O C H E N T A I S I E T E

844 57 9
                                    

—Encerio estoy harta de leer, necesito que este año termine luego— dice Leah tirando el cuaderno a no se donde.

Hemos estado preparándonos para lo último que nos queda de carrera, y es demasiado estresante, tanto para ella como para mi.

—Tengamos un descanso, que tal si salimos a caminar o vemos televisión— le pregunto mientras dejo mis libros de lado.

—Salgamos a caminar, huele a pies aqui— dice Leah tocandose la nariz.

Yo río

—Leah, si ocuparas calcetines no estaría ese olor ni en tú casa y menos aquí— digo burlandome.

Leah me mira y se sonroja, siempre que se molesta se pone como un tomate.

—En mi defensa los calcetines son incómodos— dice buscando sus zapatillas.

—Yo aun no entiendo como Chase soporta eso, o te lavas los pies cada un minuto para que el no sienta el olor?— le digo riendo a más no poder.

—CHASE ME AMA A MI Y A MI OLOR DE PIES PARA TU INFORMACIÓN!— dice ya enojada al 100%.

Levanto las manos en señal de derrota, ya que sentia que en cualquier momento recibiría un libro volador de su parte.

Caminamos tomadas del brazo tal como un par de abuelitas, mientras reíamos de cualquier cosa, llegamos al gran parque y nos sentamos, viendo un grupo de niños jugando a las escondidas.

—Estoy a punto de ir y gritar 1-2-3 por mi y por todos mis compañeros— dice Leah riendose, a lo que yo imito su acción.

—Yo estaba pensado lo mismo, de niña siempre lo hacia, despues me decían, pero tu quien eres? Nisiquiera estas jugando— digo llorando de la risa al recordar eso.

Nos reímos la mayoría del tiempo, lo que más amo es que somos iguales en demasiados sentidos, hasta en el mismo humor, por eso y más me encanta poder llamarla mejor amiga.

—Y Chase como esta? No lo he visto— le pregunto.

—Oh, ahi esta, cada día más sexy y exquisito— dice fingiendo que se le cae la saliva.

La miro seria.

—Que amargada niña, esta muy bien, esta con trabajo en casa por suerte, no ha tenido que irse a otros lugares, me da una pena horrible cuando se va, y más cuando es del país— dice haciendo pucheros.

—Me alegro que esté bien, y que le vaya bien en lo que hace, y bueno me alegro tambien de que tú seas tan feliz junto a el— le digo desordenando si cabello.

Leah me golpea el brazo enojada.

—Sabes cuanto me tardo en dejar mi pelo liso? No lo sabes!— dice peinándose con sus manos.

Yo río a carcajadas.

—Y William? Como va todo allá en Japón?— pregunta emocionada.

Sonrio tan solo pensar en él

—Muy bien, hablamos hace unos días, y esta muy bien, volvera en unos días más por lo que me dijo— digo tocando mis manos nerviosa.

Leah me mira impresionada.

—Que clase de amarre te hizo William? No lo se, pero necesito su amarre para realizarla con Chase— dice Leah riendo, a lo que yo la empujo.

—Lo amo supongo— digo sin más.

Leah me mira y hace señas de querer vomitar.

—Dejemos de hablar y vamos a ver algo para comer, ya tengo hambre— dice mientras se levanta.

Mi vecino y sus tatuajes (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora