De tin marín de do pingüé

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¿Te acuerdas cuando tomar una decisión en tu vida dependía del color de un zapatito, del giro de una moneda o de una piedra, un papel o unas tijeras? 

Que fácil era cuando éramos pequeños y los mayores tomaban todas las decisiones por nosotros, ellos sabían perfectamente lo que era mejor para nosotros, pero lo mejor de lo mejor era que nosotros podíamos culpar a alguien por los resultados.

¿Han notado lo difícil que es ahora tomar responsabilidad de nuestros actos y sus consecuencias? 

Hoy en día ya no es tan fácil tomar una decisión y la razón es muy simple. Si nos vemos en la necesidad de decidir es porque generalmente tenemos varias opciones; al elegir una nos quedamos sin la otra y como tenemos la costumbre de siempre quererlo todo, pues sufrimos al enfrentarnos con una posible pérdida.

Incluso los restaurantes se dieron cuenta de lo terrible de esta disyuntiva y ahora nos dan gusto con sus opciones “mar y tierra” ,“mixto” o “plato variado” para satisfacernos con un poquito de todo, pero por desgracia, la vida no es un menú de restaurante.

Por otro lado existe el miedo a lo desconocido; esa desconfianza al universo, a la vida  y a nosotros mismos de que las cosas marcharan perfectamente tomemos la decisión que tomemos. No confiamos en nosotros, no confiamos en la perfección del momento y vivimos constantemente atemorizados por un futuro sin dinero, sin trabajo, sin pareja o sin pescado.

Cada momento es perfecto, cada cosa que vivimos nos deja una experiencia, una enseñanza, una cicatriz de vida, son escalones para seguir subiendo. 

No hay malas o buenas decisiones, lo que elijas siempre será lo correcto y te llevará a la meta que deseas ya sea por un camino de piedras o de rosas, lo importante es que ese camino es justo el que necesitábamos en ese momento para aprender, gozar o experimentar un sentimiento de éxito o fracaso. 

Olvida los “hubieras” y “las culpas” y confía en ti, en tu poder y en tu sabiduría, confía en que cada momento es perfecto tal y como es y serás más feliz, mucho más. 

Happy MoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora