❀ Día 2: Soulmates/Fantasía ❀

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Comenzó con unas tenues marcas

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Comenzó con unas tenues marcas. Pequeñas. Imperceptibles.

Lineas de colores ascendían por sus brazos, barriga y piernas, a veces incluso en sus mejillas. Hinata Shouyo no lo comprendía del todo, pero la mirada sorprendida de sus padres le indicaron de que era algo importante, valioso.

A la edad de 4 años había logrado hacer conexión con su Soulmate.

Normalmente, la conexión se daba entre niños de mayor edad; la suficiente como para que ambos conectados comprendieran la importancia de pintar sus cuerpos y el de sus parejas. El que Shouyo portara aquellos colores a tan corta edad solo podía significar que su pareja destinada era mayor que él.

Fue entonces cuando aprendió que cualquier cosa que dibujase en su cuerpo aparecería en el de su pareja y viceversa. Sin embargo, nunca debía escribir su nombre o la conexión se cortaría permanentemente.

No entendía del todo cómo es que alguien podía enamorarse de otra persona solo con unos garabatos pero no perdía nada con intentarlo.

Sus propias manos temblaron el día en que se decidió a escribir un pequeño hola sobre el dorso de su mano, con letra algo desprolija de alguien que recién aprende a escribir y un marcador casi completamente seco de color naranja.

Hola! me alegra que me escribas

Hinata dio un respingo en cuanto rápidamente su mano comenzó a llenarse de letras e intentó leer con algo de dificultad los kanji aun algo avanzados para su nivel.

Lo siento, aun no puedo leer bien

¿Y ahora qué? ¿Le diría algo como 'Oh bueno, escribiré dentro de diez años cuando aprendas a leer correctamente'?

Recordaba haber recibido alguna clase de comentario así por parte del amargado de Tsukishima quien orgullosamente alardeaba de poder leer los kanji avanzados que le dedicaba su soulmate.

No hay problema! yo te ayudaré a que aprendas a leer en poco tiempo. A mi siempre me costó leer bien, mi hermano gemelo es el inteligente

Unos pequeños garabatos fueron dibujados sobre el antebrazo en donde se veían dos personitas dibujadas con palitos; uno con cara feliz y otro con cara enfadada.

Trazó con la punta de sus dedos con suavidad sobre la figura de cara feliz, teniendo por primera vez noción de que su alma gemela era alguien que de verdad existía y que al parecer resultaba ser alguien muy amable.

Había alguien al otro lado de la línea. Alguien con quien quería hablar, dibujar y tener muchas aventuras.

Alguien a quien quería conocer.

¿Tienes un gemelo? ¡Whoa! ¡Eso es genial!

Y seguidamente procedió a dibujar un sol sonriente que parecía más una flor que un sol.

【 AtsuHina Week ²⁰²⁰ 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora