuese corto.

esperé a mi padre en el jardín todas las noches
a escondidas de mary austin
y me escabullía por las mañanas
antes de su hora de levantarse.

oscar salía siempre
y yo lo seguía, después siguió
romeo, miko, goliat y luego delilah;
era gracioso verlos a todos en un rincón
del altísimo muro del jardín pero
demasiado extraño para que juntaran.
parecía una junta secreta planeando
a quién arañarán y robarán el atún hoy.

en una noche, antes de que mis ojos
junto a mi cabeza cayeran
y recargarme en un cómodo arbusto,
escuché un ruido.
alejé mi manta emplumada y mi peluche de lado
para perseguir a los gatos hacia aquél rincón
ahí escuché una voz, un susurro que conocería
cuando jugaba a las escondidas con él.

¡era mi papá desde el otro lado!