𝘆𝗼𝘂'𝗿𝗲 𝗶𝗻 𝗮 𝘀𝘁𝗿𝗮𝗻𝗴𝗲 𝗽𝗮𝗿𝘁 𝗼𝗳 𝗼𝘂𝗿 𝘁𝗼𝘄𝗻

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-¡Paige!- una voz sonó, como dentro de un sueño. Lejana y con cierto eco.

Sentí frío, demasiado frío. Las luces en tonos amarillentos provenientes de la calle me cegaron por un momento. Parpadeé repetidas veces, mi cabeza era una mezcla de agudos dolores.

-¿Julian?- lancé en un hilo de voz, me dolía inclusive hablar.

Reconocí la voz de Albert a un costado.

-Ya despertó.

-Cielos Paige- visualicé a Julian con sus ojos de par en par observándome, tenía mi rostro entre sus manos.

Me incorporé con mucha lentitud y noté como sus brazos me ayudaban a mantener el equilibrio.

-¿Qué...?-me rasqué la cabeza con extrema molestia.

-Te desmayaste ¿me oyes?

Enfoqué a Julian a mi lado, estabamos en la puerta del pub. El alboroto a mi alrededor me estrujaba la cabeza. Como si un par de manos gigantes me tomaran del cuello y me estrangularan hasta ponerme violeta.

-Albert entró a buscar a Madison. ¿Estás bien?

-Si, eso creo.

Julian miró fijamente hacia la puerta del lugar donde la gente se amontonaba, luego se volvió a mi y pareció estar pensando en algo durante unos segundos hasta que se decidió a hablar.

-Ven, vámonos- y aún sosteniéndome abrió una de las puertas de su auto.

Yo me limité a seguir sus órdenes, aún no contaba con las facultades para hacer preguntas. Me sentía fatal, mis piernas temblaban.

Me desplomé en el asiento de acompañante y me recosté de lado para observarlo acomodándose en el lado del conductor, puso en marcha el vehículo y noté como nos deslizábamos por la acera un momento luego.

-Julian...-hablé con toda la dificultad que me exigió el cuerpo, supuse que no se entendería bien lo que decía, pero continué- ¿a dónde vamos?- y el movimiento encapzulado del coche comenzó a adormecerme.

-Sh...-sentí una de sus manos sobre mi muslo y luego suave sobre mi cabeza- duerme, te avisaré cuando lleguemos.

Y así fué, me dormí profundamente en un tiempo récord y luego desperté, sumida en el silencio.

Abrí los ojos con dificultad tras unos golpecitos de Julian en mi cabeza.

Pareciamos estar junto a un viñedo, en una zona rural algo alejada de la ciudad. Se oían grillos cantar desde la maleza que nos rodeaba.

-¿Como te sientes?- susurró inclinándose un tanto hacia mí.

Me incorporé en el asiento y busqué mi bolso, acomodado a un costado de mí, busque un cigarrillo y lo encendí con muchisimo pesar.

-Estoy bien. ¿Que sucedió?- y me gire para mirarlo.

-Estabamos en el baño, y de pronto te desmayaste.

Suspiro y cierro mis ojos.

-¿Hace cuanto no duermes?- quiere saber, como si me leyera las facciones del rostro fatigadas y las ojeras violetas centelleantes bajo mis ojos.

Me tomo mi tiempo para responder, fumo y me limito a observar mis pies.

No sé que decir, no quiero escupir la única verdad.

-Paige... hey- me acaricia una pierna y lo miro, hecha un desastre.

-No quisiera hablar de eso ahora- le respondo con toda la amabilidad que logro reunir.

𝘵𝘩𝘦 𝘨𝘳𝘰𝘶𝘱𝘪𝘦 𝘣𝘪𝘣𝘭𝘦 - 𝘫𝘶𝘭𝘪𝘢𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘢𝘣𝘭𝘢𝘯𝘤𝘢𝘴Where stories live. Discover now