Capítulo 5

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🖤Luca6B🖤

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(。・ω・。)

Me encuentro en una habitación nunca vista en toda mí vida, o eso es lo que pienso ahora, me siento muy mareada como para pensar en el caos que me metí.

Maldición— digo sorprendida al ver un condón usado en el tacho de al lado.

Vamos Elizabeth, relájate y recuerda qué pasó, ya tengo la primera evidencia; un condón.

Yo te lo contaré querida, estábas bailando todo ricolini en un bar, qué la guapa de tú amiga te llevó a la fuerza, tú ya ni bien tomaste el primer trago, te jodiste, estabas borracha y tuviste el mejor sexo qué alguien te haya dado, con un churraso desconocido que no tiene nombre, uff qué suertuda eres— dice mí conciencia.

Te demoraste en hablar maldita, y donde estabas tú para detenerme de hacer esta locura— digo enojada.

Estaba en el mejor lugar a la espectativa de toda una película porno, en primera persona— dice la pervertida.

No hables sucia pervertida, quiero estar sola— digo.

Hermosa ahora no eres solo tú, recuerda somos ambas, y la sucia aquí eres tú, si tan solo recordaras lo que hiciste— dice riendo— pero me retiro, así no presencio lo loca que estás mamacita— dice.

Lo sé parezco loca, pero gracias a esta conciencia que me regaló Dios, llamada Jime, otra cosa yo no le puse ese jodido nombre, se la puso la muy cochina. Gracias a ella puedo salvarme de muchas cosas, pero parece que en esta ocasión, la maldita no estuvo conmigo.

Entonces sí dice que tuve sexo con un completo desconocido, entonces no tengo qué seguir estando echada, me tengo que ir— digo poniéndome la ropa con la que estuve— y recordandolo ahora, donde está mí querida amiga Verónica Miller que ni una llamada tengo de ella— digo sacando mí celular y notar un millón de llamadas pérdidas de su parte— olvidenlo—.

Noté qué toda su casa estaba limpia, ordenada y era muy bonita, pero eso ya no importaba, no la volvería a ver, aproveché qué no estaba y me fui casi corriendo.

•••

Llegué a mí casa y estuve rondando la puerta, haciendome preguntas ¿Ahora qué hago? Debo tener una excusa perfecta para que mí madre no se enoje conmigo, ¡Ya sé! Le diré que el auto de Verónica le falló el motor y no arrancó, así que me quedé a dormir en su casa. Sí, eso será perfecto.

Abrí la puerta

Elizabeth Jones, porqué no tuviste un poco de educación y me llamaste diciendo que no vendrías a dormir, tu linda amiga Verónica tuvo que llamarme para decirme que le falló el motor y tuvieron que ir luego de la fiesta a su casa con su prima— dijo mí mamá molesta.

Primero, ¡Que mierda!? Ya me está dando miedo mi madre, es bruja o qué, segundo; gracias Vero me leíste la mente perfectamente.

Lo siento ma, mí batería murió y no pude llamarte— digo apenada.

Ya bueno, que no vuelva a repetirse, sube y bañate, hoy es domingo tengo que asistir a la preparatoria, debo presentar el plan de estudios a los profesores— dice cansada sentándose en la mesa.

Me acerqué de a poco a quedar detrás suyo.

Sí tan solo fuera mayor te ayudaría mami— digo abrazandola por detrás.

Qué linda mí hija— dice agarrando mí mano— pero ¿Sabes como lo serías ahora?— me aprieta la mano— Sí fueras a bañarte porqué apestas, y ordena tus cosas, mañana comienza la preparatoria, y es tú último año, debes estás presentable— dice sonriendo.

Como tú lo ordenes— digo subiendo las escaleras para dirigirme a mí cuarto.

Teléfono

Hija de perra por qué no respondias mis mensajes y llamadas— dice Vero dejandome sorda.

Buenos días Vero, y esa perra qué acabas de llamar es tu tía, y gracias por la excusa, perdona por no contestar, lo había puesto en silencio mí cel, no sentí tu llamada— digo apenada.

Disculpa aceptada e igual perdona, me hiciste preocupar mucho Liz, bueno y... ¿Con quién fue?— dice directa.

Vaya, rápido te desviaste y sin cuestionar—digo— no lo sé, no le pregunté su nombre, eso creo, estuve muy mareada como para recordar— confieso.

Aish tenía que ser mí querida Elizabeth Jones, y ¿Como fue? ¿Donde? ¿Era guapo?— dice emocionada.

Que te parece sí te cuento todo mañana en la pre, ahora me siento muy cansada— digo.

Ya bebé, mañana nos vemos, descansa, te amo— dice.

Yo también— digo

Cuelgo

Apagué mi celular, quería desactivarme y seguir pensando en él, lo de la noche anterior, de alguna forma u otra, me gustó.

—¿Como te llamas?, porque carajos se me hizo tan difícil preguntar— digo.

Apago la luz y me adentro a mis sábanas, intentando dormir y olvidar todo.

A la mañana siguiente

Liz ya baja, no podemos llegar tarde— dice mí mamá gritando desde abajo.

Pero son las 5 de la mañana— grito enojada.

20 minutos— dice.

Carajo— digo.

Te escuché— dice.

Fui a mi armario y saqué el mejor conjunto que tenga, el primer día, tenía qué ir a parte de presentable, hermosa, era alguna que otra tradición de cada año, así comenzaba con el pie derecho, porqué amaba la ropa, cuando voy al centro con Vero, pareciera qué no, pero lo amo.

Perfecto— digo satisfecha.

Antes de bajar me fijo en el vestido que usé el día del bar.

Por lo menos una vez, quisiera verlo, solo una vez más— digo apenada y tomando mi mochila.

Sexo con mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora