11:11 [LISKOOK] ✔️

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"Quiero irme"

Ese fue el único pensamiento que pude tener durante el tiempo que había estado en aquella cama. Por tu culpa había perdido a lo único por lo que seguía a tu lado, por lo que tenía fe en que cambiarias pero no fue así. Me hiciste daño y me lo sigues haciedo.
¿Por qué?

Nunca me lo merecí, nunca he merecieo el daño que me causas y no entiendo porque me lo sigues haciendo. Pero solo tú has hecho que pierda al bebé y eso no te lo perdonaré nunca. Cuando me dieron la noticia las lágrimas comenzaron a bajar sin permiso. No me dolía el cuerpo, sino el alma que lo amaba y que ahora te odia a ti.
Mis sentimientos comienzan a mezclarse sin permiso y no lo soporto más.
Apareciste también en mi sueño. Eras tan dulce...me decías que me querías, ¡que me querías! Y me tratabas tan bien que a penas creí que fuese a ser de verdad, pero cuando me besaste supe que no eran en verdad tus labios, sino que eran ilusiones, las cuales llevaban en mi cabeza probablemente desde que me sonreiste por primera vez.
Solo quiero ser feliz...
Pero no a tu lado, ¿o sí? Imaginate caminar juntos de la mano por el parque, con la niña, ser felices, sentarnls en un banco y disfrutar de lo que los años 20 nos ofrecía.
Besarnos y amarnos...

Tus manos junto a las mías
Tus labios sobre los mios
Tus ojos chocando con los mios
Nuestros cuerpos siendo uno una vez más
Tú sonriendome

Entonces todo se vuelve oscuro y el malestat vuelve a mi. Eso es algo que nunca tendré. Porque Dios me ha privado de la felicidad, pero necesito encontrarla.
Cuando me dan el alta en el médico decido volver a la compañía y encontrar a Jennie. Necesitaba irme, lo más lejos posible y sin que se enterara nadie, porque no podía seguir viviendo contigo, no podía dejar que me pegaras, que me humillaras y que le enseñaras a la niña que eso era normal. Un hombre que te quiere no te hace sufrir...¿verdad?

—Jennie espera

La llamé casi cuando creí que era ella y acerté. Se acercó a mi y me miró, pero no quería que me viera con lastima, no lo soportaba, no era la primera vez que perdía un hijo.

—Yo...necesito que me ayudes con algo, por favor....

—¿Te encuentras mejor? Lisa, no pienso dejar que vuelvas a casa...— Jisoo se unió segundos después a nosotras y lo mismo hizo Rosé. Las cuatro nos metimos en el almacén para poder hablar. —Te lo hizo él, ¿verdad? Lisa no pienso dejar que vuelvas a casa con él...

Una lágrima se deslizó por mi mejilla.

—Pero necesito hacerlo...por mi hija...por eso necesito que me ayudeis.

Todas parecieron callarse y escucharme y entonces mi voz se cortó. Tenían razón, no podía volver a casa y por eso quería irme.

—Jennie...¿podrías conseguirme un pasaporte autorizado por Jungkook para viajar?

Nuestros ojos se cruzaron y ella pareció entender lo que quería hacer. Si alguien podía conseguirme un pasaporte y una autorización falsa de Jungkook para viajar sola con mi hija como requería la ley, era ella con sus contactos, y esperaba que pudiera tenerlo para antes de que Jungkook saliera de trabajar.

—Claro que sí, Lisa, no te preocupes— un gesto despreocupado por su parte hizo que otra lágrima de alegría bajara por mi mejilla y entonces conseguí respirar.
Podría alejarme de mi pesadilla.
Ese pasaporte era mi atrapasueños.

—Muchisimas gracias...necesito irme a Busan, antes de que llegue Jungkook a casa después de trabajar esta tarde— limpié mi última lágrima para ser fuerte—¿Podrás tenerlo, por favor?

Jennie asintió y cierta seguridad se incrustó en mi.

—Lisa, sabes que no es culpa tuya, ¿verdad? — las palabras de Rosé hicieron que esa seguridad se derrumbara dentro de mi y comencé a llorar otra vez. Esta vez tapando mi cara.