Ghost

Destrucción parte 1

Será el ardiente recuerdo de tus labios aquello que me lleve.

Este mundo siempre quiso destruirme, pero debía existir al menos hasta encontrarte.

¿Lo arruine mon amour? Lo arruine.

Pero arruinarlo todo vale la pena, por el minuto que me fue permitido soñar con tu amor.

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La ventana rota dejó entrar una oleada de viento a la habitación oscura de la joven ojiluna, solo atinaba a cubrir su desprotegido cuerpo con sus sábanas mientras su primo allí presente seguía sin procesar aquello.

Un extraño, en medio de la noche, casi totalmente desnudo; huía de la habitación de su prima que cubría su vergüenza y llanto con las infantiles sabanas. 

¿Qué demonios había pasado todo este tiempo? Y lo peor de todo, en sus narices.

El joven castaño aun no terminaba de procesar la información cuando su joven esposa irrumpió en la habitación causando un alboroto.

-NEJI QUERIDO ¿QUÉ SUCEDE AQUÍ?- observaba a su pasmado esposo, la ventana rota y luego a su avergonzada cuñada cubrirse desesperadamente con los ojos anegados en lágrimas. -¿QUÉ DEMONIOS HAS HECHO HINATA?- sacudió con demasiada rudeza a la joven "ciega" mientras está se rompía en llanto, ajena de cierto modo a todo lo que pasaba, pues el amor de su vida le había rechazado una segunda vez.

-Ese maldito bastardo.- soltó por lo bajo Neji, mientras lágrimas de ira llenaban su pálida mirada. -¿DIME QUIEN ESE MALDITO BASTARDO HINATA?- los gritos de su primo le sacaron de su ensoñación. -DIME EN ESTE PRECISO MOMENTO QUIÉN DEMONIOS ES ÉL- su voz no dejaba cabida a réplicas y el cuerpo de la morena se sacudía sin control ante el pánico.

¿Qué pasaría ahora?

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A penas logró llegar al teatro sin ser descubierto, el primo de Hinata les había encontrado casi en pleno acto, y él estaba más consternado por sus palabras.

"E...eres tan... tan hermo... hermoso mon amour" Mentiras aquellas eran simplemente mentiras.

"Te veo mi amor, eres lo primero que veo, y no tengo duda de que te amo justo así" Aquello era imposible, aquella mujer se había enamorado de el solo por su estado de vulnerabilidad, solo por la incapacidad de observar con aquellos ojos apagados la horripilancia de su ser.

"Como puedes ser tan distraído mi amor, claro que te veo, con tus cicatrices, con tu rostro triste... desde aquella vez en el circo... yo siempre te he visto y es por ti que mis ojos han vuelto a ver el mundo entero, pero solo quiero verte a tí." 

Y de pronto el dulce rostro de su amada se materializó en su cerebro, la sinceridad en su gesto que jamás mostró asco o desagrado; la perfecta descripción de sus malditas facciones he incluso de las emociones que su apagada mirada mostraba. Aquella mujer nunca le había mentido; y ahora mismo, él era el hombre más estúpido del universo.

Le dejo sola, la dejo a merced de la vergüenza y la deshonra; se fue como un simple ladrón callejero hurtando la inocencia de una dama y dejándole a ella sola las consecuencias.

Dejó a merced de aquellos crueles juzgadores que él tanto había juzgado por dejarla a ella sola y a merced de los lobos; el hizo algo mucho peor; era despreciable, se odio a si mismo.

¿Podría remediarlo?

¿Aún había tiempo?

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