Mis manos se deslizaron por mi cadera y cerré los ojos levemente.
Podía sentir el dolor hinundando las profundudades de mi alma, porque era eso lo que me dolía y no los huesos, sino el alma que te había amado incondicionalmente una vez.
Ahora lo único que puedo sentir a tu alrededor es miedo.
Mis manos acercan a mi cara un paño algo mojado y lo paso por mi cuello, tú ya te habías ido, pero yo necesitaba estar sola.
Alcancé poco después a tratar de encontrar una solución a mi torso lleno de hematomas, mientras que los recuerdos volvían y yo me sobrecogía.
Mis dedos alcanzaron un tapaojeras y con mi dedo meñique comencé a tapar todas las pequeñas imperfecciones de mi cara, pero al llegar a los pómulos, que lucían un horroroso morado mis dedos pararon. No sabía que debería hacer pero desde luego no podría ir a trabajar con esas cosas por la cara. Ni siquiera quería llamar la atención, quería que fuera otro día normal sin que nadie pensara que me habías pegado.
¿Por qué te seguía protegiendo?Al final, una gran base se posó sobre mis pómulos y finalmente conseguí darle un poco más de color graciad a un poco de colorete. Lo que no podría arreglar era mis hematomas por la parte superior de mi tronco. Me sentía indefensa y débil, no podía salir de casa así.
Tras minutos de desafío mental decidí que no podías hacerme derrumbarme, no podía siquiera parar de llorar cuando me puse un vestido que tapara más mi pecho, y al final, conseguí que mis lágrimas comenzaran a cesar para poder ir a trabajar con un gran dolor en el cuerpo.Cada escalóm que bajaba hacia que mis huesos se deterioraran de una gran manera, porque no podía sentir. Hasta llegar a la compañía no pude recuperar la compostura, sintiendome pequeña e inútil ante todas las personas que comenzaron a pasar a mi alrededor.
Me aferré a mi bolso todo lo que pude tratando de pasar el pasillo en el que trabajabas hasta el ascensor que me bajara al taller, pero cruzamos miradas los segundos suficientes como para que mis pies se congelaran y mi cuerpo comenzara a fallar. Entonces yo me quedé ahi, parada, inmóvil ante todos y fue como si el mundo se hubiera parado, como si el tiempo ya no existiera. Una rara sensación comenzó a recorrer mi cuerpo y te sentí acercarte, te paraste delante de mi y me dijiste unas palabras que no entendí, que volviste a repetie y que yo no conseguí escuchar, hasta que oí las voces familiares de Jennie y Rosé llegar hasta nosotros y sentí una inmensa felicidad por dentro.
Pude volver a respirar y recuperar la compostura de manera que nadie pudiera verme con unos ojos distintos a los de un día más.—Lisa, llegaste, tenemos que terminar unas cosas, ¿vienes?
Tú me miraste y luego yo las miré a ellas, Jennie dirigió su mirada a ti y entonces caí en la cuenta de que no le conocían.
—Ah, Jennie...este es Jeon Jungkook —hubo un pequeño silencio y Jennie te observó— mi marido.
Una inmediata sorpresa se dibujó en sus ojos y rápidamente apartó la vista al igual que Rosé.
—Yo me tengo que ir.
Entonces nos dejaste y yo suspiré relajadamente, por fin te habías ido, aunque no para siempre.
—Lisa, ¿vamos?
Levanté mi cabeza a tiempo y una de las manos de Rosé, se dirigió hacia mi mejilla, pero yo aparté la cara hacia atrás, negando que pudiera llevar demasiado ya que me gustaba así.
Llevar demasiado maquillaje para ocultar los golpes sería mi nueva rutina a partir de ahora. Pero no duraría para siempre.Cuando llegamos abajo trabajamos durante horas, en las cuales comencé a sudar, pero ni siquiera podía limpiarne la cara con un pañuelo. El simple hecho de que alguien me viera me aterraba, asique fui al baño para poder lavarme la cara y maquillarme otra vez. Me apoyé levemente en el lavabo para poder bajar mi cabeza y cerrar los ojos, suspirando enormemente.
¿Cuándo se acabaría el sufrimiento? ¿Cuándo podría llegar a casa sin tener miedo a lo que podría pasar? ¿Cuándo podría pasar un día sin pensar en lo que le pasaría a mi hija cuando un día yo ya no estuviera? Era lo único bonito en mi vida, la única que me quería porque soy su madre.
¿Qué pasará cuando los últimos latidos de mi corazón se paren?
Cuando salí del baño sin una mejoría en mi dolor de cabeza me dirigí a la sala de descanso de las chicas que trabajaban en el taller conmigo y entonces Jennie n sorprendió, ambas Jennie y Rosé estaban hablandi sentadas en las sillas mientras que Jisoo apareció tras de mi por la puerta. Sin embargo, mi esfuerzo por poder enfocar a Jisoo resultó fallido por unos segundos hasta que mis piernas comenzaron a temblar.
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11:11 [LISKOOK] ✔️
Fanfiction"Me lo debes todo, Lalisa" A veces los finales felices parecen obvios, pero muchas veces, tú te encadenas a tu peor pesadilla sin saberlo mucho antes de que se convierta en ella. #n°14 [violencia de genero] 10/6/21 •Historia 100% mía. •Sin copias...