| Capítulo 13

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—Vamos, tía, que va a estar alucinante—exclama Lucy siguiendo a Agatha hasta su casillero.

—Lucy que os he dicho que no—Agatha rueda sus ojos y empieza a meter sus cuadernos en el casillero y a sacar otros—Martina le ha puesto punto final a nuestra amistad, así que ¿cómo quieres que vaya?

—Pero Agatha...

—Pero Agatha nada, tía—la interrumpe y cierra su casillero de golpe causando un sonido fuerte.

— ¿Qué te ha hecho el casillero? Para que lo trates de esa forma—inquiere divertido Sergio pasando un brazo alrededor de Lucy.

—Ya tengo con Lucy y ahora llegas vos, a pesar que me roguéis ya os dije que no voy...—Agatha se interrumpe así misma cuando se da vuelta y ve a Pablo junto a sus amigos, esta con una mano en el bolsillo delantero de su pantalón y con la otra sujeta su mochila.

—Hola—saluda él con una gran sonrisa dirigida hacía Agatha.

—Hola—murmura Agatha devolviendo la sonrisa y atrayendo los cuadernos hacia su pecho, como si fuese un escudo que ayudaría a ocultar el sonido fuerte de su corazón para que nadie se diera cuenta de que latía ruidosamente en cuanto lo vio a él.

Sus amigos solo esbozaban una sonrisa tonta en modo de cómplice al ver a los dos con esa sonrisa de oreja a oreja irradiando nervios.

—Es que no solo Martina va a ir—añade Lucy viendo fijamente a Agatha—También irán más chicos de último año, incluyendo a Pablo. Solo piénsalo ¿sí?

Lucy se despide con una sonrisa y se va junto a Sergio dejando a Agatha sola con Pablo, bueno no del todo solos, porque hay miles de estudiantes alrededor de ellos.

— ¿Vas a ir al día del lago?—le pregunta Agatha empezando a caminar hacía su siguiente clase con Pablo a su lado.

—Sí, ¿por qué? ¿Vos no piensas ir?—la voltea a ver momentáneamente.

—Aun no estoy segura de que sea buena idea ir.

—Anda que será divertido—le da un golpecito con su hombro en el hombro de Agatha mientras le sonríe, ambos se detienen al frente del salón—Sabes tengo una idea genial.

— ¿Ah sí? ¿Cuál?—cuestiona soltando una pequeña risa.

—Vas a ir al día del lago, vas a disfrutar a lo grande, además tomaras varias fotos con la cámara que amas tanto y si algo no te gusta o te sucede algo, entonces te sacaré de ahí y nos iremos a comer a ese lugar que sé que te gusta mucho. ¿Qué dices?

Agatha hace cara pensativa mientras muerde sus labios, y nota como Pablo la mira fijamente mientras ella hace eso, luego ella extiende una sonrisa dejando ver sus blancos dientes.

ELLA NO SE SUICIDÓ © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora