Cuando Nadie Nos Ve

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CAPÍTULO 7: CUANDO NADIE NOS VE

- ...Es...Es él –

Cartman se había quedado tan atónito como Tweek. Dirigiendo su mirada al rubio tembloroso, se dio cuenta de que ahora ni siquiera se movía. Que ni sus ojos parpadeaban. Sólo miraba a aquellos iris verdes que penetraban como la marea del mar a la arena, llevándosela a lo más profundo de él.

Craig se mantenía de pie frente al cristal de aquella cafetería, con las manos puestas en el mismo; quería entrar y sabía que no podía. Vio cómo la garganta de Tweek se movió con suavidad al tragar pesado, igual que la suya. Era como si esa mirada felina, medio escondida tras aquellos cabellos color azabache, lo hubieran paralizado.

Y él, empezaba a temblar de miedo.

- M-me voy... -

Se intentó levantar, pero Tweek no le dejó.
Bastó una mano.

- Ni se te ocurra. –

Le miró confundido.
Si salía, todo iba a ser mucho peor. Allí al menos, aún estaba a salvo.

- Quédate aquí. –

¿Que... se quedara allí?

Justo después de decir eso, Tweek se fue directo hacia la entrada de la cafetería. Justo donde parecía esperarle Craig.

¡¿Qué demonios estaba haciendo?! ¡¿Acaso quería acabar muerto a manos de esa rata rastrera? ¿Qué iba a hacer él? Iba a presenciar la muerte de Tweek en directo y no sabía si evitarlo o quedarse en su sitio, tal y como le dijo él. Pensó por un momento: ¿Qué haría una persona normal y corriente? Obviamente, acudir a su ayuda.

El problema era que él no era una persona normal y corriente. Era retorcido y egoísta. Así que le hizo caso a Tweek, y se quedó sentado en su sitio.


- ¿Qué quieres? – El leve sonido que hizo la puerta a sus espaldas tras cerrarse, reflejó la supuesta calma que Tweek llevaba en su mente. Se encontraba cara a cara, de nuevo, con aquellos ojos felinos que habían observado cada movimiento suyo desde que apareció tras el escaparate.

- Sabía que me echabas de menos –

Con una sonrisa medio burlona, Craig se acercó con intención de atrapar su cuerpo entre sus brazos. Bastó la mano del rubio en su pecho, tan solo la presión de sus dedos en sus ropas, para que se detuviera.

- Te he hecho una pregunta. – Volvió a repetir el chico de olor a café. - ¿A qué has venido? –

- Pues... - Tweek era el único ser humano en la tierra capaz de hacerle dudar, de hacerle flaquear. Justo como en ese mismo instante. – Quería verte. –

- Sabes que no puedes estar aquí. – Le recordó.

- Mis ganas de verte una vez más son mucho mayores que las normas de mierda de tus padres –

- ¿Seguro que has venido a verme a mí o a pegarle a él? –

Craig frunció el entrecejo, confundido.

- ¿Qué? –

- Has venido a acosarle otra vez. No me mientas más, ¿o crees que no lo sé? –

- ¿A quién de todos? –

Le dolían esas palabras. Había pedido mil veces al cielo que Craig cambiara, que dejara de ser un maldito abusador y que pagara por todo lo que había hecho. Sin embargo, sus ruegos eran demasiado difíciles para poder cumplirse.
Tweek miró hacia donde estaba Cartman, que miraba la escena de su encuentro... y el que después se hizo el desentendido, mirando la carta como si no hubiera estado pendiente.

**~Cuando Llores por Mí~**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora