La lluvia caía con fuerza en la ciudad de Nueva York. Una de esas lluvias intensas de las que más valía resguardarse. En las noticias habían recomendado a todas las personas que se encontraran en la ciudad que se quedarán en sus residencias y no salieran, pues también había probabilidades de fuertes borrascas de viento y nieve.Tuvimos que aplazar la reunión de aquel día por el tiempo, y la verdad es que me alegré porque no me apetecía en absoluto levantarme de la cama. Consideré oportuno moverme solo para bajar al buffet y desayunar un riquísimo chocolate caliente para después volver a la habitación y ponerme a ver series de la infancia de las que echaban en Netflix.
No me arreglé mucho. Me puse una rebeca de punto a rayas beige y verde y unos vaqueros rotos que ni siquiera sabía porque conservaba, pues estaban tan rasgados que prácticamente me cabía una pierna entera por uno de los agujeros.
El pasillo estaba desierto, y supuse que la gente había decidido quedarse en sus habitaciones por el miedo al temporal.
Cuando estaba a punto de marcar el botón del primer piso del ascensor para bajar al buffet, una mano se coló entre las puertas, impidiendo que se cerrasen. William apareció de golpe delante de mi, y por poco no me quedo sin aire. Aquel día estaba más guapo que de costumbre y eso que iba más desenfadado que nunca. Llevaba un chándal gris que le sentaba como un guante y el pelo desecho, supuse que tanto él como yo habíamos llegado a la conclusión de que arreglarse para quedarse en la habitación era una pérdida de tiempo total, con la diferencia de que él estaba guapo de todas las maneras y yo parecía que hubiese metido los dedos en un enchufe.
— Buenos días. — Me dijo con una sonrisa comprometida. Apretó el botón y el ascensor se movió.
— Hola. — No se porque de repente estaba tan nerviosa. Anoche habíamos mantenido una conversación de lo más tranquila, pero ahora parecía que las cosas volvían a ser tensas entre nosotros.
Miré en dirección contraria a su persona con la esperanza de que el ascensor llegara pronto a la primera planta, pero un ruido estruendoso hizo que no fuera posible. El ascensor se quedó parado de sopetón, haciendo que ambos nos tambaleásemos para lograr el equilibrio. Me sujeté con fuerza a una de las barras que lo decoraban para no caerme.
— Mierda. — Susurró él.
Empecé a sentir el pánico apoderarse de mi. Yo había sido claustrofóbica desde que era una enana, y el inicio de mis miedos venía justo de la misma situación en la que me encontraba. Cuando era pequeña, mi madre y yo nos quedamos encerradas en un ascensor diminuto con mi hermano pequeño Trevor, que todavía iba en el carrito. Estuvimos alrededor de una hora allí, sin que nadie fuera a rescatarnos, y juro que estuve a punto de ver la muerte pasar ante mis ojos. Creí que había superado aquella fobia, pero al parecer, revivir la misma situación y con William, no me estaba ayudando en absoluto.
Nota mental: Dejar de ser tan vaga y utilizar mas las escaleras.
— ¿Que ha pasado? — Pregunté con un hilo de voz mientras William se acercaba a las puertas correderas e intentaba abrirlas, en vano.
— Nos hemos quedado encerrados.
Vaya, muchas gracias, ni siquiera lo había notado.
— William... — Susurré nerviosa. Empecé a sufrir palpitaciones y sentí que me ahogaba. Las manos se me entumecieron y no conseguía pensar con claridad. William se giró al oír su nombre, y debió verme realmente mal porque abrió los ojos y se acercó a mi. Me acurruqué en el suelo y empecé a temblar. Creí que estaba a punto de darme un ataque al corazón.
— Henderson... — Se agachó conmigo y me cogió la cara con ambas manos, mirándome asustado. — ¿Que coño te pasa? — Me miró con un brillo en los ojos que supe descifrar a la perfección; Miedo. Tenía miedo de lo que pudiera pasarme y eso se tradujo en su nerviosísimo. Miró a todos lados en busca de ayuda pero no consiguió nada. ¿Quien narices iba a escucharnos cuando todo el mundo estaba encerrado en sus habitaciones por el maldito temporal?
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Volver. (Savannah + William)
Storie d'amoreSavannah. William. Cuando rompieron, iniciaron una relación de odio mutuo. Trabajar juntos les obligó a frenar. O por lo menos a intentarlo. Savannah odia a William. William odia a Savannah. Savannah trabaja para William. William le propone una o...