Bienvenidos sean cada uno de ustedes.
¡Adelante! Tomen asiento, que estamos a punto de entrar al pueblo Harmony.
Un pueblo donde sus habitantes mencionan que nada es lo que aparenta ser, que los muertos no están del todo muertos, donde los amigos no...
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— Sergio, tenemos que hacerte unas preguntas — anuncia el detective White, Sergio posa su vista momentáneamente en los detectives frente a él.
— ¿Cuánto llevas viviendo aquí? — pregunta la detective Loud.
— Desde los 4 años. Mi padre fue transferido ya que le habían asignado otro puesto en su trabajo.
— ¿Estudias en Sactum? —interroga el detective White.
— Sí. Estoy en el último año — responde volviendo su vista hacia la mesa, sus ojos están rojos como si en cualquier momento se soltase a llorar.
— Tranquilo, todo estará bien. Lo único que estamos haciendo es investigando para saber qué fue lo que sucedió — señala la detective Loud con una pequeña sonrisa hacía Sergio, quien aún sigue nervioso y esta vez, una lagrimas escapan de sus ojos.
Y con toda la razón.
Si apenas ayer fue hallado el cuerpo de Agatha Dafoe sin vida, cerca de la salida del bosque del pueblo. Ahora se encontraban algunos de los chicos, que habían asistido a la fiesta, siendo interrogados en la estación de policías por dos detectives.
Todo para ver si podían descubrir al responsable de la muerte de Agatha.
— ¿Tú y Agatha asistíais a la misma clase? — Cuestiona el detective White y Sergio asiente — ¿Erais amigos? — él vuelve a asentir mientras empieza a derramar algunas lágrimas más.
{...}
"I'm a troubled man, changed by the things I do. True but it's funny how they all remember you..."
La canción "Happy Man" suena en mis audífonos cuando bajo las escaleras, me dirijo a la cocina para agarrar una manzana y después salgo de casa, no sin antes decirle a mi chofer que hoy iré caminando a la secundaria.
A pesar de que mis padres siempre insisten en que a donde sea que vaya siempre viaje en la limosina, muchas veces hago caso omiso a eso. Porque hay días que son muy bonitos para caminar que andar en un auto.
Ruedo los ojos al escuchar como la música se detiene por un momento, detengo mi caminar y saco el celular del bolsillo de mi enagua de cuadros rojinegra.
Al desbloquearlo veo que es un mensaje de Martina, mi mejor amiga, dice que ya ha llegado que me espera en la entrada y que no me tarde demasiado, le contesto de vuelta diciendo que estoy a una cuadra de llegar.
Vuelvo a guardar el celular y me pongo en marcha de nuevo, no sin antes amarrar los cordones de mi tenis blancas que se habían soltado.
— ¿Qué es esa cosa horrible que sostienes? — pregunta asqueada al ver como Martina sostiene un vaso con un líquido verde en su interior en cuanto llega a la entrada de la secundaria.