【 AtsuHina Week ²⁰²⁰ 】

❀ Día 7: Libre ❀

Usen el video adjunto con sabiduría ;)

Srs. Pasajeros del vuelo 442 con destino Tokyo se les informa que estaremos arribando en aproximadamente dos horas y media...

Shouyo suspiró y rodó los ojos con molestia, estar encerrado por más de diez horas dentro de un avión no era lo que planeaba al comenzar su altamente activa vida de jugador profesional. A estas alturas ya durmió todas las mini siestas que había por dormir, analizó todos los videos de sus oponentes que había por analizar y masajeó sus piernas todo lo que pudo aunque de igual manera terminaran por atrofiarse después de tanto tiempo sin moverse ni un poco.

Por momentos envidiaba la habilidad de Bokuto de dormir como tronco diez horas de corrido sin inmutarse, aunque a su vez sospechaba de que era obra de Akaashi poniendo somníferos en su bebida para evitar los ataques de ansiedad del rematador durante el vuelo. Quizás debería de haberse tomado una.

Sakusa estaba a unos cuantos asientos de distancia leyendo su tercer libro —ni siquiera entendía cómo tantos libros entraban perfectamente bien en el bolso de mano— pero ahí lo tenías, terminando uno de los tantos tomos de La Torre Oscura y preparándose para sacar el siguiente directamente importado desde el portal a Narnia dentro del pequeño bolso entre sus piernas.

Suspiró nuevamente y notó cómo el aire, extremadamente denso a estas alturas ya comenzaba a sofocarlo. Se quitó la sudadera —a pesar de que sentía algo de frío— pero la sensación de sofoco perduraba ahora acompañada por unas leves nauseas.

—Ugh, me está bajando la presión... necesito una Coca-Cola.

Estiró su rostro para que este mirara al techo, como intentando encontrar al menos un poco de aire puro, mientras que con la mano tanteaba la única y mísera botella de refresco que daban a los que viajan en clase turista.

Se rindió pasados unos minutos. No tenía las fuerzas suficientes como para agacharse y observar bajo los asientos sin asegurar que sus entrañas no devolverían el insípido sándwich que les entregaron para la cena. Es mejor esperar a que Atsumu volviese del baño para pedirle que buscase la dichosa botella.

Estiró el cuello y parte del torso intentando tener mejor visión de la puerta del baño a pesar de que el cartel luminoso sobre el techo indicase que este seguía ocupado. Rodó los ojos por centésima vez en el vuelo e intentó acomodarse en una nueva posición en su butaca. Atsumu solía sufrir de tránsito lento y algunos problemas con hemorroides, sin embargo el idiota seguía desobedeciendo las indicaciones y comía absolutamente de todo aunque luego tardase dos jodidas horas de sufrimiento en el baño.

El mareo y la sensación de encierro seguían aumentando paulatinamente llegando a ser ya algo preocupante ¿Le dejarían vomitar en el baño de primera clase si decía ser el famoso Hinata Shouyo? Esperaba que sí, no quería tener que recurrir a vomitar dentro del bolso sin fondo de Sakusa.

El borde plástico de la butaca vibró por un momento bajo sus dedos. Frunció el ceño y tomó una de sus manos con la otra para observar detenidamente si es que estaba temblando o solo era su imaginación. Pero esta vez la vibración se sintió más poderosa.