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A medida que llegaban a casa de la pelirroja, esta pensaba y pensaba en lo que acababa de hacer.

Acababa de meterse en la boca del lobo. Había invitado al lobo a su casa y empezaba a ser consciente de ello.

Miraba a Elsa de reojo, analizando su expresión. Tenía el rostro un poco pálido, cansado, como para no.

Abrió la puerta de casa y dejó paso a Elsa.

-Gracias, Ann-

Que la volviera a llamar Ann solo la hizo tensarse como si fuese un resorte. Murmuró en bajito y pasó ella, cerrando la puerta con el pie al llevar las cosas de Elsa.

-Bu-Bueno... Como si estuvieras en tu casa-

La rubia le sonrió un poco y se sentó en el sofá.

-Voy a dejar las cosas en tu habitación. ¿Sabes donde está, no?-

-Al lado de la tuya-

Vaya, pues si que se acuerda. ¿Se habrá acordado de ella y yo cuando estábamos juntas al entrar?

Anna asintió y fue hacia la habitación. Finalmente, ya a solas, dio un fuerte suspiro.

Lo que me espera

Razón no le faltaba.

Poca interacción entre ellas pero poco a poco bbys que os ha parecido? ¿Que os está gustando más? Os leo❤️

Otra vez túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora