Capítulo 4

5.5K 162 9
                                    

/////////////////////////////////////////

🖤odalysrafaela🖤

/////////////////////////////////////////

NOTA: Me gustaria que me apoyaran dandole a votar, les agredeceria muchisimo, ahora sí disfruten.

ヽ( 'ω' )ノ

Me separo de él

Empezamos a jadear, lo miré y me avergonzé al instante.

-Espera, piensas hacerlo en este lujoso auto?- digo sorprendida.

-Pensaba comenzar aquí y terminarlo en mi departamento- dice sonriendo- pero si te siente incómoda, podemos hacerlo arriba- dice señalando al contrario de donde miro.

Doy la vuelta y me encuentro con un gran departamento moderno, que parece más un hotel. Y sin mal no lo recuerdo, ya estuve antes aquí. Bueno será cosa mía.

-Creo qué mejor arriba, lo del auto no es algo normal para mí- digo riendo.

-Hubiera querido ser el primero en tu experiencia en coche, pero parece que no será la ocasión- dice saliendo del coche y abriendo mi puerta.

-¿Vives aquí tú solo?- pregunto.

-Obvio, es mí santuario- dice guiñándome un ojo.

Así que no soy la única, este es su santuario de sexo con chicas.

•••

Nos encaminamos a su departamento

Entramos y pasamos por el recepcionista.

-Buenas noches señor y señora, descansen bien- dice.

-Buenas noches- dice él.

Eso fue algo raro para mí, pero parece que para él no, seguro traerá a más mujeres a su depa, no te ilusiones Liz, solo será un polvo.

Presiona el botón del ascensor

-¡Ya va a comenzar la película!- dice Jime.

Maldita justo en estos momentos llegas, carajo que hago ¿Huyo?

-Eres estúpida o qué, es un papasote, y pronto te hará sentir lo que hace mucho tiempo no tienes, un buen partido que debo ver- dice riendo.

-Es nuevo el recepcionista- dice en mí oído- ahora resulta que eres mí señora- dice sonriendo.

-Así parece- digo riéndome falsamente.

Llegó el ascensor

-Y aquí nos despedimos, qué reciba un millón de goles, portera- dice riendo.

Mierda no me dejes, tienes que ayudarme

-Apurale con la pelicula- dice enojada.

-Amm ¿Te encuentras bien?- dice preocupado.

-Disculpame, estoy metida en mis pensamientos- digo.

-Bueno, vamos- dice sonriendo.

Nos introdujimos en él, no pasó ni un minuto para qué comenzara a devorarme, tocó mis glúteos y me alzó, le seguí y entrelazé mis piernas a su espalda, llegamos al piso, y no nos detuvimos ni un minuto.

Abrió la puerta de su cuarto con una sola patada, nuestros labios se soltaron y todo el cuarto se llenó de jadeos nuestros, se fue sacando su ropa, mientras yo hacía lo mismo y así quedar solo con ropa interior, sus manos exploraban con ternura y lentitud, como si de tratará de una muñeca de porcelana qué no quería romper. Se deslizaban hacia mis nalgas y descendían para tantear y acariciar el tieso y excitado punto de unión. Me estremecí y exhalé con un jadeo involuntario.

-Te quiero dentro de mí- dice tocando mí mejilla.

-Yo también, pero no crees que primero debemos desnudarnos completamente? - digo riendo.

-Jajaja te han dicho alguna vez que malogras los momentos- dice mirándome a los ojos y sonriendo.

-Sí es algo que me caracteríz-

No logré terminar de hablar porqué mis labios le pertenecían otra vez a él.

-Haré qué te corras todas las veces que sean posibles- dijo susurrandome al oido.

-Eso veremos- digo con mí mirada desafiante.

Sonríe

Me abre de piernas y hace lo que me prometió al oído, comenzó a masajear mí clítoris de arriba a abajo, metiendo 2 dedos hacia mí vagina y llegando al orgasmo sin sí quiera meter su erecto pene que intenta salir de ese ajustado bóxer.

-Me voy a correr- digo gimiendo.

-Aguanta nena, tú no debes ser la única que sienta placer, no ves que él también quiere sentir placer- dice mirando su pene coqueto

Se aleja y comienza a quitarse su boxer dejando a plena vista su grande y gruesa verga, dioss me excité tan solo verlo.

-¿Te gusta lo qué ves?- pregunta travieso

Yo solo asiento y me muerdo el labio inferior.

Acerca su erecto miembro hacia mí intimidad y comienza a frotarse, de arriba hacia abajo y masajeando mis pezones ya duros.

-Mierda, me corro, metelo ahora- digo enojada.

-Ya princesa, me encanta cuando te enojas- dice sonriendo y mirándome a los ojos

Se puso el condón que estaba a un lado de la cama, y me lo mete, siento como cada penetración de siente más profunda, al comienzo sentí un claro dolor, pero me sentía a gusto.

Al día siguiente

Bostezo y comienzo a abrir los ojos, mirando un cuarto completamente desconocido

¿Qué carajos, donde estoy?!- digo sorprendida.

Sexo con mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora