—¡Ni se te ocurra irte! — mis pies se aceleraron hasta la puerta, tratando de alcanzarte, pero no fue así, cerraste la puerta, y yo me arrodillé en el suelo. Quería que estuvieras ahi, conmigo, en vez de dejarme sola todo el día y volver para ver que seguía ahi. —¡Vuelve! — las súplicas salieron de mi a grito de pulmón, desgarrandome por dentro y me encogí para apoyar la frente en las rodillas unos segundos.
Solo quería que me abrazara.
El llanto llegó a mi boca, uno de desesperación y cansancio.
Solo necesitaba que me quisieras, no estaba loca.
Me levanté del suelo para alcanzar el pequeño jarrón al otro lado de la habitación, observandolo por unos segundos antes de tirarlo contra la puerta contra la que minutos antes habías utilizado para salir, odiaba la distancia, odiaba estar entre estas cuatro paredes que aunque eran mi hogar, me hacían sentir desorientada. Una semana había sido el tiempo suficiente para darme cuents de que habría sido mejor dar dos pasos hacia el vacío. Lo único que me había hecho quedarme era mi hija, y probablemente sin mentir, el amor que aún seguía teniendote.¿Por qué me torturaba de esta manera? ¿Por qué me torturabas de esta manera?
¿No era suficiente lo que hiciste?
¿Por qué no podías simplemente quererme?Quizás...quizás fueras tú el que estaba loco después de todo.
Decidí quitar ese pensamiento de mi cabeza, no, no era justo echarte a ti la culpa, no podoa hacerte eso, entonces me harías daño tú a mi. Simplemente necesitaba silencio en todos lados, en mi vida, en mi cabeza, no quería seguir ahi.Me moví hasta sentarme al borde de la cama, la mirada perdida y mis pies moviendose ligeramente, haciendo que me echara poco después hacia atrás, recostandome contra la pared y la cabeza en la almohada. Solo necesitaba que me dejaran salir.
Recuerdos de cuando era "feliz" vienen a mi mente, haciendone sonreir ante nuestros primeros dos años de matrimonio.
Después nuestra hija, la única que me mantenía a tu lado, y tú lo sabes, y lo usas contra mi siempre que tienes ocasión.
¿Tienes idea de lo muy inútil que me haces sentir?
¿De lo indefensa que me puedo llegar a sentir en ese momento?Solo te preocupa lo que digan las personas de nuestro alrededor, porque no se te ocurre decirles que vivo en nuestra casa entre cuatro paredes, que casi no se me permite salir y que muchas veces ni siquiera siento poder respirar. A las personas no les cuentas que me tratas como si estuviera loca. Para tí solamente estoy reposando, ¿verdad? Eso es lo que dices, lo que quieres que la gente sepa, en vez de que has destruido tu matrimonio, que yo lo he destruido, que ni siquiera eres capaz de cuidar a tu familia y que he estado a punto de tirarme desde lo alto de un edificio para no tener que estar contigo.
No eres bueno, me haces daño siempre, no me dejas estar a tu lado sabiendo lo mucho que te quiero y eso me destroza.
Es una sensación tan mala, saber que la persona a la que quieres es la que más daño te hace tanto psicológicamente como fisicamente.
Pequeños moretones de lo que me hiciste hace tres semanas siguen en mi cuerpo, y muchas veces ni siquiera me permiten dormir con comodidad, ni siquiera cuando lo evito.
¿Cuánto tiempo más me harás sufrir?
¿Por qué no simplemente dejarme ir?
Es tan fácil...y tan alegre para ambos.Imaginate una vida llena de paz y tranquilidad, imaginate una vida con una persona que te llena y te cuida, que te sonríe y promete hacerte feliz... Una en la que tú no puedas molestar, en la que no me digas que hacer o que no, que pueda ser libre...algo muy fuera de mi alcance.
Estoy segura, de aún soñándolo es facil de conseguir.
Si tan solo pudiera cerrar los ojos una última vez...Imaginar una cálida tarde de verano, en el campo, cogidos de la mano, divirtiendonos, de repente no besamos y después...
Después uno de los dos cae, cae hacia la oscuridad que tanto tiempo llevaba acechandonos, que nos hacia sentir vulnerables. Entonces uno de los dos llora, grita que necesita ayuda y nadie le escucha.—Quiero salir.
Estar en un salón lleno de gente, estar amarrada a tu lado y pedir ayuda, gritar con toda la fuerza que puedas permitirte, y que nadie te haga caso, que te vean, sufrir, llorar, y que ninguna persona se atreva a acercarse, por miedo, por la razón por la que muchas personas ni siquiera son capaces de mirarte a los ojos.
La puerta se abre, alguien entra y yo me doy la vuelta, fijando mi vista en la pared, siendo consciente de que nadie está interesado en saber como estoy, en que solo hace su trabajo y que debe de pensar que estoy loca, cuando en realidad, quien les paga es el monstruo, uno en que supo como transformarse, adaptarse y entonces hacer una herida profunda, que no es fácil de curar.
La puerta vuelve a cerrarse y abro los ojos. Ahora tengo miedo de la luz. No me siento segura, porque no puedo controlar lo que pasa, no puedo moverme por mi misma y siempre hay alguien acechando para hacerme daño, me hacen mucho daño y no evito llorar.
Las lágrimas corren por mis mejillas como si trataran de escapar y yo se lo permito.La luz era un enemigo inevitable, con el que tendría que aprender a convivir el tiempo que me quedara si no era yo la que trataba de volver a desafiar el destino.
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Hola! Ahora sí, me temo que tengo que decir que estamos llegando al final. De verdad que no puedo responder a la pregunta de por qué se me ocurren tantas cosas relacionadas a la violencia de género y quiero decir que me alegra que la gente le guste leer mis historias tanto como a mi escribirlas aunque no sean buenas y carezcan de cosas que otra escritora más buena podría ofrecer.
Corregiré las faltas hoy y espero que os guste.
Os quiero❤
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11:11 [LISKOOK] ✔️
Fanfiction"Me lo debes todo, Lalisa" A veces los finales felices parecen obvios, pero muchas veces, tú te encadenas a tu peor pesadilla sin saberlo mucho antes de que se convierta en ella. #n°14 [violencia de genero] 10/6/21 •Historia 100% mía. •Sin copias...