Capítulo 16

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Epilogo.

Tres días después.

"Es agradable darse un lujo de vez en cuando", reconoció Kurapika, observando los despampanantes y hermosos decorados del restaurante. Estaban celebrando su éxito, la hazaña que era aprobar el Examen de Cazador.

Gon estaba tan feliz que no dudo en invitar a ese extraño enfermero Leorio y seguir su consejo de ir a un restaurante de élite, junto a los hermanos Zoldyck y Kurapika— Quien trato en lo posible de que no se sobrepasaran con los pedidos de mesa en ese comedor tan caro—, con los beneficios de su recién adquirida Licencia de Cazador.

— Y ahora que lo han logrado, ¿Que van a hacer?— Interrogo Leorio, curioso por el destino de los jóvenes cazadores.

A él le agradaba mucho Gon y lo apreciaba como un amigo, así que, ¿Porque ese rubio remilgado lo miraba mal si solo quería darse un pequeño lujo? ¿Y qué pasaba con ese albino de mirada feroz, que ni siquiera quería que volteara a ver a esa lindura de ojos preciosos, sentada a su lado? ¡Todo el restaurante estaría al borde de una masacre si continuaba así! Killua estaba como loco por cada degenerado que miraba aun por casualidad a su pequeño tesoro, sin tomar en cuenta que Leorio era el más expuesto por acompañar a estos cuatro jóvenes en la misma mesa.

— Yo iré a buscar a mi padre— exclamo Gon, animado.

— Debe ser difícil, porque tu padre es un Cazador también y por lo que he escuchado, es muy importante— opino Leorio, habiendo sido testigo del Último Examen del Cazador en que Gon y compañía salieron victoriosos— ¿Y tú, que harás?— Dirigió la pregunta a Kurapika.

— Buscare a un patrón magnate que me acepte como Hunter.

Su plan secreto era buscar a quienes tuvieran en su poder o conocieran a quienes poseyeran los Ojos Escarlata de la tribu Kuruta, el único recuerdo que le quedaba de su gente. Gon y Killua sabían que tramaba algo mucho más riesgoso pero no podían detenerlo, tenían sus propias prioridades como para andar vigilándolo y parar su mala moral.

— Ya veo. A trabajar lo más pronto posible, ¿no? Eres muy responsable— opino Leorio, totalmente ajeno al pensamiento de los otros y de la mirada sombría de Kurapika— ¿Qué hay de ti, chico blanco?

— No me llames así, anciano— Killua paso un brazo sobre los hombros de su hermana, mientras ella degustaba un postre— Me iré con Alluka a recorrer el mundo. Con la Licencia de Cazador será fácil ir y venir de cualquier lado, con beneficios económicos— Killua mostró su tarjeta, con una pizca de triunfo en la voz.

Kurapika observo la suya como una ventaja para su siguiente meta y Gon miro atentamente su propia tarjeta, que lo autentificaba como Cazador, como una vía para acercarse a su objetivo: su padre, Ging Freecs.

— Brindo por ustedes— Sonrió Leorio, contento.

A los amigos de Gon podría no conocerlos mucho pero por el solo hecho de ser sus amigos deducía que eran buenas personas y estaba más que dispuesto a aceptarlos como parte del círculo... aunque Killua estuviera muy dispuesto a cortarle la lengua cuando se entero que Alluka le regalo un nuevo maletín, a saber de donde lo consiguió justo cuando más lo necesitaba.

El mayor subió su copa de vino hacia el techo, seguido de los vasos de Gon con agua saborizada y de Kurapika con una taza de té. Killua ordeno un líquido sospechoso de color verde y Alluka elevo su licuado solo para ser parte del momento.

— ¡Salud!— gritaron, chocando sus respectivos vasos entre todos.

— Si gustan quedarse aquí un tiempo más, conozco unos lugares bastante buenos. Gon, tengo a un amigo llamado Zepile, un comerciante de antigüedades, que le gustaría conocerte, le he hablado sobre ti.

Romance de VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora