N O V E N T A

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Miraba y miraba el papel, y aún no podia creerlo.

Tiene 3 semanas, señorita Smith.

Llegue a casa a solo encerrarme, sintiendo las preguntas a mis espaldas de Leah, cada cosa tenía sentido, ¿como pude ser tan tonta?, era muy obvio, mi apetito sobre todo, el asco a olores que nunca me molestaron, mi periodo.

¿Que hare ahora?

Me tocaba el estomago, sabiendo que habia una criatura formandose dentro de mi, mientras la angustia me llevaba a un gran agujero, nisiquiera he terminado la Universidad, estoy apunto, pero aún no lo hago, yo quería tener hijos pero no a esta edad.

Despues abro los ojos de par en par.

William

Sus palabras me dan vuelta en la cabeza, que le diré, que haré ahora?.

—EMILY!, DIME AHORA QUE PASA?—

Miro al balcon y veo como Leah terminaba de trepar el arbol, mientras se afirmaba torpemente.

Al momento de entrar me queda mirando.

—Estas pálida, dime que pasa, encerio que pasa— dice mientras me toma la mano.

Le paso el papel, a lo que ella me suelta.

Empieza a leer, y lee el gran final.

—Santa mierda, estás embarazada— dice mirandome con unos grandes ojos.

Yo me muerdo el labio nerviosa, mientras miro mis manos.

—Emily, mira, se que esto es repentino pero miralo como algo bueno, esto servira para que madures como mujer! Al igual que para William..—

De un momento a otro no escuchaba a Leah, solo pensaba en William, en cada reacción que podría dar si le digo esta noticia, y cada reacción que imagino no es buena.

—Emily?— dice Leah moviendo su mano en mi cara.

La miro, y ella se agacha a mi altura.

—Estarás bien, todo estará bien, te lo prometo— dice mientras me sonríe, a lo que yo nisiquiera el intento hago.

Dejo el papel encima de la mesa de noche y me acuesto.

—Quiero estar sola Leah— digo mientras le doy la espalda.

Siento como ella suspira y se va, cerrando la puerta a sus espaldas.

El cansancio me consumía a pesar de todos los nervios y cada pensamiento en mi cabeza, era una noticia muy inesperada que quizas no asimile en un buen tiempo.

Al otro día

Hey Em, despierta—

Abro un ojo, y veo a Leah con el desayuno en una bandeja.

—Buenos días dormilona!— dice sonriendo de par en par.

Yo le sonrió de vuelta, —Hey— logro decir.

—Come algo, ayer te quedaste dormida temprano y no cenaste— dice mientras se acomoda conmigo y enciende el televisor.

Tomo un poco de leche, mientras tomo una tostada con Nutella.

—Te tengo un pequeño regalo— me dice sonriendo nerviosa.

Yo la miro confusa.

Ella se levanta y me pasa una bolsa de papel, la abro y senti un gran nudo en la garganta.

—Te apoyare en todo siempre Emily, eres mi mejor amiga y siempre lo serás, nunca te dejaré sola, menos ahora, que viene un escuincle a este mundo— dice sonriendome.

Mi vecino y sus tatuajes (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora