O C H E I N T A I C U A T R O

1K 63 2
                                    

Abro los ojos al sentir un olor exquisito, miro a mi lado y William no estaba. Convivir con el es una experiencia muy linda, nos turnamos para ordenar y para cocinar, el lío es cuando hay que hacer piedra, papel o tijera para ver quién ordena el baño, nunca conocí persona tan asquienta como el.

Me dirijo al baño y me doy un corto baño, me visto y bajo con Boris en brazos, al entrar en la cocina veo a William poniendo la mesa, —Hola dormilona, como dormiste?—, — Muy bien, y tu como dormiste?— le digo riendo mientras veo que no encuentra los platos, —Si bien, excelentemente bien— dice mientras me guiña un ojo a lo que yo río.

Me levanto y abro un mueble de arriba, dejando ver todos los platos, a lo que el me mira avergonzado, —aún no me se el orden de las cosas—, saca los platos y sirve el desayuno.

—Emily, mis padres, bueno, mi madre nos invito a la mansión, para comer juntos, pero si te incomoda ir está bien..—

Le sonrió, —Claro que no, dile que estaremos allá—, el me besa la frente y seguimos comiendo.

Ya al terminar limpiamos la cocina y la casa, nos arreglamos y fuimos directo para allá, pero aun asi, estoy tiritando como un Chihuahua de los nervios, y no estoy exagerando.

Al entrar a la gran mansión las mucamas me sonreían de lejos, a lo que yo feliz las saludaba con la mano, ya que William no me soltaba la mano para saludarlas como se debía, salimos al gran jardín y ahi estaba la elegante madre de William, una mujer alta, pelo largo y ondulado, y perfectamente maquillada con una gran sonrisa.

—Al fin llegan! Hace tanto estaba haciendo un tiempo en mi agenda para comer con ustedes, por cierto querida, te vez radiante con ese vestido— decía mientras nos saludaba con dos besos en las mejillas.

Yo sonrío, mientras William se estresaba al ver que ella le daba besos en toda la cara, —Mamá por favor— dice intentando quitarsela de encima, a lo que ella al fin lo suelta, —siéntense por favor—.

Despues de todo, no iba tan mal, es demasiado relajada, y estaba contenta al saber que William no estaba con Sky. Cada 10 minutos discutían ya que la mamá le decia cualquier cosa que lo hiciera enojar, hasta noto que tiene 3 tatuajes más, ni yo me di cuenta, y eso que lo he visto como dios lo trajo al mundo.

—Tu padre tuvo que viajar a Corea del Sur anoche, pero también quería poder estar todos juntos, y asi conocer mejor a la querida Emily— dice mostrandome su perfecta sonrisa.

William rie sarcástico, a lo que yo cambio de tema.

—Podriamos pedir el postre no?— digo mirando a su madre, ella al notar como estaba William me siguio el juego, —Oh claro querida, prepararon cosas exquisitas para este día , por favor, traigan todos los postres de inmediato— dice sonriendole al mayordomo.

Abro mis ojos de par en par al ver que 7 personas traían bandejas con demasiados tipos de postres, se me hacía agua la boca al ver esas delicias.

—Querida no sabia que te gustaba asi que te ordene todos los postres que puedan hacer mis queridos chefs— dice sacando un postre refinado de una de las badejas.

William me mira y rie al ver reacción con tantos postres.

—Mamá solo somos 3, no se para que hiciste que hicieran tanto—, dice sacando un postre.

La señora sonríe mientras con una servilleta se limpia delicadamente la boca sin correr su labial rojo.

—Hijo, yo iba a pedir todo lo que este a mi poder, por que vino la primera novia y mujer que ama mi bebé, es algo muy importante y merece celebrarlo— dice mientras aplude dos veces, a lo que aparecen dos empleados con 2 botellas de champán, William rueda los ojos a lo que la mamá le saca la lengua juguetona, para ser una mujer de negocios, es demasiado tierna.

Mi vecino y sus tatuajes (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora