Boarding Vah Rudania

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Al día siguiente, ambos viajeros habían salido muy temprano en rumbo a la región Zora, pero se sorprendieron al toparse un ambiente bochornoso y un gigantesco volcán que se alzaba frente a ellos.

- Creo que fuimos demasiado al norte, al punto que llegamos aquí, a Eldin, habrá que volver...- Dijo con pereza la Albina.

- No no, también tenía que venir aquí asique está bien, sigamos avanzando.- Dijo el rubio mientras seguía caminando.

Siguieron caminando por la cordillera, hasta que empezó a hacer demasiado calor, podrían llegar a incendiarse si se adentraban más en la cordillera. La albina sacó un par de botellas de elixir ignífugo, las bebieron y siguieron caminando, hasta que se escuchó una estruendosa explosión. Poco despues, llovía bolas de magma por todo el lugar.

- ¡Cubrete!- Gritó la Albina mientras corría debajo de una especie de techo de piedra. El rubio la siguió y se refugiaron de la lluvia de magma.

Siguieron avanzando y llegaron a Ciudad Goron.

- Oh, he estado aquí antes, la verdad es un buen lugar turístico, eso sí traes elixir ignífugo contigo.- Comentó la Albina.

Fueron a hablar con el jefe de la ciudad, Gorobu, quien les contó de la situación con la bestia divina Vah Rudania, la misma que causó la explosión del volcán que los puso en peligro horas antes.

- Agh ¿Dónde estará Yunobo?- Se preguntó el viejo Goron.

- Disculpe ¿Quién es Yunobo?- Preguntó la Albina.

- Es un joven, descendiente de Daruk, pero es miedoso.- Dijo el viejo Goron.- Le pedí que me buscara algo para el dolor de espalda pero no ha vuelto.

- ¿Quiere que lo busquemos?- Preguntó el rubio.

- Si fueran tan amables, espero que no se haya metido en un lío.- Respondió el viejo Goron.

Ambos viajeros fueron hacia la mina que había en la aldea, preguntaron a un Goron que estaba allí por Yunobo y les indicó el donde estaba, tuvieron que luchar con algunos lizalfos igneos pero llegaron al lugar donde estaba Yunobo, al parecer se había quedado atrapado.

- ¿Y ahora qué?- Preguntó con desdén la Albina.

- Allí hay un cañón, quizá podríamos usarlo para apartar las piedras.- Sugirió el rubio.

Y eso hicieron, usaron el cañón para apartar las piedras de la entrada, se aproximaron al lugar y justo cuando llegaron, el joven Goron entró en pánico,  corría en círculos como un ratón asustado, como les había digo Gorobu, era un miedoso.

- Tranquilo, tranquilo.- Dijo suavemente la Albina.- No te haremos daño, nosotros te salvamos la vida.

- Si, ajá pues el jefe Gorobu te busca.- Soltó el rubio con un ligero tono de celos.

- Oh ,cierto, debo llevarle su remedio para el dolor de espalda.- Dijo el joven Goron, luego abrazó a la Albina.- Muchas gracias señorita.

El joven Goron se fue directo a la aldea para llevarle su medicamento al jefe, la Albina miró de reojo al rubio quién parecía arder de celos, ardía más que la lava que los rodeaba, la Albina soltó una ligera risa burlona.

- ¿Qué te pasa, rubiecito? ¿Celos acaso?- Bromeó la Albina.

- No, en absoluto.- Negó el rubio.

- ¿Seguro? Que has sido muy borde con el pobre Yunobo.- Añadió la Albina.

- ¿Por qué a todos los tratas de una forma tan dulce y sólo a mí me tratas tan indiferente?- Reclamó el rubio mientras el calor se le subía a las mejillas.- Eres tan dulce y tierna con todos pero no conmigo, hasta con la chica que le cambia el equipo y la crin a los caballos en el rancho de la llanura eres más dulce que conmigo.

- Vamos, Link, no es así.- Dijo la Albina.

- Claro que es así, yo siempre te he tratado con dulzura, te salvé la vida y todo, y tú no pareces hacer nada por mí, como si no te importara.- Dijo abrumado el rubio.

- Link...- Musitó la Albina mientras se le acercaba un poco, para luego plantar un dulce beso en su mejilla y susurrarle.- Si no me importaras, no te estaría ayudando, tonto.

- ¿Qué?- Cuestionó el rubio con un alto sonrojo en sus mejillas.

- Soy una simple caza recompensas, si me pagas, hago lo que quieras.- Explicó la Albina.- Pero tú no me estás pagando, te ayudo porque... Me importas.

La albina comenzó a caminar de vuelta hacia la aldea, el rubio la seguía de cerca. Volvieron a toparse con el jefe, quién les explicó que no podría ir a domar a Rudania hoy, le seguía doliendo la espalda. Ambos viajeros se ofrecieron a ayudarlo a apaciguar a Rudania, el jefe les indicó que Yunobo estaría en el puente de Eldin, que lo buscaran, rápidamente emprendieron camino hacia aquel puente.
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In a rainy night (Link x Lectora) BotWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora