jail ; omegaverse

epilogo

Everyone you love is gonna die
But, darlin', so is everything, don't cry
The stars will blink out one by one in time
And everyone you love is gonna die

♡

Miro el cielo gris. Las gotas de lluvias humedecían las aceras y a los transeúntes de la ciudad. El caminaba con la cabeza gacha, con pensamientos oscuros volando por su cabeza que se iban tan pronto como venían. En un intento de olvido, cruzo la calle, acomodándose la gorra. Escucho varias bocinas que lo hicieron encorvarse un poco, susurrando perdón por mas de que no lo puedan escuchar. Apuro su paso, empapado de agua. Su cuerpo completo temblando por el frio, o por el miedo. Miro la entrada del lugar, donde los autos se amontonaban y se extendían aproximadamente una cuadra. Sus piernas se sintieron débiles al poner un pie en el sitio. Camino entre las lapidas, con sus ojos llorosos acercándose a el lugar donde lo estaban velando.

Se escondió detrás de un árbol, donde pudo ver a docenas de personas con paraguas, sentadas en sillas negras, a otro tantos parados detrás de estos. A sus compañeros y a otros policías que conoció a lo largo de su carrera usando el mismo uniforme, acomodados en fila, rindiendo respeto a el difunto. En el centro estaba un féretro, cerrado

Su jefe estaba de pie, diciendo unas palabras. El no podía oírlas, el no quería oírlas. Sus ojos estaban estancados en la foto de un costado, mostrando a un sonriente omega uniformado, con ojos brillantes y color. Con vida. 

Se dio la vuelta, trotando torpemente lejos de todas esas personas, encaminándose hacia donde yacía la mujer que tanto amo, donde la mujer que fue su mejor amiga descansaba. Hacia la omega que lo apoyo e impulso para que alcanzara sus sueños, sueño que ahora era una pesadilla.

Se dejo caer de rodillas en el césped mojado cuando estuvo frente a el, colocando sus manos temblorosas en la lapida que dejaba ver su nombre. A su izquierda, había una zanja profunda, había otra lapida a su costado, lista para ser instalada. Su labio tembló, leyendo el nombre.

Louis Tomlinson 

UAI

1992 - 2019

"Amado hijo y compañero"

Sollozo, cubriendo su boca y dejando que sus lagrimas caigan sin modestia. Con la punta de sus dedos, delineo las letras de la tumba ajena, mordiéndose sus labios e intentando formar una sonrisa.

—Mami—susurro—. Mamá, lo siento.

Lloro de sus rodillas, intentando tomar aire para abastecer sus pulmones. Se quejo, golpeando levemente su pecho. Sollozo audiblemente.

—No lo hice bien, les falle a todos, le falle a mi alfa—murmuro, disculpándose con el aire—. Nada de esto valió la pena. Lo siento.

Levanto su cabeza, observando el cielo, las gotas de lluvia mezclándose con sus lagrimas.

—Lo siento—susurro, casi inaudible—. Lo siento, lo siento.

Se puso de pie, alejándose a pasos rápidos de ese lugar. El sentimiento de culpa instalado en su pecho impidiendo que respire con normalidad. Camino por las calles transitadas, sintiéndose observado, inquieto. Se tomo del vientre, apurando sus pasos. 

Se dio la vuelta varias veces, intentando encontrar la mirada de quien sea que lo este observando, pero nada. Se quedo parado unos segundos, intentando recuperar el aire perdido. Inhalo, exhalo.