𝘵𝘩𝘦 𝘨𝘳𝘰𝘶𝘱𝘪𝘦 𝘣𝘪𝘣𝘭𝘦 - 𝘫𝘶𝘭𝘪𝘢𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘢𝘣𝘭𝘢𝘯𝘤𝘢𝘴

ＭＡＤ

bueno como un ave fénix revivo. es que hoy llovió todo el dia y estuve escuchando blur y me insipire ¿????? en fin, a ver si puedo terminar ya con esta parte. 

Ojala lo disfruten porque deje de escribir porque no me agradaba para nada la fic y este capitulo después de estar mucho tiempo sin tener inspiración o quizás intentar algo y no estar conforme con el resultado, fue algo que salió bastante rápido y que hacia mucho tiempo no me pasaba que de hecho me gustO bastante como para decir bueno si PUEDE CONTINUAR CON ESTO así que ojala lo aprecien:(( bueno gracias por tenerme la paciencia 

-

No importaba que estemos a pocas horas de tomar un avión, nuestro penthouse podía estar completamente colmado de gente a las 3 de la mañana. Completamente colmado de gente cuyo setenta por ciento no conocíamos.

Bueno quizás Madison si, más en la noche de su cumpleaños, pero yo estaba rodeada de desconocidos, excepto ahora mismo ya que me encuentro entre Albert y Fabrizio en el sillón principal del living, atestado de gente por supuesto.

Aunque francamente estaba acostumbrada a esta altura aún me resultaba chocante ver como todas mis instalaciones se encuentran momentáneamente tapadas de personas por absolutamente todos los rincones.

Madison está intentando sacar a bailar a Fabrizio y están tan ebrios que vuelcan restos de cerveza sobre mis rodillas.

-MADISON-la empujo.

-Mad, por favor, estamos intentando captar la escena aquí ¿entiendes?- Albert lleva la cámara en la mano, estoy intentando que tome el cuadro que le indico pero todo es un caos de música y gritos a nuestro alrededor.

Julian está en uno de los sillones individuales junto al nuestro, no sé por qué motivo lleva un mazo de naipes en sus manos, está explicandole una jugada a dos tipos extraños que vinieron a pedirle una foto y cigarrillos y luego no se fueron nunca más. Junto a ellos, ahora, aparece una chica bajita y con la melena llena de rulos marrones, parece exaltada; les da botellas a sus amigos y le ofrece una a Julian, quien interrumpe su muestra de quién diablos sabe qué juego de cartas a los dos extraños con cara de drogados y declina amablemente la oferta de la chica.

Albert consigue captar sus manos, revolviendo el mazo de naipes, y le hace zoom a la imagen.

Yo estoy bajo el efecto del LSD hace unas 3 horas aproximadamente. Observo obnubilada la toma perfecta de Albert y me dejo llevar ya que las manos de Jules comienzan a cambiar de tono progresivamente y las cartas parecen dar el efecto de fundirse, pegarse y resbalar por sus dedos...

Ah, tengo un fetiche con las manos de Julian.

Lo observo a él ahora, fumando plácidamente y tomando de su botella mientras socializa con varias personas que no conoce a la vez, parece incómodo, como siempre. Pero está ebrio, lo disimula.

Tengo un fetiche con su cabello también. Tan enmarañado y pegado a su rostro.

De pronto necesito urgentemente acariciarle la cabeza y las mejillas. Me quiero levantar de mi asiento para sentarme sobre sus piernas un momento, pero estoy hundida entre los chicos, y con la ebriedad todo movimiento que requiera esfuerzo se vuelve torpe y tedioso.

-¡Graba esto Albert!- grita Madison junto a mí mientras levanta a Fabrizio del sillón y le pone un collar de flores hawaianas, de pronto Fab gira sobre sí y toma unos anteojos de sol que tenía guardados en su bolsillo trasero ¿¿¿¿???? ni idea. Just Fab.

Y mi vista hacia Julian quedó obstruida por las payasadas de mis amigos ebrios y sólo ese momento fue suficiente.

Solo bastaron con unos segundos, segundos mínimos, para que aquel clon maligno mío apareciera en la escena.