Al llegar a la gran casa era imposible evitar observar a todos los fotógrafos que se encontraban en la entrada, esperando a cada persona que saliera de su auto para fotografiarlo, tal ves debería sentirme acostumbrada, es como la quinta fiesta a la que asisto junto a Connor, y aunque ya estoy algo acostumbrada a salir en las portadas de algunas revistas, para mi sigue siendo algo incomodo, como hace 3 meses yo era totalmente invisible ante todos y ahora soy el centro de atención, supongo que son las cosas que vienen en el paquete de ser la novia de Connor Beard MacCall, el hijo del empresario mas grande y rico de toda Indiana.
Al salir del auto Connor tomo mi mano entronizándola con la mía, en su rostro tenia esa gran sonrisa que ponía cuando lo apuntaban con una cámara, una expresión de ganador, la expresión de una persona que se sentía superior a todos, a veces me molestaba que actuara así, pero solo lo hace por las apariencias, sé que días antes me confeso que odiaba hacer esto, le molestaba no solo tener que fingir, si no que también le molestaba que yo también fingiera, y sé que odia que sea el punto de atención por su culpa, pero a mi la verdad no me molesta, en cierto punto si, pero puedo soportarlo por él, es lo que hacen las novias ¿no?.
Lo que a mi me molesta es que aunque diga que lo odia, parece que no, sé que finge, pero parece que no, si le molestara simplemente no lo aria, pero aquí esta, tomado de mi mano, caminando hacia la entrada de la gran casa de sus padres, con una gran sonrisa de satisfacción, posando a cada cámara que lo apunta, de mi parte solo me limito a imitar a mi novio.
-¡¡Beth!!, ¡Connor!, llegaron pronto, me alegra-la madre de Connor hace acto de presencia recibiéndonos en la puerta con los brazos abiertos y esa sonrisa amigable.
-Judith, hola-salude a la amable señora son un fuerte abraso y una gran sonrisa, desde que conozco a la madre de Connor a sido nada mas que amable conmigo.
-Hola madre- respondió Connor mientras saludaba a su madre con una tierna sonrisa.
-Pero que hermosa te ves Beth, como siempre-Judith llama mi atención con su comentario mientras admira mi vestido, hoy decidí ponerme un vestido color melón de tirantes, ajustado en la parte de arriba, desde el pecho hasta la cintura y suelto desde la cintura hasta el piso, con pequeñas perlas de colores adornando todo el vestido, una fina cinta en la cintura color verde y unas rosas bordadas adornando los tirantes que caían hasta el pecho. Odio usar vestido pero no puedo venir a una gala con camiseta y unos jeans así que últimamente eh tenido que ir de compras con las chicas para llenar mi armario de vestidos, mi armario parece tienda de ropa con tanto vestido.
-Gracias Judith, tu también te ves mas que hermosa el día de hoy-exclame con la mejor sonrisa que tengo hacia la persona parada frente a mi, apesar de que Judith tenga 47 años parece de 40, es muy hermosa y cualquier cosa que use le queda a la perfección apesar de ser una señora ya grande, aunque siempre la eh visto usar vestidos un tanto tapados pero ajustados que le quedan muy bien.
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Polos Opuestos
RomanceBeth es una chica de 17 años y para su corta edad ha tenido muchas aventuras a lo largo de su vida, pero lo que ella no sabe es que pronto va a vivir la mas grande de sus aventuras... enamorarse de el Play Boy de la escuela. Ahora Beth tiene que afr...