Surprise Surprise

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Aparentemente todo está hecho, cada rastro borrado...

Pero había algo dentro de Obito que aún le inquietaba, y estando a dos horas de su adorado refugio, sintió como toda esa presión empezaba a hacer mella dentro suyo.

¿Estaría bien?
¿No habría pensado que le había abandonado?

Oh su dulce niña ciega... Su amada princesa de la opera... Y él, él tan solo un fantasma que no podía más que protegerla en su enorme sombra.

¿Ella aceptaría aquello?

¿Ella le amaba?

Él sin duda sí, le amaba ardorosamente.

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Las calles de París a su retorno lucían tan gélidas y desoladas, eran las dos de la mañana, quizá dentro de una hora o dos empezaría el ajetreo por las calles de aquellos mercaderes dirigiéndose a sus puestos de venta; pero por ahora la luna ese hermoso astro que le recordaba a la mujer amada era lo único que le amparaba.

Decidió que aún no quería volver a su segura oscuridad, necesitaba, anhelaba verla.

Le pidió a su cochero que le dejara un par de cuadras cerca de donde sabía se encontraba la residencia de Neji Hyuga el incansable protector de su amada, y se sorprendió cuando observo una luz aún encendida en aquella modesta casa.

Se aproximo de manera sigilosa a aquella ventana, quizá algo malo sucedía y aun que el miedo le carcomía por hacer algún desagradable hallazgo no pudo más que asomarse con precaución.

Su corazón se heló, y la ira empezó a llenar cada fibra de su ser. Sintió pronto antes de cometer una locura su corazón desacelerando y cayendo en una profunda tristeza.

Aquello no podía ser real.

Su amada Hinata, su adorada, su virtuosisima Hinata... danzando en brazos del maldito de Itachi Uchiha.

A tan altas horas de la madrugada, un humilde tocadiscos sonaba en lo que parecía ser una pequeña reunión de personas muy cercanas, Neji y su esposa sentados en un taburete cercano, y otros cuantos rostros más que no alcanzo a identificar.

Pero la mujer con la que soñó durante todo ese largo y tortuoso viaje, la razón que le inspiraba a volver por un nuevo mañana sin temor; se hallaba danzando con una alegre sonrisa en los brazos de ese maldito carroñero que buscaba quitarle todo aquello que por derecho le pertenecía.

Se marcho de aquel lugar con toda la ira que le quemaba, pero aquello solo era una terrible mascara.

El dolor le hacía sentir de nuevo indefenso y utilizado como cuando niño. Sintió estar de nuevo entre barrotes siendo el hazmerreír de todos los expectantes. Está vez era ella quién se reía en su rostro, el ángel que pensó le podría sacar de aquel terrible infierno.

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 Vi tu dulce piedad desvanecerse amada mía.

Vi tus ojos de amor posarse en otros rostros.

Oí tu dulce voz cantando para otros oídos.

Y entonces supe que no eras mía, que no eras de nadie.

Supe entonces; que la piedad que me ofreciste, era simple lastima...

Y fue cuando sentí por primera vez, esté corazón que tu hiciste latir de nuevo, hundirse en un terrible abismo.

¿Fuiste mía? No.

¿Te dejare ser de otro? Jamás.

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Llego a sus aposentos y se encerro, su siempre fiel compañero Zetsu trato de retenerlo, he informarle de los recientes acontecimientos en su teatro; pero el parecía perdido en la oscuridad de sus propias orbes.

Aquel órgano en lo profundo del hermoso teatro resonó en notas profundamente tristes, y su corazón se desgarro en cada palabra que escapaba de su boca en forma de bello canto. Necesitaba desahogarse por completo, sacar a aquella traidora de su mente, y ahora si; fraguar su más grande obra.

Venganza

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Holaaaaaaa! 

Perdón por tener tan abandonado esté proyecto! Prometo no volverlo a hacer y actualizar pronto! Espero que les guste esté capitulo y me hagan saber que opinan dejando su estrellita y comentario!

Les quiero mucho!

Un abrazo!!!

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